Llevaba bastante tiempo tratando de entrevistar a Ben Yart. He intentado llamar su atención varias veces en plan danza nupcial del reino animal y finalmente lo he conseguido. Consejo para la vida: da la chapa pero sin ser un pesado. Hace una semana se publicó un perfil sobre él en ElPlural.com y un rato después me tiró al Twitter @atakedepanico para que matizara un par de cosas. Lo hago y hablamos un poco de Guerra Mundial, su último trabajo. Le digo "oye tío, necesito entrevistarte". "Igual ahora tengo un rato libre", me contesta.
Una hora antes de la conversación, lo de entrevistar a Ben Yart era una especie de quimera personal y ahora tengo su número de teléfono. Uno está de chill leyendo en la playa, romantizando la soledad, y de repente, pasa esto. Pero chill que pa' esto hemos estudiado. Ahora que lo pienso, no sé cómo puedo escribir chill (relax) y Ben Yart en la misma frase. Y más aún, cómo puede alguien que se comporta como Bart de Focusyn haber sido un elemento esencial de un colectivo musical llamado Chill Mafia. Esta entrevista tiene varias fases y mientras escribo esto no sé si habrá más. He hecho muchas entrevistas en los últimos años y muchas de ellas las hago como si estuviera en una cadena de montaje. Esto es otra cosa. Esto es algo que se está inventado mientras sucede. Esto es la entrevista benyartiana.
1ª llamada
P: En realidad he escrito tu perfil para llamar tu atención.
R: Lo has conseguido.
P: ¿Qué tal?
R: Bien, comiendo con mi novia en una cafetería.
P: No te imaginas cómo me obsesioné con Barkhatu.
R: Está muy guapa y te das cuenta de que está pasando algo.
A mi perro le cuido muy bien y le hago feliz, pero no está tan realizado como un perro pastor
P: Exacto. Tuve una sensación similar a cuando escuché por primera vez Nike Tiburón de Los Alemanes.
R: Cuando la sacamos ya veníamos pisando fuerte, en plan vamos a quitar a todos los que están haciendo música de mierda en vasco. En Twitter me hacía llamar Matamuguruzas y todo ese rollo. Era también irónico porque gente como Fermín Muguruza eran los putos amos. Los respeto, pero tenía mi estrategia para irrumpir en la escena ¿Entiendes? Con lo de “'estamos en los amplis, huyendo de tus barras de mierda”, la gente de mi generación entiende que estamos sonando en la calle con líricas mejores que las que había hasta ahora. Sin embargo, la gente que sabe lo que pasó, recibe una imagen de fugarse de la cárcel como Joseba Sarrionandia, como refleja la canción de Kortatu Sarri Sarri. Para los jóvenes es romper con lo anterior y para los carrozas significa somos como lo anterior. Es arte propagandístico.
P: Es una ruptura total con el punk radical vasco.
R: Era de cajón que eso tenía que pasar.
Barkhatu es un tema de Chill Mafia que explotó como Goma-2 en el panorama vasco. Ante un fenómeno tan inmóvil y pétreo como lo abertxale, un grupo de chavales de Pamplona cogió su pasado cultural y dijeron, 'a ver viejos, dejad de dar la chapa con vuestra mierda'. Cantaban en euskera con bases de reguetón, una música vista con malos ojos por personas autodenominadas feministas, inclusivas y que se enfadan mucho por la sexualización de la mujer. Peña que seguía una corriente no actualizada y que estaba siendo arrasada por un grupo de jóvenes frescos y diferentes. Barkhatu puso a Chill Mafia en el mapa a nivel nacional y meses después cientos de personas estaban (estábamos) gritando muevo el culo y gora ETA en una discoteca del Madrid pospandémico de Isabel Díaz Ayuso mientras el resto de España estaba secuestrado.
