El verano es muy largo y son muchos los planes que pueden salir. La gente suele pensar durante estas fechas en lugares de sol y playa para pasar sus vacaciones. Sin embargo, hay decenas de territorios de interior con con encanto. Varios de éstos se encuentran, por ejemplo, en Castilla-La Mancha.

Por ello en ElPlural.com recomendamos, a partir del Portal Oficial de Turismo de España, algunas localidades que debes visitar durante este verano o cualquier fin de semana.

Alcalá del Júcar y Jorquera (Albacete)

En la provincia de Albacete destacan dos pueblos: Alcalá del Júcar y Jorquera. Situadas a orillas del río Júcar, las protagonistas de este localidad son sus viviendas cueva y sus calles angostas. Caminando por ellas encontrarás su fortaleza de origen árabe, la iglesia de San Andrés y un puente  de origen romano que se alza sobre el río y desde el que obtendrás una panorámica preciosa de este y del pueblo. 

En cuanto a Jorquera, localizada a unos 55 km de Albacete, destacan su mirador o sus murallas almohades. Lo cierto es que si visitas un pueblo puedes visitar ambas, ya que se encuentran muy cerca el uno del otro. Lo curioso de Jorquera es que se extiende como si formara parte del meandro del río. Este paisaje, característico de la zona, puede observarse también en las zonas del sur como Liétar, otro pueblo situado en las hoces del río Mundo.

Campo de Criptana y Argamasilla de Alba (Ciudad Real)

Considerada la llanura de La Mancha, Ciudad Real cuenta con algunos de los paisajes más representativos de la novel de El Quijote. Así, por ejemplo, se dice que Cervantes tomó del Campo de Criptana sus molinos de viento y que el principio de la novela y su mítica frase: "En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme" están inspiradas en este lugar. 

De entre los pueblos menos conocidos destaca San Carlos de Valle, destino de peregrinación gracias a la iglesia del Santísimo Cristo del Valle. El resto de nombres seguro que los has oído, pero no por ello dejan de ser recomendables: Valdepeñas, Tomelloso y Almagro, donde destaca su teatro.

Uclés, Belmonte y Alarcón (Cuenca)

Cuenca es considerada la ciudad de los castillos por excelencia, al menos de Castilla-La Mancha. Desde la ciudad de Cuenca hay varios destinos interesantes en este sentido. Algunos de ellos son Huete, Uclés, Belmonte y Alarcón. Del primero, el portal de Turismo destaca el castillo de Luna y la iglesia de Nuestra Señora de Atienza. De Uclés es llamativo su monasterio cristiano y su fortaleza árabe, prueba de que aquí también convivieron las tres culturas. 

Por su parte, Belmonte contiene uno de los castillos mejor conservados de la región y esconde tras de sí una historia maravillosa; y es que las tropas napoleónicas lo utilizaron como prisión durante su invasión a España. Además, fue declarado Monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto hace ya algún tiempo, el 3 de junio de 1931

Si sigues hacia el sur llegarás a la localidad de Alarcón, en la que también resalta su castillo medieval. Pero en él hay muchísimos otros rincones de obligada visita: la Plaza Mayor, el parador de Alarcón, la Presa del Henchidero, la Iglesia de San Juan Bautista...

Sigüenza y Pastrana (Guadalajara)

Guadalajara es uno de los lugares mejor conectados con Madrid. A apenas una hora de la capital, se puede llegar en coche, bus o tren, por eso no hay excusa para dejar de visitarla.

Además se Guadalajara capital, hay otros pueblos que debes visitar si acudes a La Alcarria. Destacamos aquí Sigüenza y Pastrana. La primera fue declarada en su conjunto conjunto histórico-artístico en 1965. Los tres enclaves principales son la Plaza Mayor, la catedral y el castillo, todos ellos de una historia que se remonta al 1130 en el caso de la catedral o al siglo VIII, durante la invasión árabe, en el caso del castillo. Si nos desplazamos a la Plaza Mayor destaca las casas de los canónigos, con balconadas y galerías, que datan de 1484.

Hay otros puntos de interés como la Parroquia de Santiago, el Seminario, la Casa del Doncel o la posada del Sol. Asimismo, destaca la sacristía de las Cabezas, obra de Covarrubias, y su claustro, el coro con sillería gótica y una imponente colección de arte en la que se encuentra una Anunciación de El Greco.

Pastrana, situada entre los ríos Tajo y Tajuña fue asentamiento de nobles linajes y sede de conventos fundados nada menos que por Santa Teresa de Jesús. Su casco antiguo, declarado Bien de Interés Cultural, conserva edificios como el Palacio Ducal, donde residió la princesa de Éboli; el Colegio de San Buenaventura (construido en el siglo XVII), la iglesia parroquial de la Asunción, anexionada a la iglesia gótica de la Orden del Temple, el museo de los Tapices y, por supuesto, los conventos y el Museo Teresino.

 

Puebla de Montalbán y Maqueda, entre otros (Toledo) 

En Toledo convivieron las tres culturas (árabe, judía y cirstiana). Si la ciudad es una de las más bonitas de España; los pueblos de alrededor tampoco tienen desperdicio.

Comenzamos por la Puebla de Montalbán, que reúne la mayoría de sus edificios de interés en su plaza Mayor. Si nos movemos unos pocos kilómetros nos encontramos en Maqueda, donde destaca su castillo de la Vela; considerado uno de los más importantes de Castilla-La Mancha. De hecho, seguro que le has visto en más de una ocasión desde la carretera.

Hemos hablado en varias ocasiones de plazas mayores, aunque para Plaza Mayor imponente la de Ocaña que, situada a unos 50 kilómetros sorprende por su gran anchura. 

Si quieres adentrarte en el mundo de Don Quijote, en Toledo también puedes hacerlo. Solo tienes que ir a Tembleque o Consuegra. Este segundo es para muchos toledanos uno de los que mejor refleja la arquitectura de la tierra. En cualquier caso, ambos forman parte de la ruta de molinos de viento.