La portavoz de la Ejecutiva de Ciudadanos, Inés Arrimadas,  ha advertido de que "nadie ha salido de armario por su orientación sexual para tener que volver a meterse por cuestiones ideológicas", reivindicando así el derecho de los militantes y votantes de Cs a asistir a la fiesta del Orgullo o a la manifestación del 8-M (celebración del Día de la Mujer) y avisando de que no aceptarán que nadie les diga a dónde tienen que ir.

En este sentido, ha censurado "el sectarismo de una parte de la izquierda" que desearía que Ciudadanos no participara en esos eventos y no celebrara actos políticos en ciertos municipios de Cataluña, el País Vasco o Navarra. "Es un peligro público tenerles en cargos de gobierno", ha advertido, acusando al PSOE de Pedro Sánchez de "degradar las instituciones".

"Vamos a seguir yendo a donde queramos porque representamos a mucha gente y nos vamos a seguir partiendo la cara para que todos nuestros votantes tengan sus derechos y libertades intactos", ha asegurado.

Para la portavoz parlamentaria de Ciudadanos, "no hay ningún tipo de justificación para que se insulte, se agreda o se intente echar de ningún sitio a los demás por su ideología", y cuando esto ocurre en el día del Orgullo LGTBI, es "una auténtica aberración”.

Las palabras de Girauta sobre el matrimonio homosexual

La insistencia de Arrimadas de presentar a Ciudadanos como un partido pro-LGTBI contrasta con sus pactos con Vox (dando por buenas medidas homofobas), y las declaraciones que el diputado y exportavoz parlamentario de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, realizó en 2005.

En un artículo publicado en ‘Libertad Digital’, el número dos de Albert Rivera se mostraba a favor de derogar la ley del matrimonio homosexual aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

“No es cuestión de hostigar al PP cuando lo está haciendo bien, sino de pedirle garantías de que no volverá a caer en el atolondramiento. Las “pájaras” del líder y la distancia que sus asesores le marcan respecto a su gente pueden ser fatales para la salud de la democracia. Por eso hay algo que el PP debería hacer pronto: proclamar su inamovible decisión de derogar, cuando llegue al poder –sea dentro de tres o de siete años– todas aquellas medidas radicales que los socialistas han aprobado por decretazo y/o con el objetivo de agredir a una parte del país por razón de sus creencias: la LOE, el disparate hidrológico, el matrimonio homosexual y el sistema de mayorías en la justicia, para empezar. También cualquier cambio en la organización territorial que no se base en el consenso”, afirmó Girauta.