El PSOE presentó en el registro del Congreso de los Diputados el pasado viernes. Seis días después, tendrá lugar el debate de investidura. Tras ser calificada por la Mesa, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha fijado como fechas el 31 de mayo y el 1 de julio. La moción arrancará el próximo jueves a las 09:00 horas, tan pronto como ha sido posible. No es la primera moción que fecha Pastor, sin embargo, su decisión denota una gestión partidista. Cuando fijó la fecha de Podemos contra Mariano Rajoy, Pastor dilató el debate casi un mes, lo que a juicio de los dirigentes morados fue una “cacicada”. Ahora, en la iniciativa impulsada por el PSOE, Pastor se ha apresurado. ¿Por qué?

La fecha de la moción de Pablo Iglesias fue el pasado 13 de junio y se celebró en la misma semana que el 39 Congreso del PSOE. Dilatar el debate era una buena opción para calmar las aguas y pillar a los socialistas en pleno proceso interno de primarias. Ahora, con un Ciudadanos reticente que baraja mantener a Rajoy en el Gobierno con tal de no votar junto a Iglesias y, previsiblemente, los independentistas; Sánchez tendrá que ganarse el apoyo de los secesionistas y del PNV. Y cuanto menos tiempo tenga para maniobrar y conseguirlo, mejor para el Partido Popular.

Pastor ha fijado el debate en la primera fecha disponible. Según figura en el Reglamento de la Cámara Alta, la moción la fija la presidenta del Congreso pero debe dejar, al menos, cinco días de diferencia entre la presentación de la iniciativa en el registro y el debate.