Corría el año 2015. Era septiembre y en unos meses se celebraban las primeras elecciones generales a las que se presentaba Podemos, con Pablo Iglesias como candidato a la Presidencia del Gobierno. El líder morado vivía en Vallecas y la periodista Ana Rosa Quintana se trasladaba al barrio madrileño para pasar 24 horas con él. Una jornada que empezaron saliendo a trotar y que Iglesias aprovechó para dar su opinión sobre los políticos que se “aíslan” y “que viven en chalets”.

En plena carrera, Ana Rosa aplaudía el cambio de Vallecas en los últimos años, pero le decía a Iglesias: “Llegará un momento en el que no podrás vivir aquí”. Ante lo que el líder de Podemos se mostró tajante: “A mí me parece más peligroso el rollo de aislar a alguien. Este rollo de los políticos que viven en Somosaguas, que viven en chalets, que no saben lo que es coger el transporte público o el precio de un café”.

La vida te cambia en tres años y, tras dejar Vallecas, Iglesias pasó por Rivas-Vaciamadrid y ahora se acaba de mudar con Irene Montero a un chalet en la Sierra de Madrid, a 40 kilómetros de Madrid, valorado en 600.000 euros.