Si bien José Manuel Villegas, secretario general de Ciudadanos, ha insistido en que el encuentro de Ignacio Aguado, líder del partido en la Comunidad de Madrid, con su homóloga en Vox, Rocío Monasterio, fue un simple encuentro informal y que “no se negoció nada”, las últimas noticias apuntan a que la relación bilateral entre las dos formaciones, enquistada hasta el momento, empieza a despegar.

Los naranjas no ven con malos ojos entregar sus votos para que la extrema derecha entre en la Mesa de la Asamblea de Madrid. Tal y como recoge Europa Press, esta especie de pacto no escrito podría producirse si los ultras apoyan que Juan Trinidad, candidato de Ciudadanos a presidir el órgano parlamentario, encabece la institución.

A pesar del portazo reiterado por el núcleo fuerte de Rivera a reunirse conjuntamente con PP y Vox, como piden sus socios para facilitar las negociaciones y acortar los plazos, el entendimiento ya ha empezado a producirse. La buena sintonía con los populares ya había propiciado un principio de acuerdo para establecer cómo quedará la Mesa de la Asamblea. El alto el fuego (momentáneo) con Vox pone la guinda a las aspiraciones particulares de las tres derechas.

Así las cosas, Trinidad parte en cabeza en las encuestas. Isabel Díaz Ayuso, previsible futura presidenta de la Comunidad de Madrid, ya se ha mostrado dispuesta a entregar la presidencia del órgano rector a sus socios de gobierno: “Queremos cerrar en el día de hoy todo entre los tres partidos”, ha señalado.

El PSOE de Madrid no renuncia a presidir la institución. Defienden a su candidata, Pilar Llop, alegando que los socialistas han tenido la lista más votada en las elecciones. Solo falta ponerle el broche a la candidatura y que Llop sea respaldada por la Ejecutiva del PSOE-M tras reunirse esta tarde.