Sentir vergüenza ajena o incomodidad al ver o escuchar algo es una experiencia común. En los últimos años, la palabra inglesa cringe se ha extendido en las conversaciones, especialmente entre adolescentes y en redes sociales. Pero, ¿sabías que en español existen expresiones que transmiten exactamente esa sensación sin recurrir a extranjerismos?

La Real Academia Española (RAE) señala que, según el contexto, cringe puede traducirse como “vergüenza ajena”, “grima” o “dentera”. A partir de ahí, te presentamos cinco formas naturales de expresarlo en castellano, para que no tengas que decir nunca más “me da cringe”.

1. Vergüenza ajena

Es quizá la equivalencia más directa y conocida. Se usa cuando alguien hace o dice algo que provoca incomodidad en los demás.

  • “Me dio vergüenza ajena cómo cantó en el karaoke sin saberse la letra.”

2. Grima

La palabra grima transmite esa mezcla de rechazo y desagrado. Aunque a menudo se usa con sonidos o gestos, también puede describir situaciones sociales.

  • “Me dio grima ver cómo intentaba ligar con frases tan forzadas.”

3. Dentera

Originalmente asociada a sensaciones físicas, como el sonido de un tenedor rascando un plato, también puede usarse para indicar incomodidad o molestia.

  • “La forma en que presumía todo el rato me dio dentera.”

4. Incomodidad

Es una forma sencilla y clara de describir lo que genera el cringe. Una palabra útil para contextos tanto formales como informales.

  • “Sentí mucha incomodidad cuando empezó a contar chistes fuera de lugar.”

5. Ridículo

Decir que algo “da ridículo” es una manera coloquial de señalar que una situación provoca rechazo porque expone a alguien de forma torpe o desafortunada.

  • “Ese baile improvisado en medio de la calle era ridículo.”

Lache, otro préstamo para decir lo mismo

En algunas zonas también se usa la palabra lache, que parece derivar de lacha, un préstamo del caló registrado en el Diccionario de la RAE con el significado de vergüenza. Para ciertos hablantes de más edad, especialmente quienes crecieron en contextos donde circulaba ese término, puede sonar familiar.

La diferencia entre lache y cringe no está del todo clara. Hay quienes emplean lache solo para esa vergüenza ajena intensa, mientras que cringe se ha convertido en un comodín que sirve tanto para esa sensación como para expresar asco o grima.

En cualquier caso, si alguien usa cualquiera de estas palabras para referirse a una actitud tuya, lo más recomendable es parar un momento y reflexionar.

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