En esta ocasión, el protagonista es Rillo de Gallo, un pequeño aunque pintoresco pueblo de Guadalajara que se presenta como un destino perfecto para visitar en un día. Lo que más llama la atención de este municipio es que escondido entre sus calles se encuentra un guiño a la Barcelona de Antonio Gaudí. Además, las leyendas e historias populares de la región aseguran que por un pasadizo de Rillo de Gallo pasó Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, en un viaje a Valencia.

El guiño a Gaudí en Guadalajara

Es de sobra conocido que la Ciudad Condal lleva la firma del arquitecto por todos sus rincones, quien haya tenido la suerte de visitarla lo sabe: el Parque Güell, la Casa Batlló y un largo etcétera de construcciones modernistas y naturalistas que merece la pena conocer. No obstante, la influencia del artista catalán ha traspasado las fronteras y se ha extendido a lo largo y ancho de nuestra geografía, existiendo diferentes edificios que se han inspirado en el estilo único de Antoni Guadí aunque no lleven su firma.

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Con esta idea se hizo, por ejemplo, el famoso Parque Europa, ubicado en Madrid y que cuenta con imitaciones de los principales monumentos mundiales a pequeña escala. Algo parecido ocurre, en Rillo de Gallo, que pese a tener tan solo 44 habitantes alberga su propio Capricho de Gaudí, llamado El Capricho Rillano. La obra es de Juan Antonio Martínez Moreno, natural de Prados Redondos, vecino de Guadalajara y vinculado a la localidad guadalajareña debido a que su mujer es natural de este curioso pueblo ubicado en la comarca del Señorío de Molina.

El Capricho Rillano situado en el pueblo Rillo de Gallo en Guadalajara. Turismo Castilla-La Mancha

El Capricho Rillano situado en el pueblo Rillo de Gallo en Guadalajara. Turismo Castilla-La Mancha

En lo que respecta a la casa, está construida en piedra e incluye elementos en forja y trencadís, y con solo echarle un vistazo se puede adivinar la clara inspiración en la obra del maestro catalán. El edificio cuenta además con ranas, ojos, esfinges y girasoles, siendo varios de ellos objetos y animales muy característicos del naturalismo de Guadí. Lo más impactante de la construcción de Juan Antonio Martínez Moreno es la larga serpiente que baja desde la azotea y recorre toda la altura del edificio.

Esta larga serpiente destaca particularmente y adquiere en este caso un significado que va mucho más allá del estilo naturalista, pues hace alusión a una leyenda del siglo XVII recogida por Francisco Núñez que asume la existencia de una culebra enorme en la dehesa de Villacabras, situada en los alrededores del lugar. Según relata la historia, la serpiente era tan alta como un hombre y habría sido avistada en repetidas ocasiones.

Qué más ver en Rillo de Gallo

Como se ha mencionado en párrafos anteriores, Rillo de Gallo pertenece al Señorío de Molina, lo que supone tanto en él como en sus alrededores se pueda disfrutar de un conjunto monumental típico de la arquitectura molinesa. Algunos ejemplos muy evidentes de ello se encuentran en la casa de los marqueses de Embid, que muestra en su fachada el escudo de armas de la familia, de estilo barroco.

También en la fuente pública decorada en bronce que se halla en la plaza principal del pueblo y que homenajea a Don Calitxo Rodriguez, primer político que derrotó en elecciones al Conde Romanones en 1910. Asimismo, este estilo se aprecia igualmente en la plaza del Callejón del Arco, donde se ubica un pasadizo por donde se cree que pasó el Cid Campeador en uno de sus viajes a Valencia.

Cabe destacar que en Rillo de Gallo se han encontrado importantes restos arqueológicos, conocidos como "los Abrigos del Llano". Unas pinturas rupestres del postpaleolítico que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad en la categoría de Paisajes Culturales por la UNESCO.

¿Qué comer en este pintoresco pueblo?

La gastronomía de Rillo de Gallo ofrece una experiencia culinaria que captura la esencia de la tradición y la calidad local. Uno de los productos estrella es el Queso de Almazara, un queso de cabra de sabor cremoso y textura suave, además de otros productos locales como el aceite de oliva y la mermelada de frutas.

Las migas, un plato auténtico español elaborado con harina de pan, aceite y ajo, son imperdibles si viajas a Rillo de Gallo, al igual que el conejo al ajillo, destacando como uno de los platos de caza más apreciados de la zona. Los embutidos, como chorizos y salchichones, son una parte fundamental de la gastronomía del lugar, y el Lomo y el Jamón curados también son muy recomendables.

La miel de La Alcarria, el cordero asado y el queso manchego son otros de los productos destacados de la región, siendo el primero de ellos una Denominación de Origen Protegida conocida por su calidad excepcional.

Un entorno natural privilegiado

Además de su rica oferta culinaria, este municipio se sitúa en un entorno privilegiado que es también un destino ideal para los amantes del turismo rural y la naturaleza. Entre sus atractivos se incluyen el magnífico paisaje del Parque Natural del Alto Tajo y el Castillo de Riba de Santiuste, además de las diferentes actividades al aire libre que se pueden realizar en los alrededores.

Por último, vale la pena señalar que Rillo de Gallo se encuentra en una zona de gran valor geológico y geomorfológico, incluyendo un "bosque fósil" del Pérmico y formaciones geológicas con restos fósiles importantes. El camino de Rillo de Gallo a Pardos, ubicado junto al barranco de la Hoz del río Gallo, ha sido propuesto como "Global Geosite", es decir, lugar de interés geológico español de relevancia internacional, por el Instituto Geológico y Minero de España por su incalculable interés estratigráfico​.