Lavar los alimentos antes de consumirlos es una práctica común y recomendada, pero no siempre se hace de forma correcta. Algunos productos requieren más cuidado del que parece, y otros, como la fruta congelada o los envases de leche, a menudo se pasan por alto. A continuación, repasamos nueve alimentos que solemos limpiar mal sin saberlo, y cómo hacerlo correctamente.

1. Frutas y verduras congeladas

Aunque se lavan antes del proceso de congelación, si se cocinan a baja temperatura o se consumen al dente, es recomendable enjuagarlas de nuevo para eliminar posibles bacterias o suciedad que puedan haber sobrevivido.

2. Arroz

Enjuagarlo varias veces antes de cocinar —especialmente el de grano largo— ayuda a eliminar el exceso de almidón, que es lo que provoca que se apelmace. Este consejo también se aplica a cereales como el maíz y el trigo.

3. Mejillones y ostras

Incluso si están congelados, deben lavarse bien para eliminar restos de arena o impurezas. La concha puede acumular suciedad que no se elimina únicamente con la cocción.

4. Leche y productos lácteos

Antes de abrir un envase de leche o yogur, conviene limpiarlo. Al estar expuestos en góndolas, los tocan muchas personas y esa superficie puede ser una vía de entrada para bacterias una vez abierto el envase.

5. Pescado crudo

No se debe lavar a menos que vaya a comerse crudo. Enjuagarlo bajo el grifo no lo limpia mejor, y puede favorecer la contaminación cruzada en la cocina. Es preferible confiar en la cocción para eliminar bacterias.

6. Repollo y coliflor

Hay que retirar las hojas externas y lavar bien el interior. Un método útil es sumergir el repollo en agua con vinagre durante unos minutos antes de enjuagarlo.

7. Bebidas en lata

Abrir una lata y beber directamente no es lo más higiénico. Se recomienda al menos limpiar la tapa, ya que los envases suelen transportarse en condiciones no estériles y pasan por muchas manos.

8. Lechuga y verduras de hoja verde

Separar las hojas y dejarlas en remojo en agua fría durante unos minutos, antes de enjuagar y escurrir, garantiza una mejor limpieza y eliminación de residuos.

9. Manzanas

Aunque parezcan limpias, las manzanas deben lavarse siempre. En invierno, conviene sumergirlas en agua con bicarbonato durante unos minutos para eliminar restos de productos químicos. Esta práctica puede marcar la diferencia en la seguridad alimentaria.

Revisar cómo lavamos estos alimentos no solo mejora la higiene en la cocina, sino que también contribuye a cuidar mejor nuestra salud.

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