La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha criticado la “doble moral del Gobierno con la que Mariano Rajoy presume de dedicar cero euros a la memoria histórica pero sí tiene presupuesto, a través del Ministerio de Defensa, para ayudar a las familias de los muertos de la División Azul”. La asociación recuerda que estos voluntarios “se incrustaron en el ejército nazi para que el dictador Francisco Franco le devolviera a su socio, Adolf Hitler, los favores que el creador del nazismo les había hecho a los militares fascistas españoles” que dieron un golpe de Estado contra la Segunda República en 1936. “El Gobierno repatría muertos de la División Azul y deja en cunetas a las víctimas de la dictadura”, ha lamentado la Asociación.

El enfado de la ARMH viene después de que se conociese que el Ministerio de Defensa haya gastado 23.300 euros desde el año 2003 para repatriar los restos de 29 miembros de la División Azul, que luchó junto a los nazis contra la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial. Se tratado de una colaboración de Defensa a través de un convenio suscrito con Alemania en 1995 y que el ministro Morenés ratificó en 2015.

"Tener un presidente que presume cruelmente de no hacer algo tan humanitario, que ironiza con que le hayan quitado una calle a un criminal de guerra o que su portavoz en el Congreso de los Diputados trate de humillar a personas que tienen un padre desaparecido diciendo que sólo se han acordado de él cuando hay dinero", ha dicho Emilio Silva, presidente de la ARMH, “es un síntoma de lo lejos que están de la verdadera defensa de la democracia y de los Derechos Humanos algunos dirigentes del Partido Popular".

La ARMH también ha señalado al inicio de este convenio y ha recordado que lleva años denunciando esta discriminación que empezó el Gobierno de Felipe González en 1995, “cuando era ministro de Defensa Julián García Vargas creó una oficina para atender a los familiares de los divisionarios”.

"Es una vergüenza que en más de cuarenta años de democracia los familiares de las personas desaparecidas por la represión de la dictadura jamás hayan tenido una oficina en la que reclamar ayuda y que el Estado se hubiera puesto a buscar a sus seres queridos hasta encontrarlos", ha lamentado Silva, quien concluye que "la democracia española tiene una enorme deuda pendiente porque jamás un presidente del Gobierno en democracia ha reconocido pública y notoriamente a las víctimas de la dictadura y esa es una de las razones por las que seguimos siendo un país subdesarrollado en materia de Derechos Humanos".