Aunque el uso del efectivo ha disminuido en los últimos años, todavía hay situaciones en las que es necesario insertar la tarjeta en un cajero automático. En estos casos, puede ocurrir que, tras completar una operación, la tarjeta no sea devuelta. Es una situación más común de lo que parece y, aunque puede generar inquietud, existen formas sencillas de intentar solucionarla antes de tomar medidas más drásticas.
Cierra la sesión en el cajero
Una de las primeras acciones recomendadas es utilizar el botón de cierre de sesión del cajero. Suele estar identificado con una cruz roja y la palabra “Cerrar”. Al mantenerlo pulsado durante unos segundos, el sistema puede cerrar la sesión abierta y proceder a devolver la tarjeta, incluso si esta no fue retirada inmediatamente después de la operación.
En cajeros con pantalla táctil, cerrar todas las funciones abiertas manualmente puede tener el mismo efecto. En algunos modelos más modernos también existe un botón específico para recuperar la tarjeta, que puede activarse si el sistema detecta una operación incompleta o un mal funcionamiento.
Ponte en contacto con el banco
Si estos intentos no tienen éxito y la tarjeta permanece en el cajero, la recomendación es ponerse en contacto cuanto antes con la entidad bancaria. Para bloquear la tarjeta, será necesario proporcionar algunos datos personales, como el nombre completo, el número de cuenta y, si es posible, el número identificador del cajero en cuestión. Una vez bloqueada, la tarjeta no podrá ser utilizada, y el banco iniciará el proceso de emisión de una nueva, lo que puede tardar algunos días.
No dejes el cajero
Se aconseja, además, no alejarse del cajero hasta tener la confirmación de que la tarjeta ha quedado inutilizada, ya que existe la posibilidad de que sea expulsada más tarde y recogida por otra persona.
Este tipo de incidentes puede evitarse en muchos casos gracias a las tecnologías de acceso sin contacto que incorporan cada vez más entidades. Estos sistemas permiten realizar operaciones con dispositivos móviles o tarjetas con chip NFC, reduciendo el riesgo de olvidos o fallos en la recuperación de la tarjeta física. A medida que estos métodos se extienden, la necesidad de insertar la tarjeta en un cajero será cada vez menor.