El aeropuerto de Palma es estos días un auténtico hervidero. Pasajeros y maletas deambulan sin fin por unos pasillos que tardarán meses en encontrar la calma.

Mallorca es uno de los destinos de verano por excelencia, tanto para el público nacional, como internacional, tal y como demuestra la cifra de más de cuatro millones de pasajeros que pasaron por Son San Joan solo en agosto de 2022.

Es por esto por lo que, para muchos, en los últimos años, la isla se ha convertido en sinónimo de masificación y bullicio.  

Sin embargo, Mallorca todavía conserva rincones auténticos alejados del mundanal ruido para los amantes de otro tipo de turismo.  

Es el caso de Colonia de Sant Pere un antiguo pueblo marinero situado al nordeste de la isla, perteneciente al municipio de Artà.

Aquí, en plena Bahía de Alcúdia, en la costa considerada más virgen de Mallorca, se ‘esconde’ el Hotel Es Blau des Nord, un alojamiento que nada tiene que ver con los resorts que inundan la costa.

Con poco más de medio centenar de habitaciones, ofrece un trato distinto y cercano.

Su decoración mediterránea no tarda en transportar al viajero al descanso, y es que para los amantes del relax y la belleza de las aguas cálidas y cristalinas de este destino este es el lugar perfecto.

El hotel está situado junto a una ruta de senderismo del Parque Natural de la Península del Llevant, uno de los lugares mejor preservados de Mallorca, donde el viajero se encontrará las especies de flora y fauna más insólitas de la isla.

Puente junto al Hotel Es Blau des Nord

Sumergir directamente los pies en el Mediterráneo es cuestión de minutos. La zona en la que está ubicado el Es Blau des Nord es de roca, lo que hace que la experiencia del snorkel sea fascinante. Cabe destacar que el establecimiento brinda a sus clientes de forma gratuita el equipamiento necesario para disfrutar de la misma.  

No obstante, para quienes prefieren las playas de dunas y arena fina, a pocos metros se extiende un largo arenal casi virgen, Sa Cánova, nombrado a principios de los años 90 Área Natural de Especial Interés.  

La gastronomía, otro de sus secretos

Otra de las riquezas de este espacio es para muchos viajeros la gastronomía. El comedor exterior del Es Blau des Nord, desde el que se contemplan algunas de las mejores puestas de sol, es un lugar idóneo para degustar platos como el 'atún saltado', el salmón o las espirales con salsa de setas y parmesano.

Aunque para muchos, lo mejor es la Carta Nikkei, mezcla de comida japonesa y peruana, que incluye sabrosos tiraditos y ceviches, además de tartar.

Imágenes de platos servidos en el Hotel Es Blau des Nord

El chef de esta cocina es amante de la innovación, así que, con frecuencia, se introducen nuevas creaciones como el recién estrenado ceviche caliente de pulpo y corvina.

Esto hace que no sea raro ver en su comedor comensales no alojados en el establecimiento que se desplazan hasta aquí, a veces incluso en barco, solo para saborear algunos de los platos.

Perteneciente a la Fundación Bosch Aymerich

Y si su cocina constituye una particularidad de este hotel, otra es que no pertenece a ninguna empresa hotelera.

Detrás del Es Blau des Nord está la Fundación Bosch Aymerich, una entidad creada en 1996 por el ingeniero y arquitecto Josep María Bosch Aymerich, con el propósito, según explican desde su página web de “ser un catalizador del cambio social con el que él soñaba”.

Su nombre está ligado para muchos al de SEAT, ya que propició su instalación en Barcelona o al del edificio de La Caixa de Madrid, del que es autor.

Tal y como explican desde la Fundación, esta “persigue generar riqueza a través del patrimonio del grupo empresarial Bosch Aymerich con el fin de disponer de aquellos recursos que nos permiten reducir desigualdades y generar oportunidades”.

“Creamos y apoyamos proyectos con alma que unen las pasiones de nuestro fundador con los intereses de aquellas entidades que, como nosotros, quieren construir un futuro mejor a través del arte, la cultura, la ciencia, el deporte, la salud, la calidad de vida de nuestros mayores, la educación, la arquitectura y el urbanismo”, relatan.

En base a esto, el 100% de los beneficios generados por el Hotel Es Blau des Nord, al igual que los del Hotel & Spa La Collada, perteneciente también a la fundación, se destinan íntegramente a la realización de obras y proyectos.