Lejos del tono de su editorial del pasado jueves, en el que parecía conformarse con “la disculpa histórica” y el “gesto sin precedentes” del Rey, El País resalta hoy que la Monarquía está en “horas difíciles”.

Algo muy grave está pasando
El diario concluye que de la disculpa del Rey se desprende que “algo muy grave está pasando, una crisis de proporciones desconocidas”.

¿Una abdicación?
“Estos días, antes y después del impacto de las imágenes del Rey con la cabeza gacha reclamando a los españoles que le den otra oportunidad, prometiendo que no volverá a equivocarse, en todos los despachos del poder político y empresarial, las preguntas se repiten: ¿Estamos ante el ocaso de don Juan Carlos? ¿Superará la Monarquía esta crisis? ¿Ha llegado el momento de pensar en una abdicación?”, se pregunta el periodista de El País Carlos Cúe en un extenso artículo en el que analiza las consecuencias del error del Monarca.

El suspenso de la Monarquía
Este periódico recuerda que “todas las alarmas saltaron en octubre de 2011, cuando el CIS detectó que, por primera vez en la historia, la Monarquía suspendía en valoración ciudadana, con un 4,89 sobre 10. Diversas encuestas reflejan el rechazo de los jóvenes de menos de 35 años hacia esta institución.

Las Coronas y el amor del pueblo
A la par, en otro artículo muy crítico con la Monarquía, que firma el prestigioso historiador Santos Juliá, se advierte de que “en España, y sin necesidad de guerras que lo provocasen, ya han rodado coronas por los suelos en repetidas ocasiones”, después de haber perdido “el amor del pueblo”.

El Rey no puede hacer lo que le venga en gana
“Es un sofisma decir que cada cual en su vida privada hace lo que le venga en gana. No puede hacer lo que le venga en gana alguien que sin ser ya sujeto de soberanía es, sin embargo, por mandato constitucional, símbolo de la unidad y de la permanencia del Estado, que será una carga todo lo pesada que se quiera, pero carga voluntaria al fin: a nadie le colocan una pistola en la sien para que la asuma”, afirma este habitual columnista de El País.

Rubalcaba se moja
Y en este vuelco de 180 grados, el diario recurre también al líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien en una entrevista hoy se moja y afirma que si él fuera presidente el Gobierno y el Rey le hubiera contado que iba a salir a cazar elefantes en Botsuana en plena tormenta financiera, “le hubiera dicho que no lo hiciera”, porque “creo que un Gobierno debe decirle al Rey lo que piensa”.

La lealtad
En medio de la tormenta alrededor del Rey tras conocerse su cacería en Botsuana, el líder socialista esgrimió razones de "lealtad" para no expresar públicamente su opinión sobre el viaje del Rey y se quedó en que le diría personalmente lo que pensaba y “sé que me escuchará”.

Los ciudadanos ven dañada la imagen del Rey
Según un sondeo de El Mundo, hecho público hoy, el 70% de los españoles perdona al Monarca, pero el 52% considera que su imagen está inevitablemente dañada. El 62% cree que no debería aceptar regalos de este tipo (viaje y cacería).

Los jóvenes y la Monarquía
Pero el dato más contundente de esta encuesta es que los jóvenes, que en un 72% desaprueba el viaje del Rey, manifiestan una valoración negativa de la Monarquía. Algo que trasciende al Monarca y puede afectar a su heredero. Sobre esto último escribió el director de ELPLURAL.COM en su columna habitual Cabos Sueltos. “El príncipe Felipe no tiene, de seguir las cosas así, el porvenir de Rey muy claro”, afirmó Enric Sopena, que dedicó al asunto del Rey dos artículos bajo el titular “En la semana más negra de la crisis, Juan Carlos I cazaba elefantes”.

Paso a la República
Sopena apuntaba que “el Rey –cuya etapa constitucionalista fue decisiva en la transición- es en la actualidad el máximo responsable de estos annus horribilis, en formato español, que pueden poner a la Monarquía contra las cuerdas (…) La imagen pública del monarca ha vuelto a deteriorarse, rozando niveles inquietantes (…) El comportamiento, en este tiempo, de Juan Carlos I, parte de su familia y algunos vividores, lo único que sirve es para ir desacreditando a la Monarquía. Y, por consiguiente, dando paso a la República”.