Mumbai Moon es un artista especial. Sin un género en concreto, explora todo tipo de música y se adapta a artistas de diferentes estilos. Amaral, Pimp Flaco, Deva, Fillas de Cassandra, Samurai, Sila Lua, Soleá Morente, Natos y Waor o Miguel Campello. La lista es muy larga.

Es un defensor de la colaboración equitativa, donde tanto el productor como el intérprete aporten su esencia al proyecto. Actualmente, está enfocado en desarrollar su propio proyecto, explorando estilos y sonidos que no ha utilizado con otros artistas, un reflejo de su versatilidad y pasión por la música. De raíces indias, está redescubriendo su conexión con su cultura y cómo esto influye en su crecimiento artístico, así como de sus inspiraciones y experiencias en la industria, desde sus inicios hasta sus colaboraciones más recientes. 

Pregunta (P): Me parece muy interesante cómo los productores vais, poco a poco, saliendo del anonimato y reclamando vuestro sitio.

Respuesta (R): Hemos dejado de estar en la sombra gracias a gente como Bizarrap. Él es una marca. Productor y artista principal. Ahora los intérpretes nos dan muchísimo más espacio a los productores. Yo siempre he tratado de trabajar de esa forma. Es necesario que sea un trabajo de dos y cada uno pongo de su parte.

P: En la actualidad, el productor puede ser el main artist de un proyecto musical.

R: Justamente estoy en eso ahora mismo. Es muy importante que el productor tenga su propio proyecto. La mayoría sabemos hacer muchas cosas y abarcamos muchos estilos. Ahora estoy intentando hacer lo que no hago con los demás. 

P: ¿De dónde viene Mumbai Moon?

R: Soy mitad indio, mitad español. Mi padre es de Bombay y de ahí viene el nombre. Es un tributo a mis orígenes que sirve para mantenerme conectado a mi familia. Tengo mucho contacto con ellos y viajo todos los años a la India.

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P: Una historia parecida a la de Abhir Hathi.

R: Es curioso porque nuestros padres son amigos de la infancia. Iban juntos al colegio en Bombay y eran íntimos.

P: No me digas.

R: De hecho, fueron ellos los que nos pusieron en contacto.

P: ¿Habéis trabajado juntos?

R: Sí, pero no ha salido nada. Es una amistad que ha surgido así y nos llevamos muy bien. Cuando nos vemos, nos sacamos una foto y se la enviamos a nuestros padres.

Pimp Flaco es uno de los creativos más genios que hay en España

P: Qué casualidad. A ellos les tiene que hacer una ilusión increíble.

R: Piensa que hay 20 millones de personas en Bombay. Su padre se fue a Canarias y el mío a Barcelona. Y han seguido en contacto todos estos años. Un día, su padre le mandó al mío una canción de Abhir cuando estaba empezando. A mi me sonaba su existencia porque siempre estoy atento a la aparición de nuevos artistas.

P: ¿Esta raíz con la India te ha servido para tu crecimiento artístico?

R: Me estoy dando cuenta ahora de ello. Quiero traer el sonido de allí a mi proyecto personal porque nunca lo he hecho. Aunque ahora esté en ello, lo he visto como demasiado evidente. Siempre ha estado en mi cabeza y tengo muchos instrumentos de la India. Pero para bichear en casa. No lol utilizo en mis canciones y nadie me los pide, además.

P: En una entrevista con Abhir para ElPlural.com, hablaba del conflicto de vivir entre dos mundos y no sentirte de ninguno de los dos.

R: Es así y estoy de acuerdo. Lo he hablado con él, además. Es un conflicto pero, al final, los artistas acaban reivindicando de dónde vienen. Pienso en MIA, por ejemplo.  Reivindica ser de Sri Lanka y todo lo que ello engloba. Al final es una tía que está perdida en Londres pero que viene de una isla del índico.

P: En todo ese proceso, también es posible renunciar a tu raíz por querer adaptarte a lo que te rodea.

R: Yo me siento muy indio, pero también me ha pasado eso. Al ser Mumbai Moon, piensas que mi sonido tiene que tener relación con la India y quizás haya querido alejarme de eso. Es un nombre y ya está.  Puedo ser muchas músicas, algo que he aprendido de los productores. He tenido unas referencias de otras personas que han hecho un montón de estilos diferentes.

P: ¿Por ejemplo?

R: La primera vez que me di cuenta de qué era un productor fue escuchando a Moby. Tendría 12-13 años y fue la primera vez que escuché música que no tenía letra. Me regalaron un álbum en el que no había ni una sola voz y me obsesioné con él. ¿Cómo se hace esto? Me abrió la cabeza.

P: ¿Cuál fue tu primer concierto?

R: The Cure, Bob Dylan, Lou Reed y Amaral en el Monte del Gozo. Xacoveo del 2002. Fue otro click.

P: Curioso Amaral, con los que has trabajado después.

