María García-Lliberós (Valencia, 1950) es licenciada en Ciencias Económicas y en Ciencias Políticas y Sociología. Entre sus novelas publicadas están "La encuestadora" (Premio Gabriel Sije 1992), "El juego de los espejos" (1996), "Equívocos" (Premio de la Crítica Valenciana 1999) y adaptada al cine, "Como ángeles en un burdel" (Premio de novela Ateneo de Sevilla 2002), "Babas de caracol" (2006 y 2014), "Lucía o la fragilidad de las fuertes" (2011), "Diario de una sombra" (2015) y "La función perdida" (2017); también es autora de varios relatos cortos y profesora de narrativa breve. 

"Más allá de la tristeza" es su novena novela en la que, a través de un impecable recurso narrativo de varias voces, presenta una trama psicológica sobre el acoso escolar, la adopción internacional y los retos de la pareja.

Portada 3ª edición

Pregunta: ¿Cómo surge la idea de "Más allá de la tristeza"? 

Respuesta: Acababa de publicar "La función perdida", mi anterior novela, y me encontraba en esa fase de búsqueda de una nueva historia. Recordé el caso de un matrimonio que conocí en casa de una amiga común. Me parecieron encantadores y muy enamorados. Acababan de adoptar un niño sudamericano de unos cuatro años y ella estaba exultante. No volví a verlos pero a través de nuestra amiga supe que al poco tiempo, unos tres años más tarde, se divorciaron. El hecho me impactó, lo guardé en la memoria y al recordarlo, me pregunté: ¿es posible que el niño hubiera provocado el divorcio? No necesité más información sobre este hecho concreto. A partir de ahí comencé a investigar sobre las causas que impulsan la adopción de un niño de otra raza, esto es muy importante en la novela, y el proceso de integración en una sociedad en la que, por sus rasgos físicos, siempre va a ser el diferente. Vi una novela ahí y me puse a ello. Me documenté mucho y dejé que la imaginación hiciera el resto.

P: Cuentas la historia desde la particularidad de cada personaje. Cada voz es una perspectiva ante la trama. Técnica poco utilizada y renovadora de la literatura que se produce. Cuéntanos el por qué de esta forma narrativa basada en cada punto de vista. 

R: Cada capítulo está titulado por el personaje que adopta el rol del narrador y nos cuenta en primera persona cómo ha vivido esa historia, lo que sabe y lo que sintió. De hecho, cada capítulo goza de cierta autonomía y al final, va a ser el lector el que encaje esas piezas y componga el puzle de la historia, su verdad. De esta manera se enriquece mucho la narración, porque me permite entrar en cada personaje y bucear en su interior, analizar las contradicciones internas que motivan su conducta. La novela es muy sicológica. 

P:  La relación de pareja, la adopción, Perú, Sendero Luminoso. ¿Cuál es el hilo conductor de los diversos temas que manejas?

R:  La relación de pareja de los padres adoptivos es una gran historia de amor. Su enamoramiento, el deseo y la pasión que  despiertan sus cuerpos, el anhelo de ella por ser madre y la infertilidad de él es lo que les conducirá a adoptar como una vía para completar la familia. Un tema colateral interesante y poco tratado en la literatura es el de las consecuencias de esa infertilidad masculina en su relación. Quise que el adoptado fuera de otro país y de otra raza, tal vez porque es un fenómeno bastante frecuente en España y del que hay un relato oficial demasiado edulcorado. En ocasiones, alejado de la realidad. Y, ¿por qué no aportar un punto de heroísmo en la historia de Diego, el niño adoptado, y su familia? Sobre Sendero Luminoso, la guerrilla maoísta que se hizo con gran parte del Perú durante las últimas décadas del siglo XX, se sabe muy poco en España y la literatura, la novela, es un instrumento ideal para dar a conocer hechos ciertos y que los lectores tomen nota de ellos, para aprender y que no se olviden.

P:  El trauma en la evolución de cada personaje se convierte en un impresionante duelo psicológico. ¿Nos podrías contar un poco del trauma de cada personaje? 

R: Diego llega a España siendo un niño y regresará a Perú siendo un adulto, pero en ese tiempo le pasarán muchas cosas. La más importante, la crueldad del acoso escolar por “no ser de los nuestros” y sus consecuencias. Este es otro de los temas colaterales esenciales. Y aún hay otro, en principio más escabroso: su atracción sexual por su madre adoptiva. Un asunto que conducirá a un distanciamiento largo, un secreto inconfesable que le atormentará, un trauma para la madre y para el hijo. Las escenas entra madre e hijo fueron las que más dificultad de escritura me supusieron pero, también, las que más satisfacción me proporcionaron luego. El padre es quizás mi personaje preferido, es el más generoso, el que adopta sin convicción, por amor a su mujer, y el que sabe adivinar el abuso al que fue sometido Diego en el orfanato limeño donde pasó sus primeros años de vida.

P: Si tuvieras que definir tu prosa, ¿qué dirías? 

R: Mi prosa es sencilla y culta. Accesible y ágil. Me gusta pensar que el lector se siente confortable leyendo mis historias, aunque estas sean de apariencia dura, como la vida misma.

P: ¿Te interesa la literatura actual? 

R: Sí, me interesa mucho. Me considero, sobre todo, lectora. Me encanta leer novelas y nunca he dejado de hacerlo. A través de esas grandes mentiras que son toda novela, nos enteramos de muchas verdades, a veces incómodas, que conviven con nosotros en la realidad. Además, ahora, estoy impartiendo un curso sobre la novela en español en el siglo XXI y sus tendencias. Preparándolo disfruto y aprendo una barbaridad.

P: ¿El mercado dosifica la fuerza del escritor?

R: Lo de dosificar no sé muy bien qué significa. Mientras escribo me olvido del mercado. Este entra en la ecuación después. El mercado es muy injusto porque el sector editorial español es un oligopolio y unas pocas editoriales lo controlan todo, desde la crítica, la presencia en ferias, hasta la ubicación del libro en escaparates y anaqueles de librerías. Hacerte un hueco desde una editorial independiente es difícil porque la lucha es muy desigual. Por eso yo a mis lectores les pido que “si leen mi novela, tanto si les gusta como si no, que lo digan”, a sus amigos, en las redes sociales, donde sea, para que la mantengan viva. Estoy convencida de que "Más allá de la tristeza" se lo merece.