Escritora, psicóloga y matrona de vocación, como ella misma se confiesa, Concepción Hernández (Alicante, 1971), presenta ¡Confía y suelta! Vol. 3 (Star Sale Editores, 2024), un libro que reivindica la palabra a través de frases que parecen antorchas para el día a día. La autora, también novelista, acude a la mujer como centro de la transformación humana. El nuevo mundo, basado en la sensibilidad y en la conciencia, lo descubre en su desempeño profesional y también en los libros que escribe.

En esta entrevista comparte su perspectiva sobre la soledad del individuo actual, los miedos, la salud mental y el papel de la política en el bienestar de la sociedad.

Pregunta: Psicóloga y escritora, pero de vocación matrona. ¿Cómo lo explicas?

Respuesta: Decidí ser matrona con tan sólo 12 años, acaba de descubrir que mi abuela materna había fallecido de una infección puerperal tras dar a luz a mi madre y me juré que salvaría a todas las madres del mundo. Finalicé mi especialidad a los 26. Resulta increíble cómo alguien que nunca conocí determinó el curso de mi vida.

Unos años antes, atravesé una depresión que me llevó a interesarme por el mundo de las emociones y la mente. Para afrontar mi situación, estudié Psicología en la UNED y ambas formaciones han sido clave para acompañar y apoyar a mujeres y parejas en momentos difíciles como el duelo perinatal, la depresión postparto o los tratamientos de fertilidad.

Sin embargo, mi auténtica pasión desde niña ha sido la escritura. La depresión me dejó en silencio durante 20 años hasta que, un ejercicio de crecimiento personal me permitió retomar un antiguo relato que finalmente se convirtió en mi primera novela, Lágrimas de pan (2014).

Con el tiempo terminé por integrar estas tres facetas de mí misma y comprendí que estaban profundamente conectadas. Gracias a Sócrates, descubrí que, así como su madre era partera, él también quería ayudar a los demás a “parir” y afirmaba que: Yo no sé nada, y soy estéril; pero te estoy sirviendo de partera para que des a luz tu idea. Esto me hizo ver que mi propósito había evolucionado, pasando de asistir nacimientos físicos a acompañar en el nacimiento de ideas y nuevas formas de ver la vida.

P: La mujer como la creadora de un nuevo concepto de mundo. ¿Esa es la perspectiva de tu trabajo?

R; En todas mis novelas las protagonistas son mujeres, y esto es algo que surge de forma natural. Por un lado, porque soy mujer; por otro, porque durante más de quince años me he nutrido de las experiencias de otras mujeres con el ejercicio de mi profesión como matrona. A través de ellas, exploro al ser humano y reflexiono acerca de sus emociones, pensamientos, miedos, deseos y sueños, que son universales.

Con mi trabajo, pretendo mostrar cómo es posible transformar y mejorar el mundo que nos rodea cuando alcanzamos un equilibrio interno al armonizar nuestras emociones, pensamientos y lenguaje.

¡Confía y suelta! debe leerse con la esperanza de alcanzar un estado de conciencia diferente. Se trata una lectura de doble y triple vuelta

Portada de '¡Confía y suelta!'

P: ¿Y de qué trata tu libro ¡Confía y suelta! Vol. 3? ¿Es una serie?

R: Es la tercera entrega de ¡Confía y suelta!, Vol.1 (2018) y Vol.2 (2021) y sigue la estela de sus predecesores. Como ellos, está compuesto de frases cortas y reflexiones que pretenden servir de ayuda al lector, ya sea dando refugio y consuelo en momentos de tristeza, ya sea impulsándolo y motivándolo en su día a día. Al adentrarse en sus páginas va a tomar conciencia de su valía, de su dignidad, de su fuerza y de su auténtica libertad que reside en la capacidad para decidir.

No es un libro del que se pueda extraer información nueva, sino que debe leerse con la esperanza de alcanzar un estado de conciencia diferente. Se trata una lectura de doble y triple vuelta. Es preferible leer una o dos frases sueltas al día o cada vez que uno se sienta inspirado a hacerlo y dejar que su mensaje vaya calando poco a poco, tampoco es necesario seguir el orden establecido en él y puede resultar divertido abrirlo al azar y dejar que la intuición sea la que decida.

P: ¿En qué se diferencia cada libro?

R: En general, todos mis libros promueven el autoconocimiento y el desarrollo personal, combinando la fantasía y el realismo mágico con el fin de ofrecer historias con diferentes capas de profundidad. Tener distintos niveles de interpretación, permite al lector encontrar el mensaje que más le resuene. Su lectura genera una transformación emocional y mental muy positiva que resulta sanadora. Pero, aunque comparten este enfoque, cada uno aborda un tema específico.

En la bilogía compuesta por Lágrimas de pan (2014) y A una Sonrisa de tu Sueño  (2018), descubrimos la capacidad del ser humano para transmutar experiencias negativas, se aborda la relación entre el Ego y el Ser y cuestiones como el perdón y la duda existencial, el “¿quién soy?”

Buscadora de abrazos (2016), trata sobre el duelo y la superación de crisis personales incluyendo un guiño al ho’oponopono, técnica hawaiana de resolución de conflictos. Por su parte, Alma, (y su casita de muñecos) (2020) explora el poder del subconsciente y su capacidad para liberar traumas y desbloquear el potencial personal.

Además de estas cuatro novelas, he publicado herramientas de trabajo personal para ayudar a aquellos que sienten curiosidad por descubrirse y “despertar” y quieren ponerse manos a la obra. Tal es el caso de Manual, la Felicidad no es una utopía (2022) y Reto 365 días de vida consciente (2023), que ofrecen actividades prácticas. Y por último, los tres volúmenes de ¡Confía y suelta!, que con frases inspiradoras motivan a la reflexión diaria.

