El nuevo curso político se espera turbulento. Una pista de que no va a ser un camino llano para el Gobierno de coalición ha sido la votación que ha acogido este martes la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados -que opera cuando no hay actividad parlamentaria- y donde se ha dejado una muestra de que el bloque de investidura no es un compendio de bailarines que se mueven al unísono. De hecho, andan en direcciones contrarias, y todavía no ha comenzado septiembre.
Es el caso de Junts per Catalunya, que ha pasado de alinearse con el Ejecutivo para hacer presidente a Pedro Sánchez y aprobar la ley de amnistía a votar con el Partido Popular. De apoyar las concesiones a romper la alianza. La estrategia comenzó ya antes del verano, pronunciándose en contra de la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat, lo que ahora parece ser una venganza para la Cámara nacional. Y es que dejan en el aire la aprobación de los Presupuestos de 2025.
La doble cara de Junts con el Gobierno
No ha sido una prueba de fuego pero sí una toma de contacto y de temperatura de lo que viene con la vuelta al cole de la política nacional. La Diputación Permanente ha votado este martes en una jornada extraordinaria varias peticiones de comparecencia presentadas por el Partido Popular y la posición de Junts ha sido una muestra de su estrategia. Los nacionalistas han regresado del verano alinéandose con el PP, en la línea de lo que ya hicieron antes del periodo vacacional.
Entonces votaron en contra de la investidura de Salvador Illa después de que el PSC firmara un pacto con ERC para ello. Cabe señalar que, aunque los de Carles Puigdemont hicieron presidente a Pedro Sánchez, ya advirtieron en aquel momento que la legislatura no estaba hecha, y de hecho son la gran amenaza de la estabilidad del bloque de investidura. Sin ellos no dan los números en el Congreso. Y así lo han vuelto a evidenciar, convirtiéndose en aliados de los de Alberto Núñez Feijóo una vez más.
Los neoconvergentes se encuentran a la espera de que el pacto alcanzado con la coalición para sentar de nuevo en Moncloa al dirigente socialista se cumpla, y pasa por aplicar la ley de amnistía a, entre otros dirigentes, Puigdemont. Por ahora el escollo está en la aplicación de los jueces a esta norma ya aprobada, pero insisten en amenazar al Ejecutivo si no llevan a cabo este punto. De hecho, han desafiado con complicar la legislatura que se reactiva este mes que viene desligándose del resto de aliados del Gobierno.
"Lo primero que queremos dejar claro es que no formamos parte de ningún bloque español, nuestro bloque es el de Cataluña", ha afirmado este martes la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, en declaraciones a los medios desde Cardedeu, Barcelona. Allí también se ha referido al concierto catalán. "El problema no es Cataluña, es el gobierno español que no paga a los catalanes ni la mitad del dinero que debe pagar, mientras en Madrid les paga el doble", ha sostenido.
Además, Nogueras ha acusado a ERC de decir que habían acordado "un concierto económico con el PSOE" mientras "el PSOE dice que no hay concierto económico", por lo que ha exigido una aclaración al respecto. "De momento, lo que ha pasado es que no cobramos", ha dicho. "Queremos que nos expliquen qué es lo que se ha acordado y por qué se ha investido el señor Illa presidente, el PSC más españolista de la historia", ha asegurado en referencia al acuerdo de PSC y ERC.
"No somos socios del PSOE"
Más tarde, la diputada Marta Madrenas i Mir apuntalaba esta idea. "Junts no tiene coalición con los socialistas, no somos socios de este Gobierno, solo nos interpela Cataluña y los catalanes. No hay nada más que ver las votaciones de hoy para ver que socios no somos. No sé a qué se debe esta vocación suya de siempre irnos uniendo cuando saben que no es así", ha sostenido ya en el interior de la sala. Así lo ha hecho esta formación en la primera cita del nuevo curso político.
Y es que Junts ha pasado de abrazar al PSOE a apoyar cuatro de las diez comparecencias que han solicitado los populares. Han contado con su beneplácito la requerida para que el presidente explicara la fuga de Puigdemont de Barcelona y otra para dar cuenta de la crisis migratoria, así como otras dos para dos ministros. Concretamente la titular de Hacienda, María Jesús Montero, para informar del cupo catalán y el de Transportes, Óscar Puente, sobre el "caos" ferroviario.
Con todo, de nada ha servido dado que la suma de PP, Vox y Junts no ha sido suficiente para que saliera adelante. La Diputación Permanente no cuenta con la misma aritmética que la del hemiciclo, especialmente si se tiene en cuenta el bloque de la investidura que hizo presidente de Sánchez hace menos de un año. De lo que sí ha valido es de una llamada de atención a la coalición, que ve peligrar sus propuestas a manos de los neoconvergentes, más cerca ideológicamente de la derecha y la ultraderecha que de la izquierda.
Fuentes de la formación catalana han puntualizado que van a tomar decisiones "pieza a pieza". Así lo han dicho en declaraciones a laSexta sobre si van a llevar una estrategia de votar en contra del Gobierno de ahora en adelante en esta legislatura tras el pacto del PSOE con ERC para hacer president a Illa. "Solo tendremos en cuenta si lo que se vota beneficia a Cataluña o no", han añadido, advirtiendo que tumbarán "todo lo que sea café para todos", la invasión de competencias o "todo lo que sea incrementar los agravios" para la región.
Precisamente uno de los planes que está a la vista y podría decaer ya de inicio es la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2025. Los de Puigdemont quieren conocer qué contiene el documento rubricado por los de Sánchez y Oriol Junqueras y su apoyo a las cuentas nacionales dependerá de nuev si beneficia a "Cataluña o no". Junts ya tumbó el techo de gasto el pasado mes de julio al pedir que se dotara de una décima más de déficit a las comunidades, lo que no se aceptó en la cartera de Montero. Desde Moncloa se muestran optimistas.