La Semana Santa ha terminado ya en toda España. Sin embargo, en Salamanca aún tienen fuelle para ‘seguir’ la fiesta y es que, aunque no es correcto decir que el Lunes de Aguas se corresponde con estos días, tampoco es un error sostener que su origen se encuentra -al menos en parte- en ellos.

Pero vayamos por partes, ¿cómo se celebra el Lunes de Aguas? La ilusión principal es la de juntarse con familia y amigos para ir a merendar al campo o a la ribera del río Tormes. Allí se comen embutidos, snacks y… ¿cómo no? El popular hornazo, que a continuación explicamos en qué consiste.

Hornazo, un producto típico de Salamanca

El hornazo es el producto que se toma en esta celebración. Dentro de la masa de pan el hornazo contiene, por norma general, jamón, chorizo, lomo y, en ocasiones huevo duro, que se cuecen conjuntamente con la masa en el horno.

Aunque el hornazo se elabora en numerosas provincias de toda España, es representativo de la gastronomía salmantina. De hecho, desde 2004 es un alimento protegido con la denominación de "Hornazo de Salamanca", por lo que se ha de hacer siguiendo la regulación.

Como curiosidad, hay que destacar que el hornazo de una de las localidades charras, Cepeda, situado en la sierra de Francia, tiene una peculiaridad: se espolvorea el de pan con azúcar, provocando un choque de sabores en el paladar al mezclar el dulce y el salado.

Hornazo
 

Cómo se celebra el Lunes de Aguas

El Lunes de Aguas se celebra el lunes siguiente al lunes de Pascua, ya que antiguamente sobre todo después de la Cuaresma era cuando se podía comer carne. De aquí se desprende también que el hornazo sea el alimento protagonista de las horas que se invierten en la celebración, además de embutido y demás. Por supuesto, esto no es obligatorio.

Según la tradición, los salmantinos celebran el Lunes de Aguas a orillas del río Tormes o de sus afluentes, reuniéndose amigos y familiares -así como estudiantes universitarios de la ciudad- para festejarlo comiendo hornazo. Desde allí se puede disfrutar de una panorámica difícilmente igualable de Salamanca. En concreto, del conjunto patrimonial de la Ciudad Vieja de Salamanca, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Si bien se celebra en numerosos municipios, los puntos en los que se suele celebrar en la capital charra son:

  • A lo largo del paseo fluvial
  • Cerca del Puente Romano
  • En la Aldehuela
  • En Salas Bajas
  • En Huerta Otea
  • En el Parque de Würzburg
  • En la Isla del Soto

La gente que acude al campo conmemora esta fecha con música y bailes. Además, se encuentra muy cercano al 23 de abril, Día del Libro, y también de Castilla y León; motivo para una doble celebración.

Otras localidades de Salamanca donde se celebra el Lunes de Aguas

El Lunes de Aguas se celebra en diversas localidades de la provincia de Salamanca. En Carbajosa hay que destacar la fiesta en el Prado de la Vega, así como la Isla del Soto en Santa Marta de Tormes. En Villamayor, los favoritos para vivir esta fiesta son los más de 7 kilómetros de ribera del Tormes, especialmente en la zona del puente Gudino. En Alba de Tormes, sus ciudadanos se reúnen en las playas de la villa junto al Tormes, mientras que en Ledesma, el Puente Mocho es el lugar preferido. Vega de Tirados celebra la fiesta del Cristo de las Aguas, con la procesión y la degustación del hornazo en las mesas al aire libre cerca de las piscinas municipales. Otros lugares incluyen la ermita de Linares, El Mensegal en Endrinal, la dehesa de Guijuelo y La Pesquera en Ciudad Rodrigo, a orillas del río Águeda.

El origen del Lunes de Aguas

El origen de la celebración es de lo más llamativo y también polémico. Evidentemente hoy el significado de la fiesta es otro, pero es curioso cuándo y por qué se empieza a celebrar.

La fecha tiene un contexto histórico que se dio puntualmente en Salamanca y que coincide con la legalización de la prostitución en la localidad por parte del hijo de los Reyes Católicos, el príncipe Juan, en 1497.

Salamanca es una de las ciudades pequeñas preferidas por los turistas británicos

Ya en el siglo siguiente y ante la situación, Felipe II pide que las prostitutas sean expulsadas de la ciudad y conducidas extramuros en el periodo cuaresmal (durante los días de Cuaresma y de Pasión), extendiendo el “pecado carnal” a todos los ámbitos.

Sin embargo, cuando terminaba Semana Santa las prostitutas podían volver a la ciudad. De hecho, los estudiantes organizaban una grandísima fiesta en la que podían beber y mantener relaciones sexuales. Hasta ese momento, el encargado de conducir a las meretrices y pupilas tanto a su exilio temporal como a su regreso era el conocido como padre Putas; un sacerdote picarón llamado en realidad padre Lucas y al que los estudiantes tomaban con sorna.

En la actualidad, la razón por la que se festeja el Lunes de Aguas es bien distinta, pero mantiene ese ápice de “libertad” -como lo llamaban entonces- después de la semana sagrada. De ahí, por ejemplo, que el alimento principal que se come sea el hornazo.