¿Dónde está nuestro pan? se presenta como el relato en el que se dibuja la realidad de la cuenca minera de El Bierzo más este y La Cepeda más noroeste, zonas marcadas por la actividad minera en León, pero esta vez contada a través del papel que jugó la mujer. Tres relatos conforman esta novela basada en hechos reales que se sumergen, tras una intensa investigación de su autor, Abel Aparicio, en la historia de mujeres que desempeñaron un papel tan importante como el de los hombres en las minas y no han recibido el mismo reconocimiento, ni por aquel entonces ni en la actualidad.

Este ha sido uno de los motivos que ha llevado a Aparicio a buscar el testimonio de mujeres como Libertad Aurora. El poder reivindicar y ensalzar la importancia que tuvo el trabajo femenino en la época minera, a pesar de ser pagado por la mitad del precio de un varón -jornal de 6 pesetas y media frente al de 13 pesetas de los hombres-, y tener luego que atender las labores de la casa, e incluso del campo.

“Mi pasión por la bici de montaña fue lo que me permitió conocer esta zona y adentrarme entre sus gentes e historias. El paisanaje es lo que más me ayudó a investigar, porque siempre hemos oído hablar en las zonas mineras de los mineros, varones trabajadores, rudos, trabajando con el torso descubierto… pero, ¿qué pasa con la otra mitad de la población? ¿qué pasa con la mujer?”, relata Abel Aparicio en declaraciones a ElPlural.com.

Libertad Aurora es una de las protagonistas del libro que, a sus 87 años ha relatado las vivencias de su juventud como trabajadora de la mina. Su historia se funde con la de otras mujeres marcadas por las “labores propias de su sexo”, tal como figura en las causas judiciales tras la revuelta del pan de 1941, que supone el primer relato de la novela. “Este lenguaje me llamó mucho la atención, una realidad de hace 60 años que se veía tan normal”, reconoce Aparicio.

 Mujeres mineras en León. Abel Aparicio

El primero de los relatos y que da nombre al libro versa sobre esta revuelta del pan protagonizada por 39 mujeres, que no solamente se estaban jugando lo que era suyo, sino también su integridad como mujeres en un pueblo minero donde el falangismo campaba a sus anchas. Las otras dos partes versan sobre el asalto al tren 485 y la línea de baldes de las minas.

Mujer, carbón y mundo rural

Abel Aparicio ha reconocido en declaraciones a este periódico no esperarse el éxito que ha tenido ¿Dónde está nuestro pan? Con la segunda edición ya publicada, va camino de la tercera. “Esperaba cierto éxito en la cuenca minera, incluso en Asturias, pero ha sido difundida por todo el país”, explica.

Para tratar de encontrar explicación a ello, Aparicio señala tres aspectos que pueden haber sido claves: “Se habla sobre la mujer, importante hoy día con el auge del feminismo, la transición ecológica y las cuencas mineras y, por último, la España vaciada, siendo las cuencas mineras uno de los focos más afectados”. “Feminismo, carbón y energía y medio rural. Son temas que, por lo que veo, interesan”, detalla.

Tiempos de guerra y posguerra

La Guerra Civil y la posguerra también son dos ingredientes clave en estas tres historias. Los episodios que se narran ocurrieron en medio de la guerra o los años posteriores. Ejemplo de ello es el asalto al tren 485, ocurrido en El Bierzo más este pasados seis meses desde que concluyera la Guerra Civil, desarrollado por un grupo de huidos que tuvo que refugiarse en los montes. “Es uno de los asaltos más importantes que se han desarrollado en el país, pero un episodio desconocido y silenciado, tanto a nivel nacional como en los propios pueblos donde se produjo”, confiesa Aparicio.

La contienda y sus consecuencias también aparecen en los otros dos relatos. Con los ferroviarios que fueron destinados a vivir a esta zona leonesa como castigo y la historia de la familia de Libertad Aurora, que se posicionó a favor de los derechos de los mineros, lo que les llevó a tener que huir al monte. No hay que olvidar la revuelta del pan, en 1941, protagonizada por nada más y nada menos que 39 mujeres.

¿Dónde está nuestro pan? Abel Aparicio