R: Otra casualidad, la verdad. Me han pasado cosas en la vida que luego se han ido conectado.

P: ¿Tienes creencias respecto a este tipo de cosas?

R: En mi familia son hindúes. Sigo las tradiciones en casa, pero no es algo que haga al pie de la letra. Vivo en España y es difícil mantener todo eso. Es una religión liberal y no tiene muchas obligaciones. No hay que ir los domingos a misas. Lo único, no comer carne de vaca y los lunes, vegetarianos.

P: ¿Has recorrido la India?

R: Conozco bastantes sitios. He estado en Pune, ya que teníamos unos amigos que eran medio españoles viviendo allí. También Agra o Nueva Delhi. Y todo lo he hecho en tren. Algo inolvidable.

P: ¿Cómo empezaste con la producción?

R: Empecé a dar clases de guitarra con un vecino, quien 10 años después se convertiría en la primera persona en darme un trabajo en la música. También fue la primera vez en la que me senté en un estudio a grabar con mi banda. Vi la figura de productor y decidí no tocar más y hacer lo que hacía él. Lo primero que pensé es que con un ordenador me bastaba. No necesitaba a ninguna banda para hacer música. Esas tres experiencias han sido las que me han hecho darme cuenta de que esto es lo que quería.

Lo mejor que he hecho ha sido saber adaptarme al artista

P: ¿Qué tal los primeros pasos?

R: Enredando a tope, pero era malísimo. Pasé unos años frustrado. Mientras tanto, trabajaba en un almacén porque necesitaba comprar material para hacer música. Trabajaba hasta las 17:00 horas y, a practicar a casa hasta la hora de dormir. Así me tiré cuatro o cinco años. Finalmente hice click y las cosas empezaron a sonar bien. La persona que me enseñó a tocar la guitarra actualmente es un productor bastante importante de anuncios de televisión.

P: ¿Cómo se llama?

R: Pablo Parser. Es un genio. Me contrató y me enseñó desde cero en su agencia. Siempre me animó mucho. Me ofreció un sitio como becario y me dijo: 'te sientas aquí, cierras la boca y aprendes'. Así estuve dos años. Fue el primer paso para poder dedicarme a la música. Me van a pagar un poquito cada mes y encima voy a hacer anuncios de Coca Cola, de Fanta, de Campofrío… A los dos años ya estaba bastante curtido, había aprendido un montón, hice muchos anuncios y había conocido a mucha gente. Y me solté. Lo siguiente era trabajar con cantantes porque era lo que siempre quise. Me fui por otro camino y empecé solo. Alquilé un estudio, una salita pequeña, contacté con gente y compartí mis trabajos.

P: ¿Te especializabas en un género en concreto?

R: No tenía ni siquiera un estilo. Creo que todavía no lo tengo, además. Y estoy contento por eso. De hecho, lo mejor que he hecho ha sido saber adaptarme al artista.

P: Como el tabasco, que pega con todo.

R: Algo así. Soy muy melómano y siempre estoy buscando lo nuevo, el último sonido raro que se han inventado. Me gusta todo. En todos los géneros hay cosas buenas. Nunca me he preocupado en buscar mi estilo. Al final estoy para adaptarme a lo que me echen. Mañana me dices que hay que hacer metal con una banda y.estaría encantado porque lo he tocado. Siempre me ha gustado el hardcore y los gritos. No me importaría volver allí. El cine también ha tenido mucho que ver en mi vida y en la música que hago porque tiene un mensaje muy inspirador. No solo los sonidos, también la parte estética y visual. 

P: Un gran ejemplo es Drive.

R: Nightcall, de Kavinsky. Es posible que si esa canción no apareciera en esa película, ni una cosa ni la otra habrían sido lo mismo. Es un tema icónico.

P: También pasa con A Real Hero, de College.

R: Todo eso me pasó con Moby. Vi de pequeño La Playa y esa escena de Leonardo Dicaprio mientras suena Porcelain... Es uno de los momentos más famosos de la historia y todo el mundo que sepa de cine lo reconoce. 

P: Todo lo que hablabas sobre no tener un género concreto, se ve perfectamente en la gente con la que colaboras: Pimp Flaco, Sule B, Natos y Waor, Amaral, Deva, Fillas de Casandra, Sonia Morente, Miguel Campello...

R: Con Deva, por ejemplo, llevo seis años trabajando con ella y probablemente sea la artista con la que más canciones he hecho. Estamos mano a mano los dos preparando un disco también para el próximo año. Somos como hermanos. De hecho, me ha invitado mucho a su casa de Cantabria. 

P: ¿Qué tal Pimp Flaco?

R: Sacamos Mmmua hace unos meses, su primer álbum. Nunca se había atrevido a sacar algo él solo y nos convencimos el uno al otro para hacerlo. Fue todo muy rápido. Hicimos un tema juntos, salió muy bien y, al día siguiente, me escribió para hacer un disco. Y para adelante. Cada canción es un mundo completamente diferente al anterior. Flaco es uno de los creativos más genios que hay en España. Y la gente no lo sabe. 

