Hay miradas que delatan y en la de Salvador Sobral (Lisboa, 1989) surge música, mucha música. Si hay algo que se puede decir de su trabajo es que convence a propios y a extraños gracias a su particular estilo. De hecho, consiguió ser el ganador de Eurovision con un tema nada eurovisivo como “Amar pelos dois”. Este es quizás el secreto de su música, la de unas canciones únicas, genuinas y que hablan desde el corazón.

Un corazón, el de Sobral, que es, por cierto, el auténtico protagonista en su nuevo álbum, “Timbre”, estrenado el pasado mes de septiembre. Y es que el portugués dedica uno de los temas al donante de corazón anónimo con el que el cantante pudo recuperarse de su enfermedad. Pero también encontramos colaboraciones muy interesantes como la de Sílvia Pérez Cruz, Jorge Drexler y Bárbara Pravi. En este sentido, es su disco más íntimo.

"Timbre", el nuevo disco de Salvador Sobral

PREGUNTA: Tu nuevo disco se ha definido como tu álbum más personal, ¿en qué sentido es esto?

RESPUESTA: Creo que esto de la composición es como un músculo, al igual que cantar, pero lo que pasa es que yo canto desde siempre y compongo desde hace poco. Entonces, a medida que voy aprendiendo a componer, también con Leo [se refiere a Leo Aldrey, con quien ha co-escrito la mayor parte de los de temas de este álbum], vamos optimizando nuestro proceso de composición; yo creo que así han ido saliendo canciones más interesantes en general, y que también que son más autobiográficas. Además, cuando uno no compone tan bien, busca hacerlo sobre otras cosas, por eso antes me daba miedo componer sobre mi. Pero aquí, en este disco, prácticamente todas las canciones son sobre mis experiencias personales.

P: ¿Qué aspectos personales?

R: Por ejemplo, la canción que le dedico al donante de órganos, o el tema “A distância não é lugar”, que habla sobre la relación a distancia que tengo con mi novia, y ahora también con mi hija. No es fácil tener una relación así, pero no la conocemos de otra manera, desde que nos conocimos es así. Y entonces le compuse una canción a ella también, la primera, que es “Amor a capella”, además de un tema de gratitud a la voz de Sílvia Pérez Cruz... Entonces es un disco bastante de amor y de celebración de la gente en mi vida.

P: ¿Siempre has querido componer y cantar o la parte de la composición te vino un poco más tarde?

R: No, yo soy cantante antes que todo en la vida. Bueno, ahora me pregunto si no soy padre antes que cantante, pero toda mi vida he sido cantante y eso es lo que me gusta de verdad. Lo de componer es como un medio para poder cantar. Compongo porque canto, y no al revés.

P: “Timbre” es un disco que está en varias lenguas y por lo que te hemos visto, sí que te gusta bastante los idiomas. ¿Crees que tiene que ver con que en tu familia, por ejemplo, tu madre fue traductora? ¿Por qué te gusta cantar en distintas lenguas?

R: A mí me gusta dar la explicación que decía mi madre, porque es bastante romántica, que decía que cuando ella tenía que hacer traducciones simultáneas en conferencias me daba de mamar en la cabina. Entonces, es bonito decir que fue así como las lenguas entraron en mi espíritu. Creo, no obstante, que la verdad es que me gusta la comunicación y creo que la motivación es la misma de la música: la comunicación entre el ser humano, entender sus emociones. Me gusta cantar también por eso, para llegar al otro. Y las lenguas son una forma más obvia de llegar al otro y entender las culturas de otra gente. Entonces, creo que mi amor por las lenguas surge del mismo lugar donde el amor por la música, que es el ser humano, el otro, la comunicación.

P: ¿Y esta faceta musical es familiar? Tu hermana, Luisa Sobral, también es cantante.

R:  Sobre todo por mi padre, que no es músico, gracias a Dios, porque de ser así nos habría pasado toda su frustración, que es normalmente lo que hace uno cuando es músico. Padres músicos que tienen hijos músicos, normalmente no sale bien. Suerte que mi padre vendía antigüedades, que es anticuario, pero que tiene un amor por la música inigualable. Yo nunca voy a conocer a nadie que ame la música como él, de una forma totalmente libre, sin presión, sin frustración, sin obligatoriedad de vivir de ello. Es un amor puro y orgánico por todo, desde la línea de bajo a la letras de las canciones, pasando por los arreglos. Es un músico total sin serlo. Y fue eso lo que pasó: sólo el amor puro por la música. Por eso mi hermana y yo somos músicos, estoy convencido de ello.

P: ¿Cómo decides en qué lengua quieres cantar y componer?

R: La verdad es que no hay una regla. Por ejemplo, en el caso de la canción que escribí al donante, la hice a propósito en español porque sabía que si la escribía en portugués sería muy difícil para mí cantarla sin llorar. Pero muchas me salen en la lengua que surge en ese momento: tal vez si ese día estoy hablando mucho en español, me sale en español. La canción que hay en francés es de mi novia, entonces por eso está en francés. Pero me gustan las distintas posibilidades que te permiten las diferentes lenguas, no solo interpretaciones de canciones, sino a la hora de componer también cada idioma, que tiene su secreto. También dependiendo de las influencias que cada canción tenga en cada una de ellas.

