Este miércoles sucedió en el Congreso uno de esos momentos que observas en silencio y se quedan grabados en la retina. Un diputado del PSOE, Lázaro Azorín, conto un relato en primera persona dirigiéndose directamente Vox y sacándoles los colores.

“Tenía 12 años cuando fui consciente de que era gay. Año 1987”, ha arrancado. Azorín ha lamentado que en aquella época la homosexualidad estaba marcada por el “silencio absoluto”: “Ellos hablaban de ellas, ellas hablaban de ellos. Yo ni de mí de nadie con nadie. Ni en casa, ni en el cole ni en la calle”.

De hecho, ha recordado que no existían las redes sociales y, por tanto, no había conexión posible con alguien que estuviera pasando algo semejante: “No hacía falta ninguna conexión con el mundo para saber que, en aquel momento, la homosexualidad era un tema tabú, prácticamente innombrable”.

El socialista ha explicado que percibía “que existía un rechazo prácticamente absoluto por gran parte de la sociedad”. Incluso, ha asegurado que en una ocasión fue testigo de cómo un chico de apenas 13 años llamó a un señor “maricón sidoso”. De los cuatro niños que presenciaron tamaña falta de respeto todos ellos se rieron a excepción de él mismo: “El resultado? ‘¿No te hace gracia? Igual también eres algo rarito’. Y así, como rarito, pasé toda mi adolescencia, como el mariquita para otros tantos”.

Ya en el instituto, con 14 años, sufrió las novatadas y “tuve que morder cebollas al grito de: ‘otras cosas peores te has comido’. También tiraron una moneda de 25 pesetas al suelo, me hicieron tumbarme bocabajo sobre ella y me dijeron que me imaginara que era un trasero, ‘como los que a ti te gustan’, mientras sentía que las zapatillas del 43 presionaban mis glúteos”.

En este punto del relato, Azorín se dirigió a los parlamentarios de Vox allí presentes: “Decirles que en ese momento yo no quería curarme. Yo quería morirme. Pero saqué, como otras personas, una fuerza extraordinaria para no derrumbarme, para continuar amando a las personas que me rodean. Decidí vivir, aunque en esos momentos fue más bien sobrevivir”.

“No nos engañen más, ustedes no son amigos del colectivo LGTBI”, ha zanjado.