Los Hijos de la Ruina se han juntado otra vez. Natos, Waor y Recycled J son otros respecto a 2012. Más hechos. Más adultos. Pero a la vez los mismos. Representantes de una generación que ha ido creciendo junto a ellos. Y disfrutando de sus diferentes estilos. Rollos distintos pero genialmente complementados.

A lo largo de estos años, se han convertido en el altavoz de un sentimiento común. Jóvenes identificados con sus letras. Que han gritado en multitudinarios conciertos. Echando humo por la boca y lanzando cachis al aire con ojos químicos.

Y de repente, un nuevo martes 13, ha llegado Hijos de la Ruina Volumen 3. Tres amigos que siguen escupiendo verdades. A base de rock and roll, reggeaton o puro rap. Para hablar de su nuevo trabajo, ElPlural.com ha hablado con una de las puntas del tridente. Recycled J.

Pregunta: Hijos de la Ruina Volumen 3. Han pasado muchas cosas desde el primero.

Respuesta: Empezamos con el Volumen 1 sin muchas pretensiones. De hecho, fue una maqueta. En el Volumen 2 ya teníamos un enfoque profesional acorde a nuestras carreras. En ese aspecto, Natos y Waor me llevaban la delantera. Ahora, los tres somos artistas con las ideas claras y una trayectoria encaminada. Y estamos de vuelta cuatro años después. Además, la situación actual permitía volver a juntarnos. La gente tiene cariño al proyecto y se nota.

P: En este grupo encarnas una especie de contrapunto respecto a Natos y Waor. Musical, estético, lírico. Y encaja.

R: Con los años hemos ido encontrando nuestro sitio. En HDLR 1, quizás yo tenía un estilo más cantado y ellos más macarra. Luego ellos se han definido hacia esa línea que tenía yo y yo me he ido enfocando a una música más electrónica, R&B o funky. Yéndome un poco hacia el pop. También nos diferenciamos en el diseño de la imagen, el envoltorio. Somos distintos. Ellos tienen un punto más de oscuridad y yo de luz. La relación personal nos une y nos hace buscar elementos en común. Además, antes de hacer canciones éramos colegas. Siempre es bonito juntarse.

P: ¿Cómo le explicarías a alguien que no os conoce de nada qué es un hijo de la ruina?

R: El concepto nació en 2012. Venimos de una generación con pocas posibilidades. Se nos definía como la generación más preparada de la historia pero luego no teníamos trabajo. A mí, de hecho, me tocó irme fuera de España. Al pensar los nombres, Hijos de la Ruina nos marcaba mucho y en ese primer disco predominaba un componente más tristón, oscuro, nostálgico e introspectivo. Queríamos transmitir que éramos hijos de esa generación y muchos chavales que han ido creciendo con nosotros siempre han empatizado y han sentido este proyecto como suyo.

P: Uno de los primeros temas en salir ha sido Más Alcohol. Y en él apostáis por el rock. Me la imagino cantándola en la tipica verbena de pueblo después de no sé, Fiesta Pagana, por ejemplo.

R: Total. Me recuerda un poco a cuando saqué Superpoderes. Entonces, solo se podía salir a la calle hasta las 20:00 de la tarde. Si hubiera un concierto de Hijos de la Ruina, Más Alcohol sería sin duda de las más cantadas. Tiene ese toque himno. De griterío y borrachera.

P: Hay varios artistas de la denominada escena urbana que se atreven a fusionar su estilo con el rock. A nivel internacional se me vienen a la cabeza las colaboraciones de Travis Baker con muchos traperos como Trippie Red en Neon Shark vs Pegasus​ o en España Dellafuente en Taifa Yallah. ¿Ves que la música está yendo por ahí?

R: En este mundo, está prácticamente todo inventado y cuando algo triunfa es porque es algo muy innovador. De hecho, desde hace un par de años tengo varias canciones enfocadas en el rock. Aunque un estilo más balada de Metallica. Algo como lo que hizo en su momento XXXTENTACION, por ejemplo. O un rollo sin rozar el country de Johny Cash. Artistas como Post Malone o Trippie Red han vuelto a esa esencia. Para meter unas baterías de mentira, metemos a un batería real. Estas innovaciones son una forma de descubrirte y a mí me encanta hacerlo. También es cierto que Recycled J ya despista bastante como para embarcarse en un proyecto de rock. Pero me encantaría, claro.

P: ¿Estáis muy arriba ahora no? Videoclip con Antonio Resines, Loles León...

R: Ha sido un orgullo. No es la primera vez que hemos intentado tirar de grandes nombres. No solo por el factor comercial sino también por el mero hecho del reconocimiento. También sale Jaime Lorente, que tiene una relación de amistad con Gonzalo (Natos) y su participación fue natural. Un tio con millones de seguidores y que es un diez como persona.

P: Y sale la frutería de tu familia.

R: También es otro orgullo hacerlo ahí. Y Loles León y mi madre comprando en ella. Es un puntazo.

.P: Antonio Resines de jefe de Waor

R: Nos conocía por su hijo y le animaron para hacerlo. Vino al rodaje y fue unas risas... No hay nadie mejor para hacer de Antonio Resines que Antonio Resines. Nos trajo hasta una empanada. Como quien va a pasar una tarde de domingo.