De participar en el Operación Triunfo portugués a triunfar en la música

P: En tu trayectoria, hubo un momento en el que, tras pasar por POP IDOL [el Operación Triunfo luso], decidiste hacer psicología e incluso te fuiste de Erasmus a Mallorca. ¿Fue esta una pausa a tu carrera musical?

R: Mi relación con la música, y más concretamente con cantar, viene desde siempre. Entonces, y como cualquier relación a largo plazo, hay fases en las que lo rechazas. Y yo después de ese programa, que pensaba que era un programa de música, estuve con trauma, porque pensaba que si aquello es la música, entonces no me interesaba. Pero yo estaba muy equivocado: aquello era un programa de televisión, un programa de entretenimiento, en el que el entretenimiento estaba muy por encima de la música. Y entonces, claro, después de eso me dije que eso no era lo que quería para mi vida. Voy a ser psicólogo, me dije, y como me seguía encantando la música, dije que iba a cantar en los bares a los fines de semana. Pero al final, mira, la música me puso a través de Mallorca, me encontró ahí, pensaba que estaba escondido, ella me encontró ahí y me llevó a su terreno otra vez.

P: ¿Cómo preparaste el disco?

R: La verdad es que tuvimos tiempo este disco, que es algo con lo que nunca habíamos contado: siempre lo hacíamos a toda prisa, y esta vez fue todo super ponderado y con mucho tiempo, lo que nos ayudó bastante. Nos juntamos Leo y yo, con quien llevo escribiendo canciones desde 2010, e hicimos tres o cuatro residencias en las que íbamos al medio de la nada absolutamente. Ya nos conocemos, o ya me conozco más, y sé que no puedo escribir canciones en la ciudad, en Lisboa o en París; necesito estar en otro sitio con Leo sin otros estímulos, porque si no quiero ir a ver amigos, quiero ir al cine, quiero hacer cosas. Y entonces fue muy meditado todo lo de las residencias, para que salieran las canciones. Fue un proceso muy racional, como siempre lo es con la composición.

P: Pero no todo el disco se compuso en esas residencias.

R: No, porque no conseguimos hacerlo todo en las reuniones. Lo hicimos a través de Zoom: yo delante el piano y el delante de su piano, y a veces estamos con Excel compartido en el que, como la canción de Jorge Drexler, escribimos cada uno una frase. Y después hicimos eso también con acordes de la canción francesa, en la que yo escribía un acorde y él otro, y así. Es divertido porque hay muchos procesos de composición para no hacerlo nunca aburrido.

Colaboraciones

P: En este disco también tiene bastantes colaboraciones. Una de ellas es con Barbara Bravi, que tiene algo en común contigo y es que ha participado en Eurovisión. ¿Cómo surgió?

R: Surgió de una manera muy natural, a través de mi suegra, cuando ella iba a representar a Francia en Eurovisión y se encontraron en la peluquería del barrio en París. Bárbara le estaba diciendo a la peluquera que iba a representar a Francia en Eurovision inspirada por un chico luso que había participado y ganado con una canción nada eurovisiva en portugués. Y justo estaba al lado mi suegra, que le dijo que ese chico era su yerno. Al principio no entendía nada pero mi suegra le explicó bien, le pasó mi número, y estuvimos en contacto a partir de este día. Además, la llamé un día antes de Eurovisión porque me sentía bastante identificado con esa propuesta. Y después, cuando la bebé nació, como pasaba mucho tiempo solo porque mi novia trabajaba, quedamos un par de veces para hablar sobre música y al final la colaboración surgió de forma natural.

P: Y luego también con Jorge Drexler, creo que llevabas queriendo tiempo trabajar con él, así que finalmente lo has conseguido en esta estancia.

R: Llevaba tiempo diciéndole que quería componer una canción, que quería cantar una canción, pero sentía que era de esas cosas que se decían y al final no surgen. Pero él lo siguió hasta el final y lo quiso hacer. Tienen una agenda muy complicada, pero un día me avisó de que estaba libre a tal hora en Madrid y cogimos un vuelo rapidísimo y pudimos grabar la canción, que habíamos escrito pensando en él, en su universo y en sus letras también.

P: Ya habías ‘compartido’ escenario con él en Barcelona en el 2014…

R: Sí, porque él preguntó si alguien del público quería hacer un solo y yo puse mi brazo en el aire. Y entonces al final terminé conociéndolo, pero por eso, porque habían puesto el brazo en el aire e hice un solo de trompeta vocal.

De "Amar pelos dois" en Eurovisión a "Timbre": la carrera de Salvador Sobral

P: Sin duda, “Timbre” es un disco muy luminoso.

R: Sí, tenía ganas de escribir un disco un poco más celebratorio, luminoso, porque siento que la vida me va bien, estoy feliz, tengo salud, tengo una hija que me trae mucha luz… y quería trasmitirlo al público, que la gente cantara y bailara las canciones. Y la verdad es que tuvimos el primer concierto de la gira ahora en León y funcionó, la gente cantaba las melodías que tenían en la cabeza. Y eso es precioso, me va a quedar en la experiencia.

P: Han pasado años después de "Amar pelos dois" e imagino que te siguen preguntando por Eurovisión. ¿Crees que en algún momento te dejarán de hablar de ello?

R: No creo, creo. Que toda mi vida eso va a estar.

P: ¿Pero crees que eso es bueno o sería preferible que la gente sólo se acordase de Salvador Sobral y lo de Eurovision fuera como una cosa pasada?

R: Yo creo que es imposible esa disociación.