P: Pico Tres es una absoluta locura.

R: Es un tema que tiene nueve años y yo no lo entendía. Lo he hablado muchas veces con él. No entendía su música. Ahora me doy cuenta de todo lo que hizo. Flaco escribe todos los días, tenga que ir al estudio o no. Se ve a sí mismo más como un escritor que como un cantante. Para él, cantar es una consecuencia. Te recomiendo que analices el tema La vida al revés. Empieza por la muerte y acaba por el nacimiento y te cuenta todo lo que pasa desde que mueres hasta que naces otra vez.

El productor Mumbai Moon. Autor ALEX DEKKER

P: Como Benjamin Button.

R: En un principio, se iba a llamar así. Salió de buscar ideas concretas. Otra es Skate y habla sobre ser un monopatín. El juguete de tu chica, que te utilice como ella quiere y lo rompa y lo lance. Escribe cosas muy visuales y consigue que las visualices. Me hizo abrir los ojos en la música. No todo son metáforas. Se puede hablar de cosas físicas y descriptivas.

P: Kinder Malo también mola mucho.

R: Toqué el bajo con él en el Wizink, que fue telonero de Cupido. Son dos tíos muy majos. Se nota que son hermanos, son muy parecidos y muy diferentes, al mismo tiempo; pero parecen la misma persona porque piensan igual y trabajan igual.

P: Te quería preguntar sobre tu paso la gira de El Mal Querer de Rosalía

R: Ha sido la gira más grande en la que he participado, siendo la primera, además. Pero lo dejé porque empecé el proyecto con Amaral. En la gira de Rosalía, era un técnico y yo soy productor.

P: ¿Cómo te contactó Amaral?

R: Escucharon un EP que hice con un rapero americano, Brotha CJ, que fue el primer artista que confió en mí. Hay un montón de americanos jóvenes en Madrid haciendo música. 

P: ¿Ah, sí?

R: España les trae para enseñar inglés en colegios. Hay músicos que vienen de Berkeley, otros expertos en jazz... Me enteré de esto en 2017. Es curiosísimo. Y todos profesores. Están muy contentos viviendo en Madrid. Mi compañero de piso, Jack, es el guitarrista con el que trabajo en todos mis proyectos y no quiere volver a Estados Unidos.

P: Normal.

R: Además, traen otro sonido diferente y nos viene muy bien a los españoles, musicalmente hablando. Jack es guitarrista de bandas muy importantes en España. Por ejemplo, le hace todas las guitarras a con Natos y Waor. 

P: Te quería preguntar también por Sule B. De hecho, te descubrí a raíz de los trabajos 24H Poetry Service y Benzo La Joya.

R: Arriesgamos mucho en esos dos discos. Son apuestas muy diferentes, pero la música que hago con Sule es de la más divertida. Además, nunca me ha pedido que cambie nada en la música. Me deja hacer lo que quiera y eso me encanta. De hecho, él no quiere ni estar presente en el proceso. Si algo no le gusta, es siempre sobre su parte.

P: Me imagino la dificultad que puede conllevar a un rapero a salir de su zona de confort y aportar cosas nuevas en la música. Juancho Marqués, su pareja en Suite Soprano, también ha evolucionado muy bien.

R: Juancho Marqués toca con los mejores músicos de España. Ha creado mucha tendencia y ha inspirado a muchos raperos para que hagan lo mismo que él. Ahora se ven conciertos de raperos con una gran banda. Como en América. El rap de España está ganando mucho por ahí y vemos conciertos con músicos de conservatorio. Es muy fuerte. El rap ya es algo como de snobs. Además, un dj pinchando beats es imposible que supere a una batería.

Dellachaouen es un pedazo de crack

P: Y a un rapero igual le da igual cantar sobre un beat o sobre una guitarra.

R: El rapero bueno puede rapear donde quiera. Recuerdo haber visto a No Name, una chica de Philadelphia, que se trajo a la Moby Dick una banda de siete personas. Y éramos 80 en la sala. Y eso significa que se puede hacer.

P: ¿Con qué estas ahora?

R: Estoy centrado en mi proyecto y en él trabajaré con artistas nuevos. Solo te puedo adelantar a Dellachaouen. Hace poco que le he descubierto y me ha encantado.

P: Me flipa, tuve suerte de entrevistarle para ElPlural.com.

R: Me he dado cuenta de que es un pedazo de crack. Súper artista. Hemos conectado muy bien.

P: Hace pura artesanía el tío

R: Le he obligado a ir a un estudio a grabarse bien, pero las ideas se las hace en el móvil y está perfecto. Cada uno tiene su manera. Lo saca para adelante y es comprometido. Es una persona que, de aquí a unos años, puede estar muy arriba. De hecho, puede abarcar más de lo que él cree. Todavía no se le ha exprimido nada.