Aunque Toledo solo hay una, la ciudad monumental de Estella-Lizarra, situada al oeste de la Comunidad Foral de Navarra, le pisa los talones en cuanto a belleza estructural se refiere. Esta villa, surgida por y para el Camino de Santiago, se representa a través de su escudo con una estrella de ocho puntas, quizás la misma que guiaba a los peregrinos en su largo camino.

Su curioso apodo, 'la Toledo del Norte', se debe precisamente a su ambiente jacobeo. Allí los peregruinos son los protagonistas y los puentes, los símbolos, las iglesias y los palacios se reparten por toda la ciudad. Además, la judería de Estella-Lizarra fue la tercera más importante después de las aljamas (comunidades musulmanas de la Edad Media) de Tudela y Pamplona.

Historia de Estella-Lizarra

Los origenes de la villa se remontan a la Edad de Bronce, pues se han encontrado restos arqueológicos de este periodo, aunque el nacimiento de Estella-Lizarra se ubica en el año 1090, cuando el rey Sancho Ramírez le otorga su fuero y concede privilegios al asentamiento de pobladores de origen francés que se encontraban en el lugar. Asimismo, el rey cambia la ruta de peregrinación del Camino de Santiago para que pase por la ciudad, lo que le proporcionaría una gran afluencia convirtiéndola en una villa de gran importancia. 

El auge de la ciudad tiene lugar hacia el siglo XII, cuando los habitantes se asientan también al lado izquierdo de su rey, provocando con ello la creación de más iglesias y hospitales. Sin embargo, en el siglo XIV sufre una caída estrepitosa consecuencia de la guerra con Castilla y la expulsión de los judíos. Ya en 1512 se anexiona con Navarra, lo que le hace recuperarse. Así, Estella-Lizarra entra en un periodo de tranquilidad hasta la Guerra de la Independencia, las Carlistas y, en el siglo XX, la Guerra Civil Española.

¿Qué ver en la 'Toledo del Norte'?

Empezamos nuestra ruta por Estella-Lizarra en la Iglesia de San Pedro de la Rúa, que adquirió el título de Iglesia Mayor de la ciudad en 1256 y contiene partes desde 1170 (claustro) hasta el siglo XX (su escalinata). Con influencia árabe y romántica, le faltan dos lados consecuencia de la demolición del castillo en 1572.

Iglesia de San Pedro de Rúa en Estella-Lizarra, Navarra.

Iglesia de San Pedro de Rúa en Estella-Lizarra, Navarra.

Le sigue el palacio de San Cristóbal o Casa de Cultura Fray Diego de Estella, que data nada menos que de 1540 y fue construido por don Diego de San Cristóbal y su mujer Doña María Cruzat y Jaso, de ahí el nombre. En él quedan representados los 12 trabajos de Hércules.

El antiguo Ayuntamiento del municipio, también Palacio de Justicia, es hoy otro de los edificios más atractivos, aunque fue construido ya en el siglo XVIII, lo mismo que el Palacio del Gobernador, ausente de cualquier lujo salvo la presencia de escudos heráldicos.

Continúa el recorrido con la Iglesia de Santo Sepulcro, que dejó de funcionar como parroquia en 1881, pasando su mobiliario al interior de otros edificios religiosos como el de San Pedro de Rúa. En ella se aprecia de nuevo la riqueza arquitectónica y cultural en el tiempo, dado que tiene una nave de origen románico y otras dos del siglo XIV.

Iglesia de Santo Sepulcro de Estella-Lizarra, en Navarra.

Iglesia de Santo Sepulcro de Estella-Lizarra, en Navarra.

Como sucede con Toledo, en Estella-Lizarra confluyeron varias religiones, de ahí que otra de las iglesias, como la de Santa María de Jesús, esté ahora donde se encontraba la sinagoga judía. De nuevo, diferentes estilos: el ábside, de finales del siglo XII, destaca por su pureza románica, y su fachada y la torre del ladrillo, por su aire barroco; ya añadidas en el siglo XVIII.

A las ya mencionadas, y siendo otra prueba de lo que supuso la religión para la zona, hay que añadir la Iglesia de San Miguel, cuya obra primitiva data de 1145 aunque se añadieron temas en el siglo XII, la torre es del XVIII y su portada del Evangelio del siglo XII.

Iglesia de San Miguel situada en Estella-Lizarra, Navarra.

Iglesia de San Miguel situada en Estella-Lizarra, Navarra.

También la Basílica de Nuestra Señora del Puy, llamada así porque, según dice la leyenda, en el sitio en el que está ahora se apareció la virgen con este nombre. Sobre esta última, cabe destacar que el edificio actual sustituye a otro y su construcción empieza en 1929, pero el pórtico de entrada y el patio datan del siglo XVIII y aquí -en la Sala de los Generales- pasaban sus últimas horas o días los generales carlistas antes de ser fusilados.

Basílica de Nuestra Señora del Puy de Estella-Lizarra, Navarra.

Basílica de Nuestra Señora del Puy de Estella-Lizarra, Navarra.

Si visitas Estella-Lizarra recomendamos que hagas parada en su Convento de Santa Clara, el de concepcionistas recoletas o la casa consistorial, que hizo las veces de fortaleza militar durante la tercera guerra carlista. Y no dejes de visitar la Basílica de Nuestra Señora de Rocamador, lugar de paso obligatorio para los peregrinos que se dirigían a Santiago.

Sin embargo, la mejor muestra del románico civil de Navarra lo encarna el Palacio de los Reyes de Navarra, conocido también como el de los Duques de Granada de Ega. Este lugar funcionó como cárcel del Partido Judicial de Estella desde mediados del siglo XIX hasta 1951. Ya en la década de los 90 fue reconvertido en Museo y contiene el legado pictórico de Gustavo de Maeztu en una de sus salas. 

La gastronomía de Estella-Lizarra, un bocado de Navarra

La cocina típica de la ciudad se caracteriza por una rica tradición culinaria que aprovecha la abundancia de productos locales de alta calidad. La gastronomía de la región destaca por sus verduras y hortalizas, como los espárragos con Indicación Geográfica Protegida de Navarra, así como los pimientos, alcachofas, y diferentes legumbres, que son la base de menestras y pistos de verduras.

Entre las carnes, el cochinillo asado es muy popular, aunque también se consumen carnes de vaca, cordero, y caza. Los productos lácteos como quesos y cuajadas artesanales también tienen un lugar en la cocina de la ciudad navarra. Además, Estella-Lizarra y sus alrededores producen excelentes vinos con denominaciones de origen como Navarra, Pago de Arínzano, Pago de Otazu, y Prado de Irache​​.

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