P: Vienes de una familia trabajadora. Supongo que esto te ha hecho valorar más lo que estás consiguiendo y te ha dado la capacidad de sacrificio necesaria para poder triunfar.

R: 100%. Al final cada uno vive a su familia de una manera. Cada uno tenemos una realidad diferente. A nosotros nos ha marcado mucho la capacidad de esfuerzo de ver a alguien levantarse a las 3 de la mañana, irse a Mercamadrid, montar tu puesto, tener 20 días de vacaciones en todo el año. Y es un ejemplo con el que se aprende. Tampoco me han aplaudido por sacar buenas notas, por ejemplo. Es lo que tenía que hacer, simplemente.

P: Al final, en la vida el éxito es fruto de tu trabajo

R: No creo en la suerte pero también es importante estar en el sitio indicado en el momento indicado. Conozco a gente que nos daba mil vueltas en la música y con los años lo han dejado. Pero no por malos. Quizás no tuvieron las mismas oportunidades. Por eso valoro el hacer siempre las cosas de la mejor manera posible. Porque quizás esa sea tu única oportunidad.

P: Escuchando un poco tu discografía, tengo la percepción de que el desamor está muy presente.

R: Puede ser, sí

P: ¿Estás bien, no?

R: (Ríe) Estoy feliz. Tengo pareja estable desde hace tiempo. En mis primeras maquetas, siendo Cool, hablaba más de las cosas que veía en el barrio. Del amor de un chaval de 16 años. Con el tiempo he tenido diferentes etapas. Hablo mucho de amor porque es algo universal. Y nos toca a todos. Tampoco me voy a forzar a escribir una canción de desamor cuando estoy feliz. Y viceversa. Depende de las épocas y las emociones que sientes en cada momento.

P: También me parece importante cómo, a lo largo de tu obra, reivindicas al hombre que no tiene miedo a mostrar abiertamente sus sentimientos. Enfrentarte a eso que El Fary llamaba "el hombre blandengue". Poniendo en cuestión esa masculinidad tóxica de la que todos somos un poco víctimas.

R: Sí. En mi obra trato de hablar de esa nueva masculinidad. No tiene por qué ser todo la camisa abierta, el pelo en el pecho, los oros y la copa de whiskey. Hay otras cosas al margen de eso. Y, por desgracia, en España ha estado muy marcada en la cultura la figura de Torrente. Eres más macho cuánto más te gusten los coches, el fútbol o las mujeres. Y yo soy anti todo eso. No me sé la plantilla del Real Madrid, no tengo carnet de conducir e intento tratar a las mujeres con todo el respeto que se merecen. Cuando hice Que valga la pena quise mostrar esa faceta más débil y vulnerable. Hay veces que nos ponemos una coraza. El tengo que ser duro y los hombres no lloran. Y cuanto más te metas eso en la cabeza, peor. Porque el día que quieras llorar, vas a tener un problema. Te lo inculcan desde pequeño e intento romper con eso. Ya sea a través de mi música o mi estética.

P: El autotune se ha convertido en una herramienta más de la música. Como otro instrumento. De todas formas tengo la sensación de que tu voz ha ido mejorando a lo largo de los años. ¿La entrenas de alguna manera?

R: Realmente no. Dije un día en una entrevista que iba a clases de canto pero era completamente mentira. Pero sí que ha habido una evolución. Hasta que no empecé a currar con Selecta nunca me había preocupado por cuidar la producción vocal. Más adelante hubo un momento en el que me di cuenta de que sabía cantar.

P: Además es algo diferencial en un concierto.

R: Al principio no sabíamos utilizar el autotune. Y era una marcianada. Luego atinas y sabes qué hacer. Ahora intento utilizar lo mínimo. Si tengo una buena voz y la uso, se nota que soy yo.

P: También compones letras para otros artistas.

R: Además de ser el compositor de todas mis canciones también lo hago para otros, sí. Con Natos y Waor es sencillo porque cada uno escribimos lo nuestro y hay total libertad para hacernos correcciones. Yo acepto sus críticas y ellos las mías. Cuando no conoces a la otra persona es más difícil. He ido a más de un camp a currar con más gente y es una experiencia muy guay. Pero no depende tanto de ti porque es un trabajo de grupo. Yo puedo hacer una canción que sea muy buena pero luego no le puedo decir al artista cómo la tiene que cantar. O cuándo debe sacarla. Yo hago una canción para alguien y me preocupo de que sea buena. Con el tiempo irán saliendo algunas composiciones para otros pero no es mi focus personal.

P: ¿Cómo se presenta el futuro más próximo de Recycled J?

R: Te puedo contar que llevo más de un año trabajando en un álbum. Aunque no sé cuándo saldrá. Pero está saliendo lo mejor de mí y estoy muy feliz por ello. En cuanto a los conciertos estamos tratando de darle otro enfoque. Llevándolo hacia lo acústico. Tengo uno en mayo. Dos pases en Madrid en el teatro Coliseum. También tengo muchos festivales cerrados para este año y el siguiente. Pero claro...

P: Supongo que tengas ganas de directos.

R: Mira que disfruto estando en el estudio y del proceso creativo. Del diseño gráfico, fotos, videoclip, montaje, marketing. Me flipa. Pero no disfruto una mierda hasta que no me subo en un escenario. Hago una barras de pan, mira qué ricas están pero nadie se las come.