Hace dos años vio la luz un partido político surgido para plantar cara a PACMA, pero desde el otro punto de vista. Una formación que, pese a que se está extendiendo la conciencia animalista, decidió dar un paso adelante. Defienden prácticas en las que hay maltrato animal. De hecho, se posicionaron a favor de las peleas de gallos.

PACMA y ANATUR (Acción Natural Ibérica), el Ying y el Yang. Estos últimos defienden la supremacía del ser humano con respecto a las diferentes especies. Unas ideas que poco a poco se van minimizando en la sociedad actual gracias, en parte, a la formación que lidera Silvia Barquero.

Surrealista campaña

En agosto de este mismo año, ANATUR llevó a cabo una campaña inconcebible. Se preguntan qué tienen en común Cayo Lara, Franco, Metallica y Pink Floyd. La respuesta es de lo más rocambolesca e impredecible. Esta formación defiende la caza porque todos los personajes anteriormente mencionados eran cazadores.

Una campaña en la que pretendían reconocer “aquellas personalidades destacables dentro de su profesión que aportan un bien fehaciente y útil a la sociedad indiscutible”, además de “cerrar algunas bocas”.

En la carta publicada en su web y con la firma de Rubén Toledano, secretario General de ANATUR, se pretende “acabar con los tópicos totalmente inventados” por parte de los animalistas. Se defiende a capa y espada actividades como la Tauromaquia o la pesca, “actividades también denostadas por los nuevos adalides de la sociedad urbanita”.

Se escudan en que muchos intelectuales apoyan la caza e incluso la practican, como el Doctor Cavadas, una eminencia de la cirugía reconstructiva. También parafrasean a Félix Rodríguez de la Fuente y aseguran que “no es matar, sino que hay un antes, un durante y un después de dicha muerte del animal”.

Una campaña que, a día de hoy, no entienden la gran mayoría de personas de “la sociedad urbanita”, pues ha generado una conciencia animalista inexistente hace un años. Sin embargo, pese a ello, ANATUR sienta cátedra y califica a los defensores de los derechos de los animales como incultos porque “cada día leen menos”.