Tal como están las cosas, Susana Díaz no ganaría un Congreso del PSOE. Sus modales asustan, su mensaje es nulo y su imagen es cada día más negativa en las agrupaciones socialistas.

Llevo mucho tiempo afirmando en esta columna que Susana Díaz no es la persona adecuada para ser secretaria general del PSOE y mucho menos candidata a la Presidencia del Gobierno en unas futuras elecciones.

Lo siento porque me gustaría votar a una mujer de izquierdas pero Susana no es de izquierdas. Representa un populismo, en el peor sentido de la palabra, que quizás le sirva en Andalucía, no lo sé, pero desde luego no en el resto de España.

El primer problema que presenta la presidenta de la Junta, junto al equipo que ha formado, es que no tienen un programa claro, que afirman o desmienten según vaya el viento, que no sabemos cómo va a afrontar el tema catalán, que le gusta el café para todos cuando en España hay gente que le gusta el café, pero otros prefieren té, vino, cava o chacolí.

Susana Díaz no ha presentado una alternativa económica de izquierdas, ni una reforma del Estado para que se adecúe a las reivindicaciones nacionalistas, ni sabemos qué prioridades tendrían unos presupuestos firmados por ella. Pero lo más importante, Susana no quiere pactar con Podemos, prefiere la indefinición de derechas de Ciudadanos. Y este punto es definitivo. Hasta que no comprendan ella y sus seguidores que la izquierda se une o tendremos Rajoy para décadas.

De hecho en las encuestas los votantes conservadores la prefieren a ella para presidir el PSOE mientras que los votantes de izquierdas prefieren a Pedro Sánchez.

La supuesta candidatura de Patxi López- Sánchez o de Sánchez-Patxi López se enfrentará en el futuro Congreso del PSOE y hoy por hoy y si el juego es limpio, tienen más posibilidades de ganar. Sus propuestas las leeremos en el libro o libros que están elaborando y tendremos la ocasión de ver contenidos frente a un discurso vacío.

Pero para que un gobierno de izquierdas llegue a buen fin también tendrán que haber cambios en Podemos. Los sectores más radicales tendrán que comenzar a pensar más en cómo llegar a acuerdos para hacer cambios posibles que pasarse el día gritando y “postureando” para no llegar nunca a ningún acuerdo.

Como ven, muchas cosas tienen que pasar para que la izquierda llegue al poder. Pero no lo olviden, la candidata a secretaria general del PSOE del PP y Ciudadanos es Susana Díaz. ¡Cuidadín! Si es buena para la derecha significa que puede ser atroz para la izquierda.