Oco The Show, espectáculo que se ha estrenado este jueves 5 de octubre en el Espacio Ibercaja Delicias, es capaz de transmitir los espirítus del rock y flamenco como uno solo. Cuenta con 23 artistas que unen sus disciplinas de forma magnética. El cartel flamenco se distingue por la participación de los cantaores Aroa Fernández y Antonio Carbonell. En el ámbito del baile, la presencia de los bailaores Yiyo, Tete y Belén López. Por otro lado, el rock está representado por dos figuras icónicas de la legendaria banda Rolling Stones: el vocalista Bernard Fowler y el saxofonista Tim Ries.

Y por encima de todo ello, Estrella Morente. Para conocer a la artista, la magia de su familia y qué supone su participación en el espéctaculo, la granaína ha compartido media hora de conversación con ElPlural.com.

Pregunta: ¿Con ganas de OCO The Show?

Respuesta: Lo estamos pasando muy bien y espero que la gente lo viva igual. Tenemos muchas ganas de compartir. Hay algo especial aquí. Me siento muy afortunada de poder ver esos bailaores, las percusiones, guitarras, coros… Me está sirviendo para ser mejor. Mejor persona, sobre todo. Es un ejercicio de humildad y convivencia. Somos más de 20 personas. Tienes que tener paciencia y sentido de compañerismo. Cuando vas solo, puedes aislarte. Pero aquí tienes que convivir con mucha gente.

Pregunta: ¿Qué tal el choque cultural entre rock y flamenco. Dos sonidos, aparentemente alejados, pero al mismo tiempo de raíz, populares.

Respuesta: Son dos géneros viscerales, de las entrañas, de lo más profundo. Y saltan chispas. Si encima tienes a tanta gente alrededor, se convierte en un puzzle cuyas piezas deben ir bien engranadas. Flamenco, rock, soul, jazz, combinan perfectamente. Salen del corazón, de la misma tierra. En el ensayo general, con público, y no sabíamos qué iba pasar, pero fue fantástico. Cuando nos dimos cuenta, veías a gente dando botes, bailando flamenco, dando voces…

Pregunta: Es imposible no poder relacionar el apellido Morente con esta fusión.

Respuesta: Han contado conmigo acordándose de nuestra vinculación infinita con el rock, a través de Omega. Mi padre es el Papa, el Capo. Y hay un antes y un después tras esta publicación. De hecho, Antonio Carbonell, director de la banda, estuvo en Omega haciendo las palmas y coros. Me acuerdo de La Leyenda del Tiempo, del maestro Camarón (señala la imagen de las icónicas manos de José Monge Cruz, símbolo del show). Fue una revolución, no se puede cantar mejor.

Pregunta: Enrique Morente y Camarón de la Isla. Palabras mayores.

Respuesta: Mi padre ha sido el máximo creador de la historia del flamenco. No solo cantaba como el mejor, sino que producía, dirigía, proponía… Sus creaciones con Leonard Cohen, Sonic Youth… Esa manera de subir las seguidillas. Una cosa es cantar como Dios y otra cosa es lo que ha hecho Enrique Morente, que ha marcado la historia para las futuras generaciones. A todas las Rosalías que vendrán.

Pregunta: Quizás no existirían sin su legado.

Respuesta: Enrique Morente es la bandera de Rosalía. Hablo de ella porque es un nombre que suena en el mundo entero. Sonic Youth hablan de Morente como un compañero más. Mira Leonard Cohen. Y nadie se fija si era rockero o un cantaor flamenco. Hablan de alguien que ha revolucionado el panorama mundial.

Pregunta: ¿Tienes la sensación de que en España no se ha valorado lo suficiente ese nivel musical? Pienso también en Camarón. Gente que está a la altura de los Rolling Stones, Elvis, Los Beatles, Michael Jackson. Y que nosotros mismos nos minusvaloramos.

Respuesta: Muy pocos son profetas en su tierra. Estoy totalmente de acuerdo con ello. Pero es algo que siempre nos ha pasado. Si no obviamos a Albéniz, lo hacemos con Granados o a Falla. Y Paco de Lucía no porque voló por el mundo. La obra de Morente, ya llegará. Nos iremos y seguirá girando por el cosmos. Algo que, por cierto, él no buscaba. Quizás por ello su obra es tan universal. Nunca se encorsetó en publicitarse, en buscar un Grammy o un Disco de Oro. Iba hacia el arte, a unir culturas. Piensa en Misa Flamenca. Mi padre puso a cantar en una canción sefardí en un altar cristiano a Jalal Chekara siendo árabe.

