El presidente del PP tiene claro que no puede dejar fuera de la lista a Montoro, pero tampoco lo quiere de ministro de Economía, al menos en una primera etapa en la que el nuevo Gobierno va a tener que capear con una crisis en la que la escusa de la herencia socialista no valdrá como argumento en las reuniones de la Unión Europea, de la Eurozona o del G-20.

Luis de Guindos muy cerca del ministerio
El nombre que más se adecúa a lo que Rajoy está pensando como ministro de Economía es Luis de Guindos, cuya formación y conocimientos de idiomas le daría una cierta dignidad al cargo, pero tiene en su contra que era el hombre de Lehman Brothers en España cuando explotó la crisis financiera. Fuentes próximas al PP restan importancia a este hecho y dan como seguro que De Guindos tendrá una responsabilidad de primer nivel.

Montoro quiere ser algo más que secretario de Estado
Rajoy ha prometido varias veces que su Gobierno no tendrá más diez ministerios. Si cumple su palabra, es muy difícil que Luis de Guindos sea ministro de Economía, seguramente con la categoría de vicepresidente, y Cristóbal Montoro acceda nuevamente al cargo de Ministro de Hacienda que ya ostentó con José María Aznar como presidente. Ésta es una dificultad importante, ya que Montoro no aceptaría quedarse en mero secretario de Estado de Hacienda y Rajoy no quiere darle todo el poder económico del Gobierno.

Cañete a Agricultura y Pastor a Sanidad
Dentro del área de gestión económica hay otros nombres que no tienen duda. Miguel Arias Cañete es uno de ellos. Este dirigente popular ha sido fiel a Rajoy en las duras y las maduras y siempre ha estado a su lado. A cambio ya sabe que será ministro y casi con toda seguridad de la cartera que más le gusta, la de Agricultura, en la que ya estuvo con Aznar. Otro nombre con pocas dudas es el de Ana Pastor, gallega como Rajoy, que ya gozó también en etapas anteriores del rango de ministra y que asumirá casi con toda seguridad la cartera de Sanidad.

Otros nombres como los de Fátima Báñez, que también lleva en el área económica del PP desde que Rodrigo Rato era vicepresidente con Aznar, o Elvira Rodríguez, otra fiel de Rajoy, relegada por Esperanza Aguirre a la presidencia de la Asamblea de Madrid para no darle cargos ejecutivos y que también es de la vieja guardia de Rato, pueden tener su rinconcito en la nueva Administración popular si finalmente gana Rajoy y tiene que empezar a llenar el BOE de nombramientos de secretarios de Estado y directores generales.

Vacante en el Banco de España
Donde sí parece que Mariano Rajoy tiene preparada una sorpresa es en el Banco de España. Dentro del partido caben pocas dudas de que el propio Montoro se ha postulado en alguna ocasión, directa o indirectamente, para el cargo de gobernador, qu4e quedará vacante el próximo verano cuando se extingan los seis años de mandato (improrrogables según ley) de Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

Incluso una parte del ala dura del PP ha querido empujar a Rajoy a emprender una cruzada para intentar que Fernández Ordóñez dimita antes del final de su mandato, ya que no puede ser cesado salvo en caso de flagrante delito o porque sea incapaz física o mentalmente de cumplir con sus obligaciones. Según las fuentes consultadas por este diario, ha sido el propio Luis de Guindos quien ha convencido a Rajoy para que no entrara en esa batalla y esperara a que el actual gobernador cumpla su mandato.

Para sucederle gana cada vez más peso en las quinielas José Manuel González Páramo, miembro en la actualidad del consejo del Banco de España y del Banco Central Europeo, sin una significación política muy definida de derecha ni de izquierda, que fue asesor del Ministerio de Economía con Carlos Solchaga de ministro y ascendido a miembro de la Comisión Ejecutiva del Banco de España gobernando Aznar.