El expresidente del Gobierno de Murcia Pedro AntonioSánchez será juzgado por el Tribunal Superior de Justicia por un delito continuado de prevaricación y dos de fraude en la contratación y construcción del auditorio de Puerto Lumbreras (Murcia) en su etapa de alcalde de la población.

El conocido como Caso Auditorio fue el que le costó el puesto al expresidente de Murcia por el Partido Popular, pero tuvo que llegar el caso Púnica para que el Pedro Antonio Sánchez recordara que las promesas deben cumplirse. La imputación que acabó llegando el pasado 6 de marzo por presuntos delitos de prevaricación, malversación, fraude y falsedad.

La segunda causa por la que fue señalado saltó el 26 de marzo, día en el que ELPLURAL.COM accedió al sumario de la pieza separada de la trama Púnica en Murcia. La Guardia Civil tenía cercado a Sánchez por “delitos de fraude” gracias a numerosos pinchazos telefónicos, documentación digital, correos electrónicos y mensajes de móvil.

Finalmente, un mes después de ser imputado por el caso Auditorio, el juez Eloy Velasco pedía su imputación por la Púnica murciana por presuntos delitos de cohecho y fraude “en la contratación pública” por adjudicar a la trama, y con dinero público, trabajos de reputación a favor de Sánchez.

Le costó dimitir

Hasta el último momento, Pedro Antonio Sánchez se agarró al cargo, pese a su promesa de dimitir si era investigado. Ciudadanos, su sostén en el gobierno regional. se vió totalmente acorrolado por el pacto de investidura y, ante la negativa de Sánchez, empezó a negociar una moción de censura y un posible adelanto electoral que, en el último momento, no llegó a producirse porque Pedro Antonio Sánchez, encumbrado en ese momento como un martir por su partido, decidió dimitir y conservar el Gobierno para el PP.

50 días después de que prometiera hacerlo y con dos imputaciones a la espalda, Pedro Antonio Sánchez dimitía para, según ha explicaba, evitar un “tripartito” en Murcia. No por sus supuestos delitos de corrupción. “Está en mi mano una justicia mayor, que es condenar a Murcia”, “Me quita el sueño un tripartito”o “en 48 horas ese tripartito puede ser una realidad” fueron algunas de sus palabras.