Sigue la lucha interna de Podemos. Prácticamente sin tiempo para digerir el mal trago del chalet, y con el disgusto del Consejo de Ministros formado por Pedro Sánchez todavía muy presente, un viejo conflicto vuelve a salir a la luz: Podemos Madrid.

Hablamos de las tensiones entre Iñigo Errejon y Ramón Espinar a raíz de las primeras de la Comunidad de Madrid. Tras una crisis abierta, ambos consiguieron públicamente sellar las paces.

Sin embargo, un tuit de Errejón ha vuelto a destapar la caja de Pandora. En concreto, este jueves el Secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político de la formación morada se mojó y anunció públicamente su apoyo explícito a varios candidatos a las primaras de Podemos en la región de Madrid.

Unas primarias que se celebraran en más de 30 municipios de la capital entre los días 11 y 18 de junio, donde los inscritos de Podemos en la Comunidad de Madrid deberán elegir a sus representantes para que preparen las próximas elecciones municipales de 2019.

Entre esos municipios, naturalmente concurrirán bajo la marca ‘Sí Municipales 2019, con Errejón’ una docena de candidatos errejonistas que en algunos distritos rivalizarán con los pablistas, como es el caso de San Sebastián de los Reyes, Las Rozas, Leganés, San Fernando o Coslada.

Una "intromisión" en un proceso interno

No obstante, esta postura de Errejón no ha sentado bien a la dirección de Podemos Madrid. Según fuentes internas de la formación morada cercana a Ramón Espinar, esta decisión es una intromisión en un proceso interno a nivel local. Algo que les ha sorprendido y decepcionado a partes iguales.

Por su parte, el sector errejonista señala que el que empezó todo fue precisamente Ramón Espinar apoyando una serie de candidaturas. Asimismo, también recuerdan Espinar apadrinó la corriente #UnidasRumbo2019, formado por candidatos pablistas.

Sin embargo, no a todos los apadrinados por Errejón les ha gustado su apoyo. Este es el ejemplo de Jesús Arrabé, el candidato por Móstoles, que también vía Twitter ha agradecido la decisión, pero no quiere que nadie le tutele porque se siente "incómodo".