El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha acusado este sábado a la izquierda de "resucitar el dóberman" y el "miedo" ante las elecciones del 4 de mayo y ha apelado a la concordia y la reconciliación de la Transición. Dicho esto, ha proclamado que el PP no quiere "ni piedras ni balas".

"Lo peor que ha hecho la izquierda es volver a resucitar el dóberman, el miedo. Es patético, pero es terrible que en política se te acaben los argumentos y se te acabe la decencia para intentar atemorizar a los madrileños", ha aseverado en un acto de campaña en un parque de Pozuelo de Alarcón en apoyo de la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, ante más de quinientas personas.

Tras defender el proyecto que presenta el PP a las elecciones, Casado ha aludido a la crispación que se ha instalado en la campaña tras el choque entre Rocío Monasterio y Pablo Iglesias, y ha pedido "unidad en las calles" y una "libertad sin ira" porque, según ha dicho, el PP "no quiere un país a garrotazos".

"No queremos ni piedras ni balas. No queremos ni amenazas ni insultos. No queremos ni boicots ni cordones sanitarios, queremos concordia, queremos paz civil y libertad", para resaltar que el PP quiere "una España en color y no en blanco y negro".

Casado ha insistido en que "no está España para garrotazos", sobre todo después de los "100.000 fallecidos por el maldito Covid". "Nosotros a lo nuestro. Nos pagan un sueldo para servir a los españoles y resolver sus problemas, no para crearlos, pelearnos y gritar y molestar a quién piensa distinto", ha aseverado, para llamar a acudir con "ilusión" y "con ganas" el 4 de mayo para después "cambiar esa España que intenta recetar Pedro Sánchez".