El que fuera vicepresidente del Gobierno de Felipe González, Alfonso Guerra, firme defensor de la indeseabilidad y la ilegalidad de los indultos a los presos del procés, ha lanzado un afilado dardo a Pedro Sánchez por haber cambiado de opinión con respecto a la medida de gracia. En una entrevista en RNE, el ex dirigente socialista ha aseverado que “me pueden pedir moderación, pero no renunciaré a la libertad de pensamiento. Yo tengo mi criterio, no como otros, que dicen que no al indulto y ahora sí”, haciendo referencia a Sánchez.
A juicio de Guerra, el Ejecutivo ha tomado la decisión de otorgar la medida de gracia y “se puede estar a favor o no”, pero “el problema es cuando desde el Gobierno se acusa de revanchistas o vengativos a los que están en contra” porque cercena el debate político. “Si anunciamos que los buenos son los que quiere el indulto y los malos los que no, no hay debate. Los catalanes nacionalistas creen que tienen superioridad moral ante el resto; y el Gobierno sin darse cuenta ha imitado eso”.
Con respecto a si Sánchez debiera haber buscado un mayor consenso, ha admitido que “se puede hacer” sin alcanzar un gran acuerdo, pero “ha habido ciertas irregularidades”, ha censurado, recordando que los presos independentistas no han mostrado arrepentimiento, ni han dicho que no lo volverán a hacer, ni que acatarán la Constitución.
Guerra coincide con la opinión de Pablo Casado, líder del PP, aunque precisa que “yo no tengo nada que ver con él”. De hecho, se ha sacudido cualquier tipo de vínculo y se ha limitado a justificar que “en España hay cierto infantilismo cuando uno tiene una tesis sobre algo, porque siempre aparece uno diciendo ‘oye, pero este otro dice lo mismo’…”.
Preguntado sobre posibles soluciones alternativos para desencallar el enquistado problema territorial de Cataluña, ha reconocido que “siempre hay que hablar”; pero a su vez, ha lamentado que “el Estado no tiene presencia en Cataluña” e incluso ha apuntado que “RNE se parece mucho a TV3”. “Hay que dedicar mucho tiempo y mucho dinero porque ellos han dedicado muchísimo dinero a crear esta situación. Eso implica una entrega muy grande. No es solo un diálogo o una mesa”, ha zanjado.
