El nuevo hospital de pandemias Enfermera Isabel Zendal fue inaugurado este martes por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Aún no ha recibido pacientes ni tiene personal, de hecho, un email interno ha revelado que únicamente podrán abrir con “3-4 camas UCI”. No ha hecho falta que el centro echara a andar para que ya se confabule con que su construcción acabará en los tribunales.

“2020: El PP inaugura el Hospital Isabel Zendal. 2025: El PP declara en el caso Hospital Isabel Zendal”, escribió elocuentemente en Twitter el diputado y portavoz parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián. El mensaje destilaba sorna, pero dados los precedentes, puede no andar muy desencaminado. Y es que, la construcción de hospitales ha dado más de un quebradero de cabeza al PP. Tanto es así, que tres expresidentes de la Comunidad de Madrid están imputados en el marco del caso Púnica por presuntos delitos de malversación, cohecho, fraude, falsedad electoral y prevaricación.

En septiembre del año 2019, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón atendió la petición de la Fiscalía Anticorrupción e imputó a Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes e Ignacio González en Púnica.

En el auto, el juez expuso un sistema perfectamente engrasado de desvío de fondos públicos en la construcción de hospitales y centros de salud. Valiéndose de la denominada cláusula del 1%, más de dos millones de euros públicos acabaron engordando las arcas de la caja B del PP madrileño.

El mecanismo era sencillo. En los contratos se impuso una cláusula que obligaba a la empresa adjudicataria a abonar, en concepto de publicidad de la obra, hasta un 1% del presupuesto de cara contrato. ¿El objetivo? “Desviar fondos públicos a favor del partido”, aseguró el juez.

"La obligación de pago de dicha cantidad por el adjudicatario del contrato obligaba al mismo a incrementar en ese 1% su oferta, con el consiguiente perjuicio para las arcas públicas, que veían minorados sus fondos en ese porcentaje", precisó el magistrado.

Este modelo fue supervisado por la propia Esperanza Aguirre y una de las consejerías más utilizadas fue la de Sanidad. Tal y como publicó ElPlural.com, los populares madrileños robaron dos millones de euros gracias a esta cláusula en la construcción de hospitales. La consejería de Sanidad la aprovechó en el denominado Plan de Infraestructuras Sanitarias 2004-2007, donde se introdujeron estos pliegos. El resultado es bien claro: más de 1,8 millones fueron a parar a empresas de Horacio Mercado y 1,2 fueron abonados por las constructoras de centros de salud y algunos hospitales en más de una decena de municipios de la Comunidad. 

Estos son los hospitales afectados:

  • Hospital del Tajo (Aranjuez), cuya concesionaria pagó a empresas de Mercado 138.017 euros
  • Hospital del Sureste (Arganda), con 152.906 euros
  • Hospital del Henares (Coslada), con 258.297 euros
  • Hospital de Puerta de Hierro (Majadahonda), con 917.164 euros
  • Hospital Infanta Cristina (Parla), con 240.972 euros
  • Hospital Infanta Sofía (San Sebastián de los Reyes), con 86.532 euros
  • Hospital Infanta Leonor (Vallecas), con 89.394 euros.

En cuanto a los desvíos, afectaron a centros sanitarios de Valdemoro, Alcalá de Henares, Velilla de San Antonio, Móstoles, El Escorial, Leganés, Alcorcón, Majadahonda, San Martín de la Vega o Mejorada del Campo.

El sobrecoste del Zendal

Además de los precedentes, que siembran serias dudas, lo cierto es que ya hay un asunto que chirría en el Zendal: el sobrecoste.

Según pudo constatar ElPlural.com. el centro sanitario mandado construir por Ayuso acumula un sobrecoste del 190%, puesto que se presupuestaron inicialmente 52 millones y ya van gastados 97.

El elevadísimo sobrecoste se habría generado a raíz de la necesidad de incrementar el alcance del proyecto y la extensión de la climatización al conjunto del hospital. También se han tenido que adaptar necesidades de obra que inicialmente no se ajustaban a la realidad (volúmenes de tuberías, red eléctrica, saneamiento, etc.) y que, además, tenían estimado un coste muy por debajo del precio real de mercado.