El Pleno de la Asamblea de Madrid ha aprobado, con los votos a favor de los tres grupos de la oposición (Podemos, PSOE-M y C's), una proposición no de ley que reprueba la actuación política del consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, y exige su dimisión o cese "inmediato".

La gota que colmó el vaso del "tripartito de la oposición" - como ha calificado Cifuentes a sus rivales tras la anexión del partido naranja a la reprobación - fue la polémica de los abanicos. Sánchez Martos recomendó el uso de "abanicos de papel" a los alumnos de los colegios como medida para sobrellevar la ola de calor que asola a España. Además, definió esto como "una terapia ocupacional". Incluso llegó a explicar cómo se hacen. "Dobla, dobla, dobla, dobla y tienes el abanico", espetó.

El texto ha sido presentado por Podemos, cuya diputada regional Mónica García ha acusado al consejero de no tener "ningún proyecto" para la sanidad de Madrid "más allá de una suerte de decisiones arbitrarias e impulsivas tomadas a veces desde el desconocimiento y a veces incluso desde la prepotencia del cargo público que ostenta".

"Sus ocurrencias tendrían cabida en una película de José Luis Cuerda del tipo de 'Amanece que no es poco', pero nos limitaremos a reprobarlo por su incompetencia en el papel principal de 'gestione la sanidad, que no es poco'", ha dicho.

Martos no dimitirá

El consejero de Sanidad ya afirmó la pasada semana, cuando supo de la unanimidad de la oposición para su reprobación, que no iba a presentar su dimisión en ningún caso. A la defensa de su compañero ha salido Regina Plañiol. La parlamentaria popular ha tildado de "inconsecuente, mezquina, falaz, injusta y falaz". Aunque, eso sí, no le ha faltado tiempo para sacar pecho por su "gestión excelente de la sanidad en Madrid". 

La bancada del Partido Popular se ha desecho en vítores y aplausos hacia Sánchez Martos que, por cierto, no intervino durante todo el debate. Al mismo tiempo, la formación morada respondía blandiendo unos abanicos morados.