Hace unos días conocimos un texto que escribió Pablo Casado durante sus años como estudiante de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. El líder popular se hospedaba entonces en el Colegio Mayor Elías Ahúja, un centro religioso agustino donde solo se aceptaban hombres. Sabiéndose entre amigos, un Casado mucho más joven y lenguaraz armó un texto en tono sarcástico para la revista El búho, tal y como ha informado La Marea.

Hasta aquí nada reseñable. Sin embargo, ahondando en lo escrito se aprecia algún que otro tinte racista, supremacista, machista. Improperios desagradables con los que Casado describía el mundo en ojos de un animal denominado “lupus ahujus” (un trasunto de los alumnos del colegio): “Se trata de una especie bastante evolucionada, con una masa craneoencefálica muy superior a la de otras manadas colindantes. Es característico en él, por un lado, su anormal desarrollo hepático, que constituye una peculiar inmunidad a la ingestión de sustancias alcohólicas y, por otro lado, la patente superioridad pélvica y genital con respecto a las otras especies rivales”.

El presidente del Partido Popular Pablo Casado interviene en el Congreso de los Diputados. EP

Las 'hazañas' de Casado

Una de las partes del texto donde más evidente es el supremacismo es el momento en el que se refiere a la “casta marginal de lobos indoeuropeos que intentaron asentarse en precarias condiciones por las inmediaciones del territorio ahújo y que, tras ser desalojados por efectivos de ICONA y ADENA, siguen merodeando por la zona”.

Pero el texto de Casado no queda ahí, sube de tono y pasa del racismo a las hazañas sexuales de los miembros de la ‘manada’: “Al entrar a formar parte de la manada, comienzan a aflorar en él instintos de voraz carnívoro para con toda clase de hembras en periodo fértil”.

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El número uno del PP continúa y sostiene que “se ha convertido en un feroz e infatigable cazador de carne fresca… entre sus presas más codiciadas se encuentran, como es obvio, las lobas. Aunque, si existe carestía de estas, recurre de buen grado a otras especies animales como cerdas, zorras, gallinas o cualquier especie de ave que le ponga los huevos”.

Sin embargo, el actual líder popular no es el único que esconde escritos de juventud. Resulta curioso que sus dos predecesores, Mariano Rajoy y José María Aznar, también dejaran sobre el papel referencias a la supremacía de la raza, la clase y las bondades de la España más retrógrada y ominosa.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Mariano Rajoy Brey: Determinismo biológico y valor de la estirpe

El expresidente del Gobierno hasta hace apenas ocho meses, cuando una moción de censura impulsada por el PSOE provocó su caída, no siempre se preocupó tanto por cuidar las formas. Dos artículos de opinión redactados por el otrora líder popular en El Faro de Vigo muestran un ideario alejado de lo defendido desde su escaño años después en el hemiciclo. Bonachón y sencillo con el tiempo, llama la atención el mensaje clasista que prodigaba cuando tenía 30 años y ocupaba un puesto como presidente de la Diputación de Pontevedra.

Basado en el determinismo biológico y en el valor de la estirpe y la familia, Rajoy defendía las bondades de la diferencia alegando que ya “en épocas remotas se afirmaba que la estirpe determina al hombre, tanto en lo físico como en lo psíquico”. Diferencias heredades por patrón genético que, en palabras del que lo fuera todo en Génova 13, evidenciaban su discurso: “Demostrada de forma indiscutible que la naturaleza, que es jerárquica, engendra a todos los hombres desiguales, no tratemos de explotar la envidia y el resentimiento para asentar sobre tan negativas pulsiones la dictadura igualitaria”.

El expresidente del Gobierno José María Aznar durante su participación en un encuentro organizado en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga. EFE

José María Aznar y la lucha por la fructificación del mensaje ‘joseantoniano

“Los jóvenes falangistas están cansados de dar y no recibir, están cansados de escuchar promesas y recibir fracasos; están cansado de escuchar ‘bonitos discursos’ que solo sirven para crear más confusionismo del que ya hay, para crear el verdadero rostro de quienes la pronuncian. Ellos cortaron por lo sano e hicieron bien. Ellos están empezando otra vez de cero la obra que José Antonio planteó y España espera”. Este párrafo fue escrito por José María Aznar. El primer presidente del Gobierno electo por el Partido Popular se mostraba abiertamente como un idealista falangista independiente. Esto se produjo cuando era adolescente, a los 16 años de edad. Sin embargo, años más tarde también ha dejado en la hemeroteca todo tipo de artículos en los que su mensaje es más cercano a los ideales de la extrema derecha que a los de un partido conservador en época democrática.

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