Mitad de mayo y con él la angustia por tener cuanto antes los trabajos de Fin de Grado (TFG) y Fin de Máster (TFM). Largas noches y pocas horas de sueño, con el café como gran amigo, son las que les esperan a miles de estudiantes que aspiran a acabar este año el grado o máster que estén cursando.

Sin embargo, como se ha visto en el caso de la ya expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, existe una alternativa a esta odisea. Y no nos referimos a plagiar un trabajo –con los constantes avances tecnológicos cada vez es más difícil que salga bien esta vía-. Se trata de un plan B también al margen de la legalidad, y con en el que no se tendría que escribir ni una coma. Hablamos de comprar un TFG o TFM. Como lo leen.

Hace un mes, en pleno apogeo del Mastergate de Cifuentes, en ‘El Plural’ publicamos el consejo que le daba un tuitero a la entonces presidenta de la Comunidad. El usuario (@villenaoliver) escribía “Por si te sirve @ccifuentes” y añadía una foto de un anuncio visto en una marquesina de autobuses, en la que una consultoría ofrecía sus servicios para elaborar trabajos de Fin de Grado o Fin de Máster, “garantizando máxima confidencialidad” y un “compromiso individual” para el “objetivo común de obtener la mayor calificación”.

Aparentemente seductora la oferta, ¿pero cierta? En ‘El Plural’ hemos intentado resolver esta pregunta. Haciéndonos pasar por estudiantes de un Máster en Relaciones Internacional, nos hemos puesto en contacto, vía correo electrónico, con esta consultoría para conocer más a fondo cuánto costaría hacerse un Cifuentes.

Un TFM por 600-700 euros

“Aproximadamente, uno de entre 100 y 125 páginas, costaría 600-700 euros”. De esta manera tan rotunda contestan desde la citada consultoría a la pregunta básica de cuánto sería el coste de este servicio. No obstante, nos advierten de que este precio “varía en relación al número de páginas, la materia, y si quieres que sea en inglés o español” y que es “el doctor” (la persona que nos va a hacer el trabajo) el que dicta el importe final.

Asimismo, nos garantizan que nuestro trabajo final no va a ser plagiado puesto que han realizado ya “unos 60 trabajos (sumados TFG y TFM), y la nota más baja ha sido un 7’3”. También nos aseguran “discreción” puesto que no se exigen “datos comprometedores” de los clientes.  

Captura de pantalla de la conversación

No contentos con esta información, desde el periódico vamos más allá y preguntamos en cuánto tiempo podría estar listo nuestro TFM y cómo se gestionaría el tema del pago. En cuanto a los plazos de entrega, afirman que suelen tardar “como máximo un mes y medio, y si es en inglés dos meses, aunque siempre solemos tardar unas tres semanas”. En cuanto al método del pago, además de la transferencia o en metálico, nos sorprenden aceptando “criptomonedas” como el Bitcoin o el Ethereum. Por último, nos certifican que en caso de suspender el TFM –aunque aseguran que no va a ocurrir- el dinero sería devuelto íntegramente.

Finalmente, tras una decena de correos intercambiados en menos de un día, encargamos un trabajo de Fin de Máster en español y de 150 páginas de extensión por 750 euros, aunque a última hora nuestro contacto nos cita a un encuentro personal en la estación de Atocha para realizar el pago en mano a él mismo porque asegura que “los doctores nunca pueden conocer a los clientes”.