Hay lugares en nuestro país que poco tienen que envidiar a zonas emblemáticas de otras partes del mundo. Un ejemplo de ello es Matarraña, una comarca española que se ha ganado el sobrenombre de la Toscana española debido a su riqueza tanto cultural como natural.

Dónde está la Toscana española

La conocida como la Toscana española se encuentra muy cerca del Mediterráneo, en la frontera entre la Comunidad Valenciana, Cataluña y Aragón. Más concretamente, esta región de unos 50 kilómetros está ubicada en Teruel y es perfecta para hacer una escapada, pues comprende varios pueblos que hacen las delicias de todos los que acuden a esta punto de unas 18 localidades y 9.000 habitantes.

Sería egoísta decir que solo existe una razón por la que Matarraña es conocida como la Toscana española, y es que hay varias en forma de montañas y llanuras, y, por supuesto, de monumentos. Repasamos en forma de localidades algunas de las razones por las que la región italiana se ha traído a la provincia aragonesa.

Beceite

Este pueblo es el mejor para disfrutar del río de Matarraña, que da nombre a la comarca. Además, proporciona una gran oferta de ocio a quienes acuden a él y a sus alrededores, ya que puedes hacer parada en sus piscinas naturales, como las de las pozas de la Pesquera o el embalse de Pena, a través de la ruta que sigue el cauce hasta el macizo de Els Ports. El camino es de 11 kilómetros y, sin duda, imperdonable para los amantes del senderismo.

La excursión que no te puedes perder es la de las Rocas de Masmut, de mole caliza -la tradicional en esta región- y que deja antigua masías y una rica vegetación por la senda que conducen a ellas. Otra recomendación reside en la cascada de El Salt, de 20 metros y a escasos kilómetros de la localidad de La Portellada.

Beceite

Calaceite

Declarado Conjunto Histórico y Artístico en la década de los 70, es considerado uno de los pueblos más bonitos de España. Y no es para menos, ya que tiene una oferta cultural y turística absolutamente envidiable.

Entre los sitios que demuestran esto destacan su Calle Mayor, la Plaza de España o la Calle Maella; pero también el Ayuntamiento (siglo XVII, de estilo renacentista y construido por el cantero Pedro Pizarro), el Museo del arqueólogo Juan Cabré o su imponente caserío.

A modo de curiosidad, en su origen fue una fortaleza árabe y su nombre significa Castillo de los Zayd, Qal’at Zayd, una familia noble que eligió este territorio por su tierra fértil.

Saliendo un poco del lugar hay otro pensado para los amantes de la historia: el poblado de San Antonio. En él se observan restos de edificaciones del siglo III a.C. y hace en cierto modo de puerta a la Ruta de los túmulos funerarios de Matarraña, donde descansan unos enterramientos de la Edad de Hierro.

Calaceite

Valderrobres 

Incluido asimismo en la asociación de pueblos más bonitos de España, lo más curioso de este destacado rinconcito de calles empedradas es su castillo medieval, incrustado en una roca. La entrada a él cuesta cinco euros, pero merece la pena.

Se cree que su origen se sitúa en el siglo XII y está dividido en dos zonas: la del casco antiguo y la del arrabal, donde viven la mayoría de los habitantes. Además de la fortaleza con otros sitios de interés como su iglesia de carácter gótico, sus más de cien masías y sus ermitas medievales.

Valderrobres

Ráfales 

A pesar de no ser un pueblo muy conocido, disfruta igualmente de una gran oferta tanto artística como natural. En el primer apartado, tal y como indica su página web, son de obligada visita el Ayuntamiento, también de estilo renacentista y que se empezó a construir en 1575, su plaza Mayor o su cárcel “de pozo”, en el propio edificio del Consistorio.

Asimismo, la antigua muralla ha dejado en la zona lugares de lo más curiosas como el Portal de San Roque y el Portal de la Villa. Lo llamativo es que el portal más antiguo se consagró a la devoción de San Roque, considerado el protector de las epidemias y las enfermedades infecciosas.

No te puedes perder tampoco la Iglesia gótica dedicada a la Asunción de Nuestra Señora (siglo XV) ni el antiguo molino aceitero rehabilitado (Molí de l´Hereu), perteneciente a una familia de terratenientes que controlaba buena parte de la economía local. Lo que impresiona es que hoy en día se ha reconvertido en un complejo turístico.

Ráfeles

La Fresneda

En La Fresneda destaca un conjunto urbano cuya belleza puede apreciarse ya desde la carretera. Una vez que te adentras en el pueblo, los sitios turísticos de mayor interés son la Plaza Mayor, en la que se encuentra un Ayuntamiento del siglo XVI y de estilo gótico-renacentista o sus cárceles: la de los ricos y la de los pobres.

También debes visitar el antiguo cementerio medieval, en el que se conservan estelas ibéricas, celtas y un aljibe musulmán bajo una gran roca, su castillo medieval de origen asimismo árabe o su Iglesia de Santa María la Mayor.

Es otro lugar perfecto para llevar a cabo el conocido como turismo de gastronomía. Si quieres saborearlo en su máximo esplendor debes acudir al Hotel-Restaurante 1613, considerado por el mismísimo Karlos Arguiñano como uno de los mejores de la geografía española.

 

La Fresneda.Lafresnedaweb