Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han concluido su cumbre por videoconferencia sin grandes avances sobre la creación de un fondo de recuperación que relance la economía del bloque una vez superada la pandemia de Covid-19 y han encargado a la Comisión Europea que elabore una propuesta concreta sobre el mismo.

El presidente del Consejo europeo, Charles Michel, ha reconocido en una rueda de prensa posterior a la reunión que este fondo de reconstrucción es "urgente y necesario" y, por tanto, debe contar con un tamaño "suficiente" como para ayudar a las regiones europeas y los sectores económicos más "golpeados".

Sin embargo, las capitales siguen divididas sobre las principales características de esta estrategia. Aunque parece claro que Bruselas emitirá bonos para financiar el fondo, el sur y el norte de la UE difieren ahora en la forma en la que este dinero será trasferido a los países: España, Italia o Portugal, por ejemplo, reclaman que sea a través de subvenciones no reembolsables, mientras que Alemania o Países Bajos abogan por préstamos que los socios tengan que devolver.

Sobre esta cuestión, la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha reconocido que existe una "variedad de opiniones", pero ha garantizado que la propuesta final contendrá un "equilibrio sólido" entre créditos y trasferencias directas. "Hay ventajas e inconvenientes en ambos casos y se han intercambiado argumentos de forma muy constructiva", ha señalado.