Con la llegada del calor, muchas personas recurren a las chanclas de dedo como opción habitual para ir a la playa, pasear o simplemente estar frescos en casa. Sin embargo, este tipo de calzado podría estar perjudicando seriamente la salud de nuestros pies, especialmente en quienes sufren fascitis plantar.
El podólogo gallego Manuel Vidal, conocido en redes sociales como Podomanu, ha explicado en un vídeo publicado en TikTok por qué desaconseja completamente el uso de este calzado veraniego: “Deja de utilizarlas, no sirven para nada”.
Vidal señala que, al llevar chanclas de dedo, tendemos a contraer los dedos para mantener el pie sujeto, lo que genera una tensión innecesaria en la planta del pie. Esta presión constante puede agravar los síntomas de la fascitis plantar, una dolencia que afecta al tejido que recorre la planta del pie y que se inflama al soportar impactos repetidos o al usar calzado inadecuado.
Una lista de calzados poco recomendables para la fascitis según un conocido podólogo
Las chanclas no son el único calzado que Manuel Vidal considera problemático para quienes padecen fascitis plantar. En el mismo vídeo, el podólogo comparte un listado con otros cuatro tipos de zapatos que, por distintos motivos, pueden dificultar la recuperación o incluso empeorar el dolor.
Para el segundo puesto como peor calzado para la fascitis, Vidal menciona las cuñas, un tipo de zapato con plataforma y tacón elevado. Según explica, este calzado tiene un “exceso de tacón” que impide que el pie se mueva de manera natural, algo esencial para que la fascia se recupere.
El tercer puesto lo ocupan las zapatillas Converse. Aunque son muy populares y usadas a diario, no resultan adecuadas para la fascitis plantar. “Es demasiado apretado en la zona de la puntera”, explica Vidal. Esto impide que los dedos se muevan correctamente y puede aumentar la tensión en la planta del pie.
En cuarto lugar, el experto señala las Dr. Martens, un calzado con suela gruesa y diseño robusto. “Demasiado rígido” y con “poca movilidad” en la zona del tobillo, dice el podólogo, quien considera que este tipo de bota no ofrece la flexibilidad que necesita el pie para aliviar la inflamación.
Por último, aunque en menor medida, Vidal desaconseja también el uso de calzado minimalista en personas con fascitis. Este tipo de zapato, muy ligero y flexible, puede ser útil en otros contextos, pero no en este. “Interesante si queremos reforzar la musculatura del pie”, comenta, pero no cuando hay dolor, ya que no ofrece el soporte necesario.
Elegir bien para proteger los pies
La fascitis plantar puede aparecer tanto en personas activas como en quienes permanecen muchas horas de pie en el trabajo. Y aunque no siempre se le da importancia, el calzado juega un papel clave en su evolución. Por eso, Manuel Vidal insiste en la necesidad de evitar ciertos tipos de zapatos y de optar por aquellos que ofrezcan sujeción, amortiguación y permitan el movimiento natural del pie. Cambiar de calzado puede ser el primer paso para notar alivio.