El debate sobre la vivienda pública se ha convertido durante las últimas semanas en uno de los principales asuntos de la agenda política de España. Y lo ha sido tras las sucesivas propuestas del secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La última, en el Senado, el pasado martes 25 de abril, en la que Sánchez anunciaba que el Ejecutivo promoverá la construcción de 20.000 nuevas viviendas públicas en terrenos propiedad del Ministerio de Defensa a través de la empresa pública SEPES.

Sin duda, el PSOE y el Gobierno de España han apostado por convertir la vivienda en el quinto pilar del Estado del Bienestar junto a la Educación, la Sanidad, las Pensiones y la Dependencia. Con objetivos muy claros: aprobar la primera Ley de Vivienda de la historia de la democracia y apostar por construir un parque de vivienda pública semejante al de los países europeos avanzados.

Estas 20.000 nuevas viviendas públicas y de alquiler asequible anunciadas por el presidente del Gobierno se suman a las a las 50.000 viviendas de la SAREB y a las 43.000 viviendas públicas que se financiarán a través del Instituto de Crédito Oficial. En total serán 113.000 viviendas más. La mayor promoción de vivienda pública y alquiler asequible de las últimas décadas, ya que si se tienen en cuenta las viviendas públicas ya proyectadas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana con el plan de Vivienda para el Alquiler Asequible, en los próximos años el Gobierno va a habilitar 183.000 pisos protegidos para el alquiler a precio asequible.

Es necesario contrastar este dato con las políticas de vivienda de los gobiernos del Partido Popular. En las dos últimas legislaturas del PP apenas se proyectaron 1.600 viviendas. De forma que ahora se multiplica por 115 la apuesta por la vivienda pública de alquiler a precios asequibles.

Porque para el PSOE es fundamental que la ciudadanía de este país pueda organizar y planificar un proyecto de vida facilitando el acceso a un hogar, porque el acceso a la vivienda es un derecho y no una mercancía tal y como siempre ha defendido el PP. Por el contrario, las políticas de vivienda de los gobiernos del PP, los de Aznar y los de Rajoy, siempre se han enmarcado en la especulación, en la burbuja inmobiliaria y en los fondos buitre. Y son las mismas propuestas que defiende su actual dirigente Feijóo.

Como ha reiterado Pedro Sánchez, el PP considera la vivienda un bien de lujo y los socialistas la consideramos un bien de primera necesidad. Y bajo esa premisa ideológica es de suma relevancia incorporar la vivienda como quinto pilar del Estado del Bienestar.

En este sentido quiero hacer un recordatorio de la construcción de ese modelo social en el que el PSOE ha sido pieza clave durante los gobiernos de la democracia presididos por Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez. Si la Sanidad Pública y Universal lleva los nombres y apellidos del ministro Ernest Lluch, la Educación Pública el del ministro José María Maravall, el Sistema de Pensiones el de Felipe González y la Dependencia el de José Luis Rodríguez Zapatero, la Vivienda llevará el de Pedro Sánchez.

Los cinco pilares de un modelo de gestión de los recursos públicos fundamentados en la redistribución equitativa de la riqueza para que todos los ciudadanos y ciudadanas tengan las mismas oportunidades independientemente de su origen o condición social.

Creo que también es muy importante el mensaje lanzado por el presidente del Gobierno de España a la ciudadanía. Porque con el actual Ejecutivo hemos dejado atrás el modelo de vivienda de la derecha que estaba basado en la corrupción, el pelotazo y la exclusión social. Ha quedado atrás el modelo neoliberal de respuesta a una crisis financiera para convertir la vivienda en el quinto pilar del Estado del Bienestar.

Por lo demás, el absurdo y la ignorancia de Feijóo en el debate del Senado lo ha dejado, una vez más, en evidencia, poniendo de relieve su incapacidad de liderazgo y su desconocimiento de la realidad. Mientras el Gobierno gobierna, Feijóo, Moreno Bonilla y Vox son incapaces de rectificar en su ataque al Parque Nacional de Doñana, y siguen instalados en su arrogancia y en su soberbia, sin escuchar a la Comunidad Científica y a la exigencia de la Unión Europea para que cumplan con la legalidad.

Feijóo y el Partido Popular no soportan que España sea la principal economía de Europa que más crece este año y el siguiente. Que España tenga una de las inflaciones más bajas de Europa, una tasa de creación de empleo como no teníamos desde la crisis financiera y unos niveles de desigualdad, con una pandemia y en plena guerra, semejantes a los que había antes de la crisis financiera.

Como dijo el presidente Sánchez en el Senado, “se trata de una realidad reflejada en los datos, porque este Gobierno gestiona mucho mejor la economía, no como el anterior ejecutivo, que predicaba 'milagros económicos' que finalmente acabaron con todos en la cárcel”.

 

Antidio Fagúndez Campo

Diputado por Zamora