En esa canción, Ben Yart destroza el cristal del escaparate bajo un aura que se mueve entre lo onírico y lo material. Rompe con el pasado y reivindica a una nueva generación. Más liberada sexualmente, sin ciertos estigmas, más en consonancia con otras realidades y padeciendo una opresión similar a jóvenes de toda España. La crítica, a través de juegos de palabras que alternan euskera y castellano, es una crítica durísima al punk radical vasco, al contexto político abertxale y una idiosincracia que se estaba en descomposición. Y Ben Yart lo declama así:
El pitxu (anfetamina, spiz) no te hará libre, pero siéntete libre
De pintarte una marri, 'tamos en los amplis
Huyendo de tus barras de mierda, Sarri Sarri (icónica canción de Kortatu)
De tus manis de mierda, de comernos tu mierda
Jangarri, gu Bildu, zu Sortu (juego de palabras entre jangarri, sustento y a su vez, una empresa de alimentación que da servicio a comedores escolares; bildu, reunir; y sortu, crear)
Gure kabian (en nuestro nido) hueco había
Milicia, pero no hacemos listas
No se cancela, se lincha
Talde armatua (grupo armado), Astore nos equipa
Pelota con los hinchas o pixelan a mis chicas
Edo ateak irekiri ateak itxi (abre la puerta o la cierras), Chill Mafia
Hacíamos trapis y tu ekintzas (acciones), pero en la ikas gutaz mintza (pero en el colegio hablabas de nosotros)
Llámanos Non Servium porque estamos hartos
De tanto puto calvo pesado
Boomers no lo entienden, claro
No es un puto chiste de pesado
De Carrero Blanco volando, volando, volando
Este texto es historia musical, brutalmente rupturista y un anuncio de todo lo que Ben Yart está describiendo en su respuesta anterior. Se podría escribir mucho sobre Barkhatu, pero el final del tema, cantado por Irene, refleja ese os vamos a tocar los huevos a todos y nos la pela:
Dame duro, hazme daño
No te veía de hace un año
Te has quedao' sin porros, yo lo apaño
Sugardaddy, jambos me escriben las letras
Si me quieres dame un besito que yo te enseño las tetas
Soy el Luli pásame el peta
Muevo el culo y Gora ETA
P: He de decirte que me pareces un artista muy flamenco.
R: Los gitanos de Mendillorri viven en mi plaza y nos hemos mezclado todos con todos. Les hemos metido el rap o el techno y ellos a nosotros el flamenco. Yo, por mi forma de ser, he ido absorbiendo su esencia de forma natural. Nos pasábamos noches enteras haciendo música. Como dicen ahora los subnormales, he hecho una apropiación cultural del copón. Al lado de Mendillorri está Burlada y hay huertos con caballicos. Les tocábamos bulerías. Los caballos sienten la bulería por dentro y saben bailarla, te lo juro. Eran caballos normales que no habían mamado flamenco, pero la bulería tiene un temple que les pone a bailar.
Como vivo con una escasez constante de dopamina, necesito triunfos, aprobación y hacer reír a la peña
P: Hostia.
R: Es muy loco. Luego hay caballos que se dedican al baile. Es todo un mundo. No me mola mucho porque es tener al caballo explotado. Pero en verdad, tras estar en un club de hípica por la grabación de Mus Corrido, vi a los caballos como realizados. Un caballo flamenco se la goza. Es como un perro pastor. Es un perro realizado. Yo a mi perro le cuido muy bien y le hago feliz, pero no está tan realizado como un perro pastor.
P: Los veo en mi pueblo. Se van solos durante semanas a cuidar a las vacas en el monte y vuelven asalvajados.
R: Qué guapo, tío. Se convierten en lobos. Me emociono y todo.
P: Tu música está bastante influida por la pena y el agobio. Sin embargo, tienes Hoy es un gran día con El Mini que es un himno a la alegría. Sienta bien escucharla.
R: Es increíble esa. Además, la música no está hecha para trasmitir esa alegría. Tiene un toque turbio pero te hace feliz. Y con El Mini, que es un icono.
La conversación, por ahora, llega a su fin. A Ben Yart le reclama su mujer. "Jefe, seguimos hablando en un rato. Te llamo yo. Así te preparas preguntitas o lo que quieras. La charla está bien eh, pero tengo que dejarte". Un par de horas después, el equipo de comunicación de Ben Yart se pone en contacto conmigo por el perfil que hemos preparado en ElPlural.com. Que si quiero, podemos gestionar una entrevista. LOL. Les cuento que acabamos de hacerla y que ha tenido que irse a los diez minutos. Que me llamaba luego. No puedo con él, me dicen entre risas. A los genios hay que dejarles fluir, contesto. Tal cual, quién soy yo para limitarle su libertad, señalan. El día pasa. Nadie llama.
2º Llamada
Dos días después, se me indica desde su equipo que puedo llamarle a las 14:30. Pienso, qué pereza ahora esto, yo solo quiero echarme la siesta. Pero bueno, no estamos para desperdiciar llamadas con Ben Yart. Le llamo. Lo coge. ¿Podemos hablar después, que quiero dormir un rato?, me dice. Me has leído el pensamiento, macho, que quiero sobar un rato yo también, ¿A las 17:00 te viene bien? Tengo que coger el coche para ir a Madrid. Aprovecho y te llamo.
3ª Llamada
Salgo de Cantabria, 17:30. Una mano en el volante, la otra dándole al botón de grabar en un portátil que hace las veces de copiloto. Llamó y lo coge.
P: ¿Qué dices, Beñat?
R: Acabo de salir del gimnasio.
P: ¿Te pillo bien, no?
R: Sí, sí. Dale.
