Desde que Jordi Vilà, cocinero galardonado con una estrella Michelín, trasladó su famoso restaurante Alkimia a la antigua cervecería Moritz creando la Fàbrica Moritz de Barcelona, no ha dejado de idear nuevos sabores y creaciones culinarias. El lugar donde sucede la magia se encuentra en pleno centro de la ciudad condal, en la Ronda de Sant Antoni número 41.

Su nueva ocurriencia ha sido lanzar, aprovechando el Día Internacional de la Cerveza, una gama de helados artesanales elaborados con esta popular bebida. Es necesario aclarar que en la carta del restaurante ya existían los helados de cerveza. Sin embargo, "ahora hemos decidido lanzar esta nueva línea en plan comercial" le explica el director gastronómico, Jordi Vilà, al diario La Vanguardia.

Los clientes del local acogieron los helados de cerveza con gusto y el éxito generado por este singular alimento ha provocado que desde la Fábrica Moritz Barcelona se planteasen comercializar el producto y así que cualquiera pudiera degustarlo.

En un primer momento, "arrancamos con el de cerveza negra" ha confesado Vilà, pero actualmente se pueden encontrar otros sabores en la Moritz Store, ubicada al lado del restaurante, donde se pueden comprar cuatro especialidades: el helado de Moritz Bapa, el más fresco, con aromas afrutados; el helado de Moritz Negra, suave y elegante con esencia de regaliz y caña de azúcar; el helado de Moritz Epidor, con notas herbáceas y la amargura propio del lúpulo; y el helado de “Clara”, el más original, una combinación de cerveza Moritz 7 y helado de sorbete de limón.

Preguntado por si es cierto que se pueden apreciar todos los matices de la cerveza en el helado, el cocinero responde que sí, "siempre encontraremos un punto amargo, sabor que hace a esta bebida tan especial, pero al mismo tiempo en un helado artesano elaborado con cerveza se pueden apreciar las notas de cata: si es tostada, si sabe a regaliz o cítricos, por ejemplo".

Cabe destacar que la diferencia entre una crema y un helado puede ser de tan solo 12 grados de temperatura, por lo que de casi cualquier ingrediente se puede elaborar un helado artesano sin perder su sabor.

Cerveza para todo

La cerveza puede consumirse de varias maneras, ya que, aparte de beberse, se puede utilizar para cocinar. En la carta que ha elaborado Jordi Vilà para la Fàbrica Moritz de Barcelona se pueden encontrar hasta 70 recetas que contienen cerveza y se han elaborado con ella. Ejemplos de ello son el el salmón marinado con cervezas y ahumados, el picantón a la Moritz, la carrillera de ternera a la cerveza o los mejillones abiertos al punto de cerveza.

La mayor curiosidad de la carta es el 'cake' o pastel de cerveza, "la utilizamos muchísimo y la verdad es que da un toque" ha declarado el galardonado cocinero.