La sangre corre a borbotones en el Partido Popular pese a haberse conjurado para pasar página y cambiar de liderazgo de forma lo menos traumática posible. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha disparado contra Pablo Casado y Teodoro García Egea. Sin decir sus nombres, pero dejando claro de a quién se refiere, Ayuso ha pedido que sean expulsados por haber investigado los contratos de su hermano, que ya obran en poder de la Fiscalía Anticorrupción.

En declaraciones a los medios, Ayuso ha sostenido que “los que se han dedicado a destruirme deben ser apartados”. A su salida de la Junta Directiva Nacional del PP, la dirigente madrileña ha afeado la insensatez de tales “prácticas como las que yo he tenido que aguantar” y ha pedido que se aclare “de dónde salen esos anónimos, cómo se pueden filtrar datos de empresarios” y, en definitiva, “quién ha provocado todo esto”.

Preguntada sobre si estaba pidiendo la expulsión de Casado y Egea del PP, Ayuso ha evitado mentarles, pero ha sido cristalina: “Estoy pidiendo saber cómo salen unos anónimos, cómo llegan, cómo tenemos en la Fiscalía un asunto que a todas es legal, cómo hemos llegado a esto”. Y ha reiterado: “Todas las personas que se han dedicado a destruirme tienen que ser apartadas. No estoy apuntando a nadie porque desconozco quién está detrás de esto”.

Ayuso ha descartado una hipotética candidatura a liderar el PP alegando que “tengo un compromiso con los madrileños”.

Críticas a puerta cerrada

La presidenta de la Comunidad de Madrid también se ha despachado a gusto también a puerta cerrada. En la Junta Directiva Nacional, Ayuso ha criticado que la cúpula estuviera más preocupada por “protegerse” que por erguirse como la alternativa al Gobierno de coalición de Pedro Sánchez. Según fuentes de su entorno, durante su intervención ha hecho hincapié en que tras su victoria en las elecciones autonómicas del 4 de mayo lo tenían “todo a su favor” para coger rebufo: "Una izquierda contra las cuerdas, desacreditada, despojada de los efectos de su propia propaganda, pero, sobre todo, un centro derecha ilusionado, convencido y fuerte".

Pero, a su parecer, "da la sensación de que algunos pensaron más en protegerse por si llegaban momentos como este, que en ser la verdadera alternativa a Sánchez". "Por eso estamos así en las encuestas. Lo que estaba pasando en la casa va mucho más allá de lo sucedido conmigo", ha subrayado.

Con respecto a las acusaciones sobre su hermano, la presidenta regional ha defendido que "la Comunidad de Madrid, fuertemente castigada durante la primera ola y ante la inacción del Gobierno, tuvo que hacer lo imposible para conseguir material con el que proteger a los sanitarios y salvar vidas". "No nos gastamos el dinero del contribuyente en prostíbulos o mariscadas. Peleamos los cierres ilegales de Madrid, demostramos al país la clase de gobierno que tenemos", ha manifestado.

En este sentido, ha defendido que su Gobierno "jamás hizo otra cosa que actuar con rectitud y gran profesionalidad" y ha asegurado que "jamás benefició a ningún familiar" y menos, suyo. "Ni familiar, ni amigo. No encontraréis un ejemplo que me desmienta. El contrato famoso, del que se ha estado hablando en cada redacción porque había una misión encargada desde esta casa para que se supiera fue un contrato ajeno a mí. Me enteré en la séptima planta de su existencia un año y medio más tarde. Jamás medié en él", ha sostenido la dirigente madrileña.