P: Hablé con Dellachaouen y le conté cómo está siendo esta entrevista: "Es un genio. Eso que ha hecho es muy de Benito. Es un alma libre y absoluta", me ha dicho.
R: Le amo.
P: También me dijo que eras "una analogía del TDAH en persona".
R: La verdad es que es una locura. Necesito pequeños triunfitos todo el rato. ¿Has salido mucho de fiesta?
P: Algo. Te contesto que he entendido Mañaneo y Drogolegas.
R: Vale. ¿Sabes que hay una hora del mañaneo en la que hay gente que se atasca en bromas muy estúpidas? Necesitas tu dosis de dopamina, que la gente se ría contigo todo el rato y entras en modo subnormal. Yo me veo así. Como vivo con una escasez constante de dopamina, necesito triunfos, aprobación y hacer reír a la peña. De estar todo el rato ideando bromas, ya se me da bien hacerlo. Mi mente está necesitando crear todo el rato. Pero literal. Me apago como un girasol si no estoy tuiteando mil cosas por minuto. Escribo mientras hago reír a mi mujer, apunto una frase que ha dicho un colega y hago sentadillas. Todo a la vez. Tengo suerte porque tengo TDAH y soy inteligente. Hay quien no lo es y lo pasa muy mal. Hay gente histriónica con una combinación muy dura: Es fea, gorda o calva. Sin embargo, la gente que está buena, es capaz de conseguir la aprobación a la que está enganchada. Por tanto, su vida no es tan turbia. Aunque luego envejecen y se van al abismo.
P: ¿Sientes que estás enganchado a la aprobación?
R: Para el humano, la aprobación es un triunfo. Y yo necesito triunfos todo el rato.
P: Sin el TDAH no serías artista.
R: Habría utilizado mi inteligencia para hacerme ingeniero. Pero claro. Haciendo ingeniería tardas mucho en saborear el fruto de tu esfuerzo. Es un camino que el TDAH no podría recorrer porque se moriría en el desierto.
P: ¿Cómo afecta el consumo de drogas a esa enfermedad?
R: La cafeína me hace ser un súper hombre. El MDMA, por ejemplo, me hace influir psicológicamente en la gente. El otro día hice llorar a una mujer y parecía que era ella la que iba de eme.
P: ¿Te preocupan los efectos en tu salud?
R: Claro. Tengo un método, como decía Lola Flores. Ahora hace bastante que no consumo. Igual desde antes de ayer o así (ríe). Lo que sí veo es la piel de la cara muy jodida, será la deshidratación.
P: ¿Sabes dónde tenías muy buena cara? En la Gallery Sessions.
R: Bah, sin más. Iba muy maquillado. Sin más, sin más.
P: Y esas coletas, brutal.
R: Me las hizo mi mujer.
P: En ese vídeo vimos al Ben Yart más actor.
R: Iba entero de pastillas, la verdad. El mandibuleo es muy natural. Pero eh, no me arrepiento.
P: Es un tema súper complejo. En él, haces una crítica al sistema y el mundo que nos rodea. Tuve que escucharlo muchas veces para llegar a una conclusión concreta.
R: Toda canción del álbum Ceros que lleva ese número la escribi del tirón en una noche. Me fui a dormir con mi ex y Sara, la Dj de Chill Mafia. Había consumido anfeta y estaba creador. Por la mañana puse en Instagram quién tenía un estudio por Madrid. Quedé con varios y Mr. Worth me pareció el mejor. Ahí hicimos Ceros del Gallery. Luego subí a Bilbo, me hice el tema Uno, y grabé con Erebo todo lo que tenía escrito. No me costó nada hacer ese disco. Sea a la izquierda o sea a la derecha, eres un cero, pero puedes ser un uno. El protagonista del álbum está perdido en el abismo y obsesionado con ser alguien. Yo no defiendo que tengas que serlo y trate de usarme de ejemplo para hacer una enseñanza de la vida. Yo estaba así y ya está. Sin más.
Ben Yart acaba de lanzar Guerra Mundial. Recluido en el salón de su casa, vemos a un artista aislado del exterior, pero consciente de que el mundo se está yendo a la mierda.
P: Háblame de Guerra Mundial
R: Es una visión similar a la de Kafka cuando dijo: "Hoy Alemania ha declarado la guerra a Rusia. Por la tarde fui a nadar". Bon Día es se ha declarado una guerra, yo me voy para mi búnker. Noseké es decido que me la suda todo. Niños Dinero es ganarme el pan y Metolápata, el circo. La siguiente es consumo Cocaína y después, La Culpa. Largo es piraros que quiero follar con mi novia y termina con La Colada, que es retomar mi vida.
P: Más allá del cinismo, nihilismo o el meme que quieres crear de ti mismo, también hay mucha clarividencia sobre lo que sucede a tu alrededor. ¿Haces política con tu música?
R: No puedo evitar verlo, lo que pasa es que no quiero una medalla. Al final, la política se hace después de la observación y el análisis. Y yo, por ahora, solo observo. Hacer política es tomar decisiones para el grupo y mi música no ha tenido ese poder Entiendo el recurso poético de redefinir los conceptos para quedarnos con el aspecto romántico. Como cuando dices que ser gangster es levantarse a las 7 de la mañana. No te flipes. Ser gangster significa pertenecer al crimen organizado. En esto soy autista. Política no la he hecho, pero la voy a hacer porque soy dictador. Karl Marx no hizo política, sino que escribió un libro diciendo lo que creía que iba a pasar. La política la hizo Lenin. A eso voy. He sido Marx y ahora voy a ser Lenin.
Sobre este tema, Ben Yart tenía que puntualizar algo a posteriori. Y lo ha hecho comentando un tuit de Pilar Rahola en el que la analista catalana decía lo siguiente: "No me callarán. No me esconderé. No les tendré miedo. Soy una ciudadana libre en un país libre. Nunca el fascismo, ni de derechas, ni de izquierdas impedirá que ejerza mi libertad. De eso tenéis miedo, vosotros, los agresores. Tenéis miedo de la libertad". Ante esta reflexión, Ben Yart dice: "Esto es lo que te decía sobre el recurso literario de cambiar el significado de las palabras. Al final acabas pareciendo tonto. Te juro que me suena peor lo de fascismo de derechas por lo redundante que lo de fascismo de izquierdas por lo incongruente. Quiere decir totalitarismo pero claro. FASCISMO TAMBIÉN ES MULTAR COCHES POR BEBER".
P: Eso de ser un dictador, creo que es una radicalización provocada por Twitter.
R: Va un poco por ahí. En el videoclip he querido mostrarlo. En Twitter hay que tratar los problemas como los tratarías en la calle, con alguien en frente. Yo pego a un tío dos puñetazos y no sigo cuando está en el suelo. En Twitter, como no le tienes delante, sí lo haces. No empatizas.
P: Hablando de pegar, te he visto haciendo sombras en algún vídeo y ojo.
R: Pego unas hostias que flipas, tú. No me gusta la violencia pero es parte de la vida.
P: ¿Crees que hay similitudes entre la relación camello-cliente y artista-fan?
R: Se que no ibas por ahí pero quiero decirte algo. Ser camello te permite desarrollarte artísticamente a un nivel similar al de los nepobabys, la gente que no necesita vivir de su arte para crear porque tiene dinero. Si no necesitas vender tu arte para comer, puedes volverte loco como artista. Yendo a tu pregunta, en Niños Dinero juego con eso y hago una alusión a que musicalmente vendo droga. Enganchas y tienes a la gente como ganado. Fíjate que estuve un tiempo vendiendo videosaludos. Vendí mogollón.
P: Pensaba que era una coña de las tuyas.
R: Qué va. Durante mucho tiempo viví de eso.
P: Elijo creerte.
R: Cómo no me vas a creer. Si quieres te enseño mi cuenta bancaria y la de mis amigos. Soy de las pocas personas que sabe que no se pueden hacer más de 3.000 de Bizum al mes. En vez de dar mi número a los fans, para que no lo tuvieran, daba el de algún colega y luego me lo mandaban ellos a mí.
P: Te aplaudo.
R: Es una maravilla. Se lo copié a El Tomate, el del vídeo de los chungos del Eclipse. Le regalaron uno a un colega mío, me dijeron que le había costado 50 euros y dije quéeeeee. Fue una buena época. Quería comer, ponía una historia y venga. 50 pavos.
P: ¿Sientes que eres un profesional de la música?
R: Mazo.
P: El otro día la directora del Condeduque te comparó con Benito Pérez Galdos. ¿Cómo te hace sentir algo así?
R: Impresionante. Me meaba de la risa cuando lo leí. La única de mi familia que estaba de acuerdo era mi madre. Es muy fan y sabe que soy bueno de verdad.
P: Si lo dice tu madre es que es verdad.
R: También me dijeron que Pérez Galdós hacía el punto de vista desde varios prismas. Yo siempre soy Ben Yart. Mi punto de vista soy yo. Mi amigo Navas sabe mucho del tema y está de acuerdo en que en el futuro podrán usarme para conocer cómo era la sociedad. Sin embargo, cree que ni mi escritura ni me estrategia se parecen a las de Pérez Galdós.
Termino la entrevista con la sensación de haber sido Joaquín Soler Serrano en A Fondo entrevistando a uno de los mitos del arte del siglo XX. Ben Yart sigue en evolución y es imposible descifrar por dónde va a ir. Quién va a ser y cuál es su techo. En 30 años lo vemos. Espero que ambos sigamos vivos.