Hay años que se miden por discos. Otros, por conciertos. Y luego están los años que se quedan marcados por ausencias: de repente, una voz que parecía eterna deja de responder. 2025 ha sido, en ese sentido, un año de despedidas con eco largo. No sólo por la magnitud de algunas pérdidas, sino por la variedad de estilos que se han quedado sin su faro: soul, rock, funk, reggae, jazz, pop europeo… un mapa entero de la música popular con varias luces apagadas a la vez.

La tentación, cuando pasan estas cosas, es reducirlo todo a la necrológica o al “grandes éxitos” automático. Pero recordar de verdad a un artista implica algo más íntimo: volver a una canción concreta y comprobar que sigue diciendo lo mismo -o incluso más- ahora que ya no están. Por eso esta lista no pretende ser un ranking, sino una forma de duelo en forma de escucha: temas imprescindibles para volver a ellos sin solemnidad impostada, con la emoción a mano y el oído abierto.

A continuación, una playlist comentada con canciones clave de artistas fallecidos en 2025, pensada para entender su legado en tres minutos (o siete) cada vez.

Robe Iniesta — So payaso

El fallecimiento de Robe Iniesta en diciembre de 2025 dejó huérfano al rock español. So payaso resume como pocas canciones su universo creativo: ironía, dolor, ternura y una poesía que nace desde lo más incómodo. Publicada con Extremoduro en Agila, se convirtió en un himno generacional porque decía en voz alta lo que muchos solo se atrevían a pensar. Hoy suena como una declaración de principios definitiva.

Robe Iniesta — La vereda de la puerta de atrás

Más que una canción, es un manifiesto vital. Aquí Robe mezcla crudeza lírica y belleza poética para hablar de huida, amor y libertad. Escucharla tras su muerte refuerza la sensación de que su obra no era pose: era una forma radical de estar en el mundo.

Jorge Martínez (Ilegales) — Tiempos nuevos, tiempos salvajes

Con la muerte de Jorge Martínez, el rock español perdió a una de sus voces más incómodas y lúcidas. Esta canción, publicada en los ochenta, parece escrita para cualquier crisis contemporánea. Su letra ácida y su tono desafiante reflejan la mirada crítica de un artista que nunca se plegó al consenso ni al maquillaje cultural.

Jorge Martínez (Ilegales) — Soy un macarra

Provocadora, directa y sin filtros, esta canción sintetiza la actitud de Jorge Ilegal: no pedir perdón, no suavizar el discurso y convertir la incorrección en una forma de honestidad artística.

Roberta Flack — Killing Me Softly with His Song

La muerte de Roberta Flack cerró una de las trayectorias más elegantes del soul y el pop. Esta canción es su gran emblema: una interpretación contenida, casi susurrada, que convirtió la vulnerabilidad en una fuerza arrolladora. Décadas después, sigue siendo una de las grabaciones más emocionantes de la música popular.

Roberta Flack — The First Time Ever I Saw Your Face

Una balada suspendida en el tiempo. Flack convirtió esta canción en una experiencia casi espiritual, demostrando que la emoción profunda no necesita artificios.

Marianne Faithfull — As Tears Go By

Con esta canción comenzó el mito. La muerte de Marianne Faithfull invita a volver a este tema que captura la inocencia perdida de los sesenta. Su voz frágil anticipa, sin saberlo, una vida artística marcada por la caída y la reconstrucción.

Marianne Faithfull — Broken English

La otra cara del espejo. Aquí Faithfull canta desde la herida, con una voz rota que convierte la experiencia vital en arte político y personal.

Brian Wilson — God Only Knows

La desaparición de Brian Wilson supuso la pérdida de uno de los grandes genios del pop. God Only Knows es una de las canciones de amor más complejas jamás escritas: delicada, arriesgada y emocionalmente devastadora. Un ejemplo perfecto de su talento para convertir la fragilidad en belleza.

Brian Wilson — Good Vibrations

Un laboratorio sonoro hecho canción. Aquí Wilson redefinió lo que podía ser un single pop, abriendo el camino a generaciones enteras de productores y compositores.

Sly Stone — Everyday People

La muerte de Sly Stone cerró una etapa revolucionaria del funk. Esta canción sigue siendo un alegato por la igualdad y la convivencia, disfrazado de ritmo irresistible. Su vigencia resulta casi incómoda.

Ozzy Osbourne — Paranoid

Con Ozzy Osbourne se fue un icono absoluto del heavy metal. Paranoid es urgencia pura: un riff inmortal y una energía que definió un género entero. Escucharla hoy es recordar por qué Ozzy fue irrepetible.

Jimmy Cliff — The Harder They Come

La muerte de Jimmy Cliff dejó al reggae sin uno de sus grandes embajadores. Este tema es resistencia, dignidad y orgullo. Un himno que sigue empujando hacia adelante.

Jimmy Cliff — Many Rivers to Cross

Una canción que hoy suena como despedida involuntaria: íntima, honesta y profundamente humana.

Chuck Mangione — Feels So Good

Con Chuck Mangione se fue la prueba de que una melodía instrumental puede formar parte de la memoria colectiva. Feels So Good es optimismo sereno convertido en música.

Bonus, para ampliar el recuerdo: Brigitte Bardot — Bonnie and Clyde (con Serge Gainsbourg): porque 2025 también se llevó a un icono que, además de cine y mito, dejó canciones que definieron una época.

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