Una respuesta rápida la da José Manuel Aguirre, economista de AIS Group: “España ha sido uno de los países más afectados de Europa. Y mientras la economía española estaba en crisis, las economías de muchos de los países europeos y americanos estaban en fase de crecimiento o al menos no tan mal, provocando el retorno de muchos a sus lugares de origen”.
Algunas cifras de interés que nos ayudan a analizar el fenómeno: La población extranjera residente en España se redujo en algo más de medio millón de personas (539.118) entre 2008 y 2015. Según los últimos datos, actualmente hay 4,7 millones de ciudadanos extranjeros frente a los casi 5,3 que residían en España en 2008, lo que supone una caída ligeramente superior al 10%. Madrid supera el medio millón de ciudadanos extranjeros aunque ha registrado una tasa de disminución de la población extranjera del 19%.
De acuerdo con el Padrón, la población española creció entre 2008 y 2015 en 466.560 personas (un 1%), rozando los 46.625.000. De ellos, 4,7 millones son ciudadanos extranjeros. Esto equivale al 10% de la población.
Por continente de procedencia, los extranjeros más numerosos en España en 2015 eran los europeos; con casi 2,2 millones representan algo más del 46% del total de extranjeros residentes en este país. Le siguen los procedentes del continente americano (1,1 millones) que suponen el 23% del total de ciudadanos extranjeros empadronados; los provenientes de países africanos (algo más de 1 millón) que representan el 22%. Los asiáticos son actualmente el 8% de la población inmigrante empadronada en España, unos 385.000, mientras que los ciudadanos de Oceanía apenas son 3.500.
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