Pregunta: Eso es haber hecho mucho más por la convivencia que muchos políticos.

Respuesta: La mezcla y la unión siempre fue lo suyo.

Pregunta: Fue también un artista con bastante conciencia.

Respuesta: Su música llevaba un mensaje humanístico y solidario. Siempre tenía algo que contar y era muy generoso con las nuevas generaciones. No miraba su ego.

Pregunta: ¿Fue así siempre?

Respuesta: Hay declaraciones suyas en las que deja clara su visión siendo muy joven. Era una época en la que los cantaores iban vestidos con camisa blanca y todo era encorsetado. Vestía diferente, el pelo largo… Tu veías ya algo distinto en él.

Pregunta: Era un punki, realmente.

Respuesta: Totalmente. Con su pulsera que se compró en la tienda Marihuana, situada en la Plaza del Cascorro. Le gustaba lo gótico, también.

Pregunta: Hay mucha rebeldía en su obra.

Respuesta. Mucha. Le preguntaron, rodeado de gente mayor del mundo del flamenco, por los cánones y por cómo se salía de ellos. El contestó con su acento granaíno: ‘Hombre, está muy bien aprender de los maestros, pero no podemos estar toda la vida mirando a un mismo señor”.  Y todo eso lo hemos mamao.

Pregunta: Y teniendo en cuenta el contexto histórico que le toco vivir.

Respuesta: Además de ser la rehostia cantando, tenía muy buena cabeza. También tuvo las narices de ejecutar un camino que era bueno como ejemplo para las futuras generaciones. Puedes ser un genio como compositor, pero no puedes pegar a tu mujer o arrastrar a la gente a la drogadicción… Él hacía lo que quería cuando salía pero que a un niño chico no le eches el humo en la cara. Había valores. Si te admira una generación entera, tú no puedes estar en la drogadicción ni el tabaquismo. Tienes una obligación. Debes tener principios y valores. No todo vale.

Pregunta: Emociona escucharte cómo hablas de tu padre.

Respuesta: Más que desde el apego y condicionamiento de 'tenemos que cenar en Nochevieja sí o sí', 'me tienes que aguantar de por vida', él unía a la familia a través de apoyar y escuchar. En cómo daba su sitio a las mujeres de la casa. No necesitaba defender el feminismo porque era natural. Nos trataba así. Con cariño, contando con nosotros. Le encantaba también la gente joven. Les daba consejos y les ubicaba. Y si se tenía que tomar con ellos un par de whiskeys, lo hacía. A él le jodía la doble moral muchísimo.

Pregunta: Es cierto también que el flamenco era un mundo muy chapado a la antigua.

Respuesta: Piensa que había canciones que decía 'la maté porque era mía'. Que son incantables. Y él decía, espera. Vamos a coger a San Juan de la Cruz, Teresa de Jesús, Javier Egea, Luis García Montero… A poetas del exilio.

Pregunta: ¿Quién no habrá pasado por tu casa?

Respuesta: Eso ha sido una suerte. Levantarte en tu casa y que esté por ahí Michael Nyman. Paco de Lucía, Camarón o Pat Metheny tomándose un gazpacho. Por no hablarte del Habichuela, Tomatito, Manolo Sanlúcar. Luego jóvenes como Raimundo Amador, Ketama… Todo lo que estaba de actualidad pasaba por mi casa.

Pregunta: ¿Escucharía trap tu padre?

Respuesta: No solo lo escucharía. De hecho, tenemos cosas que no han salido a la luz. Trabajos de electrónica, por ejemplo. Hablemos de su obra Pablo de Málaga. Ahí está la electrónica, ¿quién lo hacía hace 20 años? Y después vino el rap.

Pregunta: Granada también es una gran cuna de raperos

Respuesta: Siempre le encantó la música de los chavales. A lo que llamamos trap ahora, él ya lo hizo.

Pregunta. Realmente, ellos son los más traperos. No hay nada más trap que Camarón

Respuesta: El coge una batería en Pablo de Málaga y se pone a rapear un texto de Picasso. No te lo pierdas. No es cualquier cosa. Y empieza, directamente, a rapear. Además, tú me dirás quien tiene valor de llamar a alguien como Picasso, Pablito de Málaga. Y todo eso es maravilloso porque se mama. Le pasa a Soleá, también a Kiki. No nos viene la curiosidad de la nada.

Pregunta: Qué importante es la herencia cultural.

Respuesta: No somos solo lo que comemos, sino también lo que escuchamos. Todo lo que oímos nos moldea.