Qué es la literatura sino la representación de un viaje al fondo de la complejidad humana. Algo de esto parece decirnos Toy Lérida, en su primera novela "Hijo de la luna" (ExLibric, 2023), una obra que pareciera ser una biografía colectiva sobre los combates que cada individuo enfrenta consigo mismo. Pero, ¿quién es Toy Lérida?  Es el apodo que de niño llevó José M. Peinado Pereira (Lérida, 1985) y que usara, casi sin darse cuenta, años más tarde, cuando cayó en la delincuencia. Del submundo, del vivir en constante estado alerta, de su encuentro con la magia y la literatura, así como de "la filosofía de la oscuridad", el autor nos comparte algunas de sus vivencias. 

Edgar Borges:  En la página 248 de "Hijo de la luna" se dice: "La filosofía de la oscuridad también se puede ver como una forma de explorar y aceptar la sombra en nosotros mismos..."  ¿Tú vienes de la filosofía de la oscuridad?

José M. Peinado Pereira: La filosofía de la oscuridad es una parte que todos y cada uno llevamos dentro; nuestras sombras y sentimientos reprimidos, o la rebeldía; con esto no quiero decir, en lo absoluto, que debamos glorificar ningún acto de violencia; se trata de conectarse con nuestra parte misteriosa y desconocida, en mi caso, abrazar esa parte de mí me ha enseñado a crecer. Hijo de la luna no podría haberlo escrito, por ejemplo, si antes no hubiera abrazado la filosofía de la oscuridad.

E. B: ¿Quién es Toy Lérida? 

José M. Peinado Pereira: Toy es el apodo que adquirí a la edad de 6, 7 años y, que, sin darme cuenta, sería el nombre que usaría durante todo el tiempo que estuve en el mundo de la delincuencia. Un chavalín que tuvo que crecer solo por cuestiones de la vida, pues en mi familia no podían ocuparse de mí. Lérida es mi ciudad de nacimiento y donde viviría unos de los peores mundos que el ser humano puede transitar. 

E.B: ¿Qué es una vida en constante estado de alerta?

J. M. P. P.: Para mí la vida en constante estado de alerta es cuando estás siempre con la hormona del cortisol alta. Desde que te despiertas eres consciente que estás nadando en un mar repleto de tiburones, enemigos, policías, traiciones, peligro constante; así que te sientes como si estuvieras en medio de una guerra donde no puedes bajar la guardia en ningún momento.

Portada de 'Hijo de la luna'

E. B: ¿Qué cuentas en tu primera novela, "Hijo de la luna"? 

J. M. P. P: En Hijo de la luna cuento lo que sería el salto que daría de una forma de vida, que es todo el mundo oscuro de la delincuencia, en el que yo vivía. Y todo ese mundo detonó en una experiencia que tuve cercana a la muerte en un tiroteo. Después de dicho suceso mi vida cambió por completo, el universo juntó las piezas inesperadamente para que diera el salto al mundo de la magia. 

E. B: Juan y la bruja. Dos de los personajes inolvidables que integran tu novela. Cuéntanos un poco de ellos. 

J. M. P. P: Juan es el nombre ficticio de lo que sería mi personaje en la vida real. Y la bruja fue la mujer que sin tener ningún vínculo, y ni siquiera ser de mi ciudad, conocí quizá por causas del destino; ella me inició e impulsó en mis primeros pasos en el mundo de la magia. 

E. B:   Decía Dostoievski que "el ser humano necesita tocar fondo para cambiar". ¿Tú crees que eso es así? 

J. M. P. P:  Por experiencia propia puedo decir que sí; por lo menos en mi vida se aplica esa frase. Cuando tocas fondo no hay mas caminos que o empezar a subir o quedarte en el fondo. Y yo decidí subir a lo más alto. Cuando tocas fondo o tienes experiencias cercanas a la muerte, sale un yo interior que ni uno mismo sabe que lo tiene; entonces sufres una transformación a nivel de conciencia y sabiduría. 

E. B: ¿La magia salva? 

J. M. P. P: A mí desde luego que sí, y también se puede mejorar el mundo si una persona tiene bondad y humildad. 

E. B: ¿Y la escritura? 

J. M. P. P: La escritura para mí tuvo dos funciones, una es aliviarme por dentro y la otra es que tener la posibilidad, desde la vivencia propia, de poder ayudar, de alguna forma, a la gente diciéndole que la vida tiene situaciones difíciles, que cuando menos lo esperas te sorprende y da igual en donde esté uno metido, siempre hay solución si uno la desea y la cosecha. 

E. B:  Tienes varios estudios relacionados con los perros. ¿Qué te aportó ese aprendizaje para la persona que eres hoy? 

J. M. P. P:  Amo a los animales, sobre todo a los perros, ellos vienen a enseñarnos lo que es el  amor y la lealtad, dos de las leyes más importantes para mí. Los animales enseñan eso al ser humano, sin necesidad de usar palabras. 

E. B: ¿Seguirás escribiendo novelas?

J. M. P. P:  No estoy seguro aún; yo creo que sí, pero no me gusta hacer planes ya que yo y los planes no nos llevamos bien; ya hace tantos años que mi vida siempre es improvisar que no puedo estar seguro de nada, pero sí me gustaría hacer la segunda parte de Hijo de la luna.