Cada mujer puede llegar a utilizar 14.000 productos menstruales y gastar alrededor de 4.000 euros en artículos de higiene femenina de un solo uso. El acceso a los mismos supone un esfuerzo económico considerable, que no todas las mujeres pueden llegar a asumir. 

Esto es lo que se conoce como pobreza menstrual, la dificultad y falta de acceso a productos de higiene íntima y sanitarios, así como jabón y otros elementos necesarios para el cuidado de la salud. 

Con la nueva reforma de la ley del aborto, que el Ministerio de Igualdad llevó el martes al Consejo de Ministros, se pretendía eliminar el IVA de los estos productos, pero finalmente, ante la negativa del Ministerio de Hacienda, no se ha incluido en el texto. 

Daños medioambientales

La mayor parte de los productos usados para la menstruación son desechables, siendo las compresas y los tampones tradicionales los más utilizados. La ONU calcula que se pueden desechar un total de 25 billones de productos menstruales, lo cual supone un impacto medioambiental más que considerable. 

Asimismo, la toxicidad que contienen estos productos se encuentra en materiales sintéticos que contienen los mismos como el color, poliéster, rayón, aromatizantes y pesticidas, entre otros. Estos repercuten en el medio ambiente, pero también en la salud y pueden llegar a generar enfermedades. 

Ante estos problemas, en los últimos años han surgido alternativas más ecológicas y saludables.

La copa menstrual

Es una copa hecha de silicona, eficaz para recoger el flujo menstrual. Una vez se llena, se limpia y se puede volver a insertar, de manera que no genera ningún residuo y no contiene elementos tóxicos. Pueden llegar a durar hasta 10 años, lo que se traduce en que a lo largo de la vida bastarían 3 ó 4. El impacto económico frente a otros productos, por tanto, es notable. 

Compresas y salvaslips reutilizables

Son compresas con telas colocadas de manera superpuesta, reutilizables y biodegradables. Se coloca como una compresa desechable, pero se puede lavar y volver a utilizar. 

Bragas absorbentes

Sirven como complemento para métodos de retención internos, como la copa menstrual o la esponja marina. Están hechas de un material flexible con gran capacidad de absorción. Se pueden lavar y volver a emplear. 

Esponjas marinas menstruales

Se trata de un producto de origen animal, que se introduce de la misma manera que un tampón y recoge el flujo menstrual de manera ecológica.