Los sindicatos representados en la sanidad madrileña han convocado jornadas de huelga para este lunes y martes próximos y para el 4 y 5 de diciembre, contra el denominado Plan de medidas de garantía de sostenibilidad del sistema sanitario público de la Comunidad de Madrid, que incluye la privatización de la gestión de seis hospitales de la región. El doctor Luis Montes, quien fuera acusado falsamente de sedar a pacientes terminales por la Comunidad de Madrid, y por ese motivo apartado de su puesto de coordinador de urgencias del Hospital Severo Ochoa, ha valorado estas movilizaciones, cuya magnitud, según ha dicho, no había visto nunca.

En una entrevista en Cuatro Poder, Luis Montes ha afirmado que como profesional no puede evitar moverse, que se siente “obligado a hacerlo” porque “hay que difundir nuestra protesta contra este aluvión de medidas que nos llevan hacia la privatización de nuestro sistema sanitario”.

Los ciudadanos aún no son conscientes de la privatización
Según Luis Montes, la ciudadanía aún no es consciente de lo que representa la privatización de la sanidad. “Es un proceso progresivo. Pero la resistencia tendrá que convertirse en rebelión cuando vean qué están haciendo. No sé cómo será esa rebelión. Pero se le está entregando la sanidad pública a empresas de capital de riesgo, y estos solo piensan en sus intereses. Les conceden contratos a 30 años, como a los de las autopistas. Yo espero que la gente se haga consciente y los apoyos vayan a más”.

Lo mismo que hizo Thatcher en Reino Unido
El doctor Montes recuerda que el proceso privatizador impulsado por el Gobierno de Esperanza Aguirre en Madrid es semejante a la que llevó a cabo Margaret Thatcher en Reino Unido.

Se cargó un sistema sanitario que era un referente
“ Cuando Thatcher y su gobierno conservador iniciaron la privatización de la sanidad pública británica, esta era el referente europeo de calidad. La mejor sanidad de Europa. Y se hizo lo mismo que se está haciendo aquí: concesiones administrativas. Que tienen un coste elevadísimo. Mucho más que el sistema público. A los conservadores británicos, aquella reforma les costó 25 años fuera del gobierno. Y hoy se están planteando regresar al sistema antiguo”.