El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, se ha pronunciado este miércoles en la red social X tras confirmarse que el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha recurrido de nuevo a la prórroga de los presupuestos autonómicos. Se trata de la sexta prórroga presupuestaria en la comunidad, algo que ha aprovechado Puente para sentenciar las críticas del PP al Gobierno.

En su mensaje, Puente ha afirmado: “Seis prórrogas, seis. Pero aquí nadie ha dicho que sea un gobierno incapaz de gobernar. Repito la de hoy, la sexta”, en un comentario irónico que acompañaba a una información difundida por Radio Valladolid de la Cadena SER.

Hace referencia a la confirmación de que el Ejecutivo autonómico volverá a prorrogar las cuentas ante la falta de apoyos parlamentarios para aprobar unos nuevos presupuestos. Castilla y León lleva varios ejercicios funcionando con presupuestos prorrogados, una situación que ha generado críticas desde la oposición y desde otros ámbitos políticos.

El comentario del ministro se enmarca en el debate político sobre la estabilidad de los gobiernos autonómicos y la capacidad de sacar adelante sus principales instrumentos legislativos, como son los presupuestos, en un contexto de fragmentación parlamentaria.

El doble rasero en el debate presupuestario

La situación en Castilla y León ha reabierto además el debate sobre el uso político de las prórrogas presupuestarias y el distinto tratamiento que reciben según la administración y el gobierno afectado. Mientras desde el Partido Popular se ha exigido en reiteradas ocasiones la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales ante la falta de Presupuestos Generales del Estado, el Ejecutivo autonómico de Alfonso Fernández Mañueco afronta su sexta prórroga consecutiva sin que se haya planteado públicamente una exigencia similar en su ámbito territorial.

Esta comparación ha sido utilizada para cuestionar la coherencia del discurso de la oposición, que ha convertido la ausencia de Presupuestos estatales en uno de sus principales argumentos contra el Gobierno central, pero no ha aplicado el mismo criterio cuando la falta de cuentas se produce en comunidades gobernadas por el PP. Castilla y León se ha convertido así en uno de los ejemplos más claros de esta contradicción, al acumular varios ejercicios consecutivos con presupuestos prorrogados sin que ello haya derivado en un cuestionamiento institucional de la continuidad del Ejecutivo autonómico.

La reiteración de prórrogas presupuestarias en la comunidad pone de relieve, además, las dificultades para alcanzar acuerdos parlamentarios estables en un escenario político fragmentado, una circunstancia que afecta tanto al ámbito autonómico como al estatal. En este contexto, el debate sobre los Presupuestos ha dejado de ser únicamente una cuestión de gestión económica para convertirse en un elemento central del enfrentamiento político y del relato partidista, utilizado como argumento de desgaste y confrontación en ambos niveles de gobierno.

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