P ¿Una palabra a tiempo salva?

R: Rotundamente, sí. Son los pequeños gestos los que nos salvan. Los abrazos, las sonrisas y las palabras sinceras y sencillas, esas que entiende el alma.  La curación, la armonía o la salvación no se acompañan de fuegos artificiales ni llegan a nosotros a través de complicadas fórmulas, son algo natural.

Me gustaría resaltar la importancia de los términos en los que nos comunicamos con nosotros mismos, porque ese lenguaje interno que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida y que no tiene filtros, ni piedad, es de vital importancia. Si tuviera que hacer una única recomendación a un paciente con problemas emocionales le diría: háblate con amabilidad y siempre que puedas di: gracias.

Tenemos miedo a ser juzgados y rechazados, también tememos que nos decepcionen e incluso podemos temer decepcionar

P: Se dice que el ser humano atraviesa una etapa de soledad no deseada, que se relaciona más con perros y gatos que con sus semejantes. ¿Estás de acuerdo? Y de ser así, ¿a qué lo atribuyes?

R: Es posible que se esté dando esta circunstancia y la principal causa sea el miedo. Tenemos miedo a ser juzgados y rechazados, también tememos que nos decepcionen e incluso podemos temer decepcionar. Y estos miedos nos llevan a vivir escondidos tras versiones alteradas de nosotros mismos. Nos encantaría ser auténticos y mostrarnos tal y como somos, pero el miedo nos lo impide. Un perro o un gato nos hace sentir a salvo porque no nos juzga, nos acepta tal y como somos.  Estamos seguros de su lealtad y además, piden a cambio apenas una caricia o un poco de atención. Son relaciones más seguras, junto a ellos podemos ser nosotros mismos y eso es muy liberador.

En cambio, cuando nos relacionamos con nuestros semejantes, la sensación es diferente. La comunicación entre humanos se ha deshumanizado, es superficial y muchas veces vacía de contenido. Hemos sustituido los emoticonos por palabras, hemos prescindido del lenguaje no verbal en nuestras interacciones, ya no nos miramos a los ojos, y ya no sabemos escuchar.

Vivimos en una sociedad en la que los seres humanos nos hemos atomizado, etiquetado y enfrentado en categorías excluyentes y esto sólo agrava la desconexión entre nosotros. Si a esto añadimos que la falta de respeto se está agravando y las redes sociales son cada vez más crueles e implacables, es comprensible que se opte por la compañía segura que nos ofrecen los animales.

P: ¿Por qué los políticos no hablan del bienestar interior de las personas? ¿Hay prejuicios o la psicología no es un asunto de interés político?

R: En la actualidad, la salud mental y emocional ha ganado reconocimiento y se habla con naturalidad sobre el crecimiento personal, la autoestima y la importancia de sentirse bien. Incluso la publicidad utiliza estos temas, lo que demuestra un gran avance.

Sin embargo, desde la política el enfoque es erróneo. La mayor parte de los recursos se destinan a solucionar problemas en lugar de prevenirlos. Y es que la prevención es ingrata y no siempre arroja los resultados inmediatos y tangibles que necesitan los políticos para mantener su influencia.

La ley de causalidad es clara: todo efecto tiene una causa y, si se quiere modificar el efecto, se debe actuar sobre la causa. Dentro de este esquema, los efectos serían los grandes problemas que vemos en la sociedad como el maltrato, el abuso, la delincuencia y los suicidios; y mayoritariamente su causa, los desequilibrios mentales o emocionales, entendidos como falta de armonía o desajuste, no como enfermedad.

Es vital cuidar escrupulosamente y desde todos los ámbitos posibles -familiar, social, escolar, laboral, lúdico- la salud mental y emocional del individuo en todas las etapas de su vida, y especialmente durante su infancia. Las políticas deberían encaminarse a potenciar la autoestima de los individuos, a ayudarlos a aceptar los cambios que se producen a lo largo de la vida, porque resistirse a los cambios es una fuente inmensa de sufrimiento innecesario, y a proporcionarles herramientas básicas y efectivas de afrontamiento. Necesitamos volver a lo básico, a decir “gracias”, “por favor”, a pedir perdón y a asumir la responsabilidad de nuestros actos, porque esto que parece una obviedad se está perdiendo y su recuperación resulta clave para una convivencia sana.

P: ¿Te ha pasado que lees una frase de tu libro y sientes que un ser distinto a ti te está diciendo algo importante?

R: A menudo y es algo que, por diversas razones, me encanta. Redescubrir lo que escribo me permite calibrar el impacto que tendrá el mensaje en quien lo lea. También se trata de un ejercicio de humildad, ya que solo soy un canal a través del cual se transmite un mensaje, y además, me hace sentir profundamente agradecida al saber que tengo la compañía de mis queridas musas.

P: ¿Cómo definirías lo que llevamos de s.XXI?

R:Si tuviera que emplear una palabra creo que sería inquietante. Tiempos inciertos, convulsos, en los que enfrentamos retos globales como el cambio climático, las redes sociales, los movimientos migratorios y la reaparición de horrores como la explotación infantil y nuevas formas de esclavitud. La polarización crece, los conflictos armados se multiplican y la inteligencia artificial plantea nuevos desafíos.

Pero a pesar de que el panorama es complicado, es en las situaciones de crisis donde surgen oportunidades y yo, creo en la humanidad y en su capacidad para cooperar y conseguir grandes logros. Si queremos superar estos retos, tendremos que apostar por la integración y la colaboración.