El pasado 14 de agosto un tribunal sueco condenó al rapero estadounidense A$AP Rocky y a otras dos personas más por una agresión perpetrada el 30 de junio en una calle de Estocolmo, al considerar que no hubo ninguna amenaza previa que justificase los golpes propinados.

El rapero, de 30 años y cuyo nombre real es Rakim Mayers, permaneció recluido en Suecia desde su arresto hasta el final del juicio, el 2 de agosto, fecha en la que subió a un avión rumbo a Estados Unidos. 

El tribunal de distrito de Estocolmo ha rechazado los argumentos de la defensa y ha condenado a los tres acusados, aunque ha dictado para ellos penas suspendidas por lo que no tendrán que entrar en prisión. La víctima, de 19 años, también tiene derecho al cobro de una indemnización, según el comunicado de la corte, que ha dicho que es una cantidad "menor a la que pedía", 12.500 coronas suecas (unos 1.300 dolares estadounidenses).

Las declaraciones de dos testigos sirvieron al juez para descartar que los acusados actuasen en defensa propia y señalar en cambio que golpearon y patearon a la víctima cuando ya estaba en el suelo. Pero no se ha podido demostrar que utilizasen botellas rotas en el marco de la agresión. El juez, Per Lennerbrant, admitió que la incapacidad del fiscal para demostrar que la víctima fue golpeada con botellas "ha afectado a la consideración de la gravedad del delito"

Este miércoles, el rapero respondía ante la experiencia vivida con la Ley en Suecia con su nueva canción Babushka Boi que deja en muy mal lugar a la Policía. Aunque en la letra, A$AP Rocky más bien se empodera con frases como: “I would like to dedicate to the scar on my face. All the stars of the globe, the world is yours, Scarface”, recordando que a pesar de todo no pudieron doblegarlo y salió de la cárcel para seguir haciendo música. Juzguen ustedes mismos.