Desde las elecciones del 21D en Cataluña, raro es el día que no vemos a Jaume Vives en televisión. Más conocido por ser el “portavoz” de Tabarnia. Anteriormente, también hubo que verle dando la serenata, nunca mejor dicho, con su idea de poner altavoces en el balcón con Manolo Escobar a todo trapo. Este nuevo referente de los contrarios al independentismo tiene un pasado imborrable por mucho que ahora se haya rapado el pelo y ofrezca un look más cercano al pueblo.

Gracias a la investigación de Estoy Bailando, un blog dedicado a defender los derechos LGTB, hemos conocido el curriculum “homófobo, machista y xenófobo” de Vives, que cultivó con su propio periódico digital, El Prisma. Un medio centrado sobre todo en entrevista a personajes como Santiago Abascal, líder de VOX, a Ignacio Arsuaga, presidente de Hazte Oír, a Josep Anglada, el líder xenófobo de Plataforma Per Catalunya y otros personajes obsesionados con la curación de la homosexualidad.

Unos entrevistados que siempre cojeaban del mismo pie y a los que Vives siempre tenía reservadas un par de preguntas sobre el matrimonio homosexual y el aborto para que pudieran dar rienda suelta a sus pensamientos más retrógados.

Desde Estoy Bailando reconocen que el entrevistado no hace al entrevistador, pero para eso está su propio pensamiento plasmado en varios de sus tuits. Mensajes en los que culpa al Islam de atentados y señala a esta religión como “instrumento de Satanás” sólo a la altura de “la ideología de género”.

En su Twitter también difundía artículos como este de Hispanidad en el que se apoyan las “terapias de conversión” para, sino curar, al menos “ayudar al homosexual a superar sus problemas”. Porque, dicho texto, aunque no considera la homosexualidad una enfermedad, sí lo ve como una “inmoralidad” que propaga el SIDA.

Los autores de Estoy Bailando critican con dureza a los periodistas que dan voz a Vives. “Sé que os reís porque Vives, se supone, le da de hostias -argumentativas- a los independentistas. Pero también se las da a los maricones. A los negros. A los musulmanes. A las mujeres. Y no he visto a ninguno de vosotros aprovechar esas jocosas entrevistas para echarle eso en cara. Hacéis la vista gorda. Y ese silencio os hace cómplices”.

“Luego, cuando vuelvan a pasear un autobús cargando contra los menores trans, no dudéis en decir lo muy indignados que estáis”, señalan desde el blog LGTB, “y cuando pase todo eso recordad que sois vosotros los que estáis dando altavoz a ese discurso”.