El actor estadounidense Kirk Douglas, fallecido el 5 de febrero a los 103 años de edad, ha dejado la mayor parte de su fortuna, valorada en 61 millones de dólares (56,1 millones de euros) a la Fundación Fouglas que fundó junto a su mujer, Anne Buydens, con fines benéficos.
Douglas, que trabajó en 75 películas en Hollywood decidió dejar 50 millones de dólares a su fundación y el resto, 11 millones, a sus familiares, aunque su hijo, el también actor Michael Douglas, no se beneficiará de la herencia, según ha adelantado el periódico británico The Mirror.
Según esa publicación, Kirk Douglas habría valorado que su hijo Michael no necesitará su dinero, puesto que él mismo ya cuenta con un patrimonio de unos 300 millones de dólares, obtenidos de su trabajo como actor, además de un núcleo familiar sólido junto a su esposa Catherine Zeta-Jones, que también tiene una importante fortuna.
Douglas contribuyó con su fortuna a varias causas benéficas
El protagonista de Espartaco ha contribuido con su fortuna en causan como instituciones y entidades como la Universidad de St Lawrence, donde se formó el propio actor; el Templo Sinaí de Westwood, que es la congregación judía más antigua y más grande del estado de California; el Kirk Douglas Theatre de Culver City, que fue restaurado gracias una donación de dos millones y medio de dólares realizada años atrás; y el Hospital Infantil de Los Ángeles, para atender a niños de familias con menos recursos.
Su hijo Michael Douglas se refirió al altruismo de su padre en su mensaje de despedida en las redes sociales, tras la muerte de la estrella de Hollywood, el pasado 5 de febrero. “Deja un legado en el cine que perdurará en las generaciones venideras y una historia como "un ser caritativo cuyo compromiso con la justicia y las causas en la que creyó sentaron un estándar al que aspirar todos", escribió el actor de Instinto Básico.
En la misma red social, el actor ha desvelado que ha pasado unos días en Mallorca, junto a su esposa, Catherine Zeta-Jones, en su mansión en